AGRIDULCE

CAPITULO 29 - CAMBIOS EN EL AIRE

BUENAS MADRUGADAS A TODOS! UN CAPITULO MAS!

ESPERO LES GUSTE! :)

        GRACIAS A TODOS POR LEER!

    PEACE AND LOVE!  FELIZ VIERNES Y FELIZ FIN DE SEMANA!  HASTA EL JUEVES!! ^^

Mi primera reacción fue pararme y alejarme de sus manos que estaban alrededor de mi cintura, y de su pierna que ahora me sostenía la cual se encontraba en mi espalda, y también de su respiración arítmica sobre mi rostro, la cual sabia a menta, pero mi cuerpo no me obedeció me sentía débil, sabia que si dylan estuviera allí, diría un “te lo dije” y yo voltearía mis ojos en blanco, quería levantarme porque me sentía como un claustrofóbico encerrado en un ascensor oscuro.

Mi mente era una revolución, no solo por el pánico que sentía, si no porque una parte de mi no sentía ese pánico, y eso me daba miedo, el mareo había parado un poco, al menos.

- no creo que estés bien – dijo el alejando un poco su rostro del mió. Y examinándome con sus ojos, se comenzó a levantar lentamente sosteniéndome de la cintura aun, apenas sentí mis pies en el suelo, me aleje de el rápidamente.

Quito su mano rápidamente de mi cintura, como si acabara de recordar mi problema con el tacto - ya se me esta pasando el mareo – dije casi en un susurro, mi voz no quería salir.

- es mejor que llame a tu hermano – dijo mientras me veía con preocupación.

- ¡no¡- dije lo mas fuerte que mi voz temblorosa me lo permitió, no quería dañar el plan que ya teníamos con Allyson y mucho menos quería un sermón de Dylan sobre porque comer aunque no tengas hambre es importante.

- esta bien no lo llamo, pero cálmate un poco- mi cara debía de ser de pánico, ya que Anthony me veía con mucha preocupación, era la segunda vez que veía ese sentimiento en el.

- estoy mejor, creo que solo necesito comer algo – Anthony asintió, pero aun así seguía examinándome con la mirada.

- entonces es mejor que vallamos a comprar algo, antes de que te desmayes completamente, estas…. demasiado pálida – dijo mientras se acercaba.

- seria una buena idea – dije en cuanto mi garganta obedeció para hablar.

- ¿quieres que te ayude? – pregunto posando una de sus manos en mi cintura, me aleje un poco en cuanto su mano hizo contacto con mi uniforme.

- solo espera un momento- dije cerrando los ojos, respire profundo y me obligue a mi misma a tratar de controlar el temblor de mis manos, sabia que caminar sola hasta el restaurante no iba ser buena idea, no con lo débil que me sentía, solté el aire que estaba conteniendo y abrí los ojos, Anthony se hallaba expectante y con sus manos a cada lado mió como si esperara que me cayera en cualquier momento. – listo, seria buena tu ayuda.

Como si comprendiera lo que acababa de hacer, bajo sus manos y suavemente cogio mi brazo derecho y lo coloco detrás de su cuello y coloco suavemente su otra mano en mi espalda, comenzamos a caminar hacia la salida trasera de la biblioteca  que nos llevaba a unos pasos de la cafetería.