CAPITULO 22 - ENFRENTAMIENTOS

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Después de durar un tiempo en la piscina, entramos a la casa totalmente empapados y tuvimos que escondernos para poder subir a nuestros cuartos sin que la abuela se diera cuenta.

fue un desafió por que cuando intentábamos atravesar la estancia para subir las escaleras, la abuela salio de la cocina, todos nos tuvimos que esconder detrás de un mueble aguantando nuestras risas, cuando ella entro al despacho todos corrimos escaleras arriba.

Cada uno entro a su cuarto amortiguando las risas.

- que locura de día - mi corazón se detuvo por un momento, mientras que Sofía soltaba una sonora carcajada junto con Maria que me miraba divertida, la primera se hallaba acostada en mi cama apoyando su cabeza en su brazo mirándome, y Maria se hallaba en uno de mis puff, ambas ya vestidas y arregladas, mientras que yo tan solo salía con unos leggins negros y una blusa de un solo hombro color negra con figuras de colores en ella

- casi me matas de un susto - le dije mientras continuaba desenredando mi cabello, le saque la lengua y esta me guiño un ojo.

- esa era la idea - me dijo tirándome un cojín de mi cama.

- ¿quieren ir a comer? - dijo Maria mientras jugaba con un cojín en sus manos.

- me parece excelente - dijo Sofía parándose de mi cama.

- vamos por los chicos - las tres salimos de mi cuarto y llamamos a los demás, después de esperar a que se cambiaran salimos de la casa de nuevo como ladrones evitando encontrarnos con la abuela, nos montamos todos en la camioneta de fede y salimos.

- ¿a que restaurante vamos? - pregunto Maria, voltee a verla y subí mi ceja.

-¿restaurante? - le pregunte, esta asintió dudosa.- creo que es hora de que los lleve al lugar donde hacen las mejores hamburguesas de la ciudad.- Maria frunció el seño y adam soltó una hilarante risa por la cara de esta.- ¿entonces vamos? - les pregunte viéndolos a todos.

- claro que si ¿por donde es? - fede era el mas emocionado, y es que en casa cocinaban bien, pero sabia perfectamente que mis hermanos, casi nunca probaban la comida chatarra, sonreí victoriosa y le indique a fede por donde era.

No sabia que me daba mas gracia si la cara de mis hermanos o la cara de la gente al vernos, Maria tenia cara de susto, Sofía miraba dudosa el lugar, dylan mordía su labio inferior, fede tenia su mirada firme pero dudosa y adam estaba igual que yo una sonrisa adornaba su cara ambos nos volteamos a ver y nos reímos con complicidad.

La gente del lugar que estaba sentada en mesas al aire libre esperando su orden que provenía de una mesa de madera con una carpa cubriendo los utensilios de la pequeña cocina instalada improvisadamente en el lugar, los ojos curiosos de las personas estaban sobre nosotros, mirando expectantes nuestros movimientos.

Y es que no era para menos, ya que la camioneta de fede no era nada llamativa, nótese mi sarcasmo, mis hermanos, eran igual de llamativos que la camioneta, su forma de vestir era entre elegante, actual y sofisticado, nada parecido a lo que llevaba puesto la gente del lugar.

Divise de lejos a armando un amigo de Damián el cual era el dueño del lugar, comencé a caminar hacia el, con la mirada de mis hermanos sobre mi.

- hola!! - dije con emoción, armando se volteo y me sonrió ampliamente.

- esto es un milagro, Amelia que haces por aquí- me dijo mientras limpiaba el mesón de madera.

- vine a que mis hermanos prueben las mejores hamburguesas - dije sonriéndole ampliamente y señalando hacia atrás.

- wou, se parecen mucho a ti- dijo con su cara de asombro- entonces una mesa para seis- este salio de la cocina y comenzó a unir dos mesas y coloco las seis sillas respectivas.

AGRIDULCEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora