CAPITULO 39 - COMO EN CASA

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UN CAPITULO NUEVOOO!!! LO SE!! GRACIAS POR LEER POR SUS COMENTARIOS Y VOTOS! LO VALORO MUCHO!!

       ESCRIBIR ES UNA DE LAS COSAS QUE ME DA ANIMO Y DE MIS PASATIEMPOS FAVORITOS!!

                  UN CONSEJO?  NO OLVIDEN LO VALIOSOS QUE SON!

   :)

Tener un poco de conciencia de que eres humana, que estas en un planeta y eres parte de su población, que respiras, sabes que tienes órganos, sabes que existen animales, te sabes sus nombres, sabes como leer e incluso escribir, eres conciente de que el sol te da calor y que el agua calma la sed, eres conciente de que piensas, eres conciente de que estas en un lugar, pero no sabes como llegaste hasta allí, no recuerdas que haces en una habitación color blanco sucio, con animales en icopor pegados en las paredes, un olor a polvo en el lugar, los rayos del sol entrando por la ventana, dolores en varias partes de tu cuerpo, ruidos de risas, gritos y murmullos que se colaban por la puerta, un colchón bastante duro y mis piernas colgando de este ya que me encontraba sentada en el borde…

La puerta se abrió de repente, colocando todos mis sentidos alertas y el miedo emanando de mi cuerpo, una señora algo joven entro por la puerta un tanto precavida, se sentó frente a mi en una silla que no había detallado aun y con sus ojos llenos de sinceridad y una sonrisa de amabilidad que me dio un poco de tranquilidad, me dirigió la palabra.

- mi nombre es cielo – pronuncio, me corrí hasta que mi espalda golpeara contra la pared fría y apreté mis piernas a mi pecho rodeándolas con mis brazos – no debes tener miedo, solo quiero ayudarte.

Esas eran las palabras que recordaba, mi primer encuentro con cielo, mi profesora, su gran paciencia al ir todos los días al cuarto a darme de comer y comenzar a ayudarme a hablar de nuevo y perder poco a poco el miedo con juegos y canciones, era el recuerdo que mas tenia grabado en mi mente, ella había hecho lo que nadie mas había hecho por mi, todos habían querido calmarme con gritos o con calmantes, pero ella tan solo se sentó frente a mi y con sus ojos llenos de amor por una niña temblorosa y desconocida logro ganarse mi cariño y mi confianza, logro que me volviera a aferrar a la vida con solo nueve años y sin ninguna memoria antes de eso.

- ¿como has estado? – pronuncio cielo sacándome de mis pensamientos, ahora estábamos en su oficina, esta estaba llena de libros en dos grandes estantes a cada lado del lugar y como era de esperarse en ella mucho color por todo lado, y muchos papeles sobre su escritorio, levante mi vista fijándola en sus ojos azules y sonriéndole de vuelta.

- la respuesta es un poco larga – dije afín, sacudiendo mi cabeza para alejar mi huracán interno y empujando la humedad en mis ojos.

- tengo todo el tiempo del mundo para escucharte – dijo colocando sus manos sobre el escritorio y sonriendo ampliamente, pero con sus ojos curiosos viendo a través de los míos, no pude evitar recordar a anthony su parecido en cosas como esas me hacia sentir cohibida, como si con sus ojos azules pudieran escanear mi mente.

- nada esta bien – dije soltando las palabras como si las hubiera estado reteniendo – pero antes….quiero saber ¿porque se fue? – cielo bajo su vista a sus manos y las entrelazo, subió su mirada joven aun pero con algunas arrugas a los lados de sus ojos, pero su rostro tan angelical que le hacia honor a su nombre.

AGRIDULCEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora