AGRIDULCE

CAPITULO 42 - UNA PARTE DEL PLAN

UN CAPITULO MAS! Y CADA VEZ ESTAMOS MAS CERCA DEL FINAL!!!!, LA VERDAD ME DIVIERTO Y ME DISTRAIGO MUCHO ESCRIBIENDO ESTA HISTORIA, ME ENCANTA ESCRIBIR! Y LEER!

      ASI QUE ESPERO LES GUSTE!

        VOTEN, COMENTEN! PERO SOBRE TODO LEAN!  BUEN FIN DE SEMANA PARA TODOS!!!  :)

Nosotros los seres humanos subestimamos enormemente el poder que tiene el cerebro, hay inimaginables cosas que no podemos dimensionar o entender que podríamos llegar a hacer si utilizáramos todo nuestro cerebro, utilizamos una mínima parte de este y realmente las cosas que lograríamos hacer si lo desarrolláramos totalmente serian increíbles.

El psicólogo me había dicho que yo me había autoprotegido, es como si en caso de una amenaza los recuerdos se habían guardado para mi misma,segun el, el episodio que lo habia causado debia ser lo suficiente traumatico como para que eso fuera una forma de autodefensa, no lograba entender mucho sobre el tema, pero tenia sentido, aun así tampoco quería pensar en el tema ya que solo causaba que los recuerdos vinieran abruptamente dejándome fría.

No quería hacer caso a nada de lo que veía o las imágenes que se me colaban, pequeñas y borrosas, pero en ellas aparecían mis hermanos jugando o sus voces gritos, sus risas.

Pequeñas cosas que así como venían se iban rápidamente, tenia miedo de encontrar en mi cabeza la verdad de todo lo que estaba pasando.

Después de alistarme Salí del cuarto muy temprano y camine hasta el comedor donde los niños ya estaban desayunando, eran aproximadamente unos veinte chicos y chicas, todos de diferentes edades pero pequeños.

Las dos chicas que habían estado la noche anterior en la cena, me sonrieron amablemente, les devolví la sonrisa y camine hacia fuera de la casa, quería caminar un poco y ver el lugar, camine hasta el gran portón y decidí salir del lugar por unos minutos y conocer un poco el pueblo sin alejarme mucho.

Las calles eran empedradas y eso les daba un detalle bastante lindo al pueblo y con la combinación de los colores que brindaba esa mañana el cielo, todo se veía realmente mágico, camine hasta una tienda que quedaba a dos casas, parecía una tienda de antigüedades, los colores iteran primaban en el lugar el olor a cuero y a madera estaba en el aire.

- buenos días – voltee a ver de donde provenía la voz y esta provenía de la señora que había estado cenando con nosotros, la madre de cielo, le devolví la sonrisa al instante de reconocerla.

- buenos días – el lugar era realmente hermoso, habían cosas pequeñas como casitas o carritos en arcilla y madera, bolsos tejidos, cuadros, sombreros, era realmente una tienda hermosa.

- ¿como amaneciste?- pregunto la señora mientras yo observaba fascinada todo el lugar.

- muy bien, ¿y usted? – la señora sonrió y asintió acercándose a mi.

- muy bien mi niña – dijo con un tono amable y lleno de cariño, no pude evitar pensar en la gran diferencia entre la muy operada, maquillada y frívola Regina y esta atenta, amable y cariñosa señora.