AGRIDULCE

CAPITULO 40 - SU MUNDO

HOLA A TODOS!!

   NO HAN SIDO SEMANAS FACILES, CUANDO GENTE QUERIDA SE VA... AUNQUE SE SABE QUE ESTAN DESCANSANDO YA, DUELE SABER QUE NO LOS VERAS MAS!.... PERO AUN ASI ELLOS ESTARAN TRATUADOS EN NUESTROS CORAZONES!    Y LA VIDA SIGUE POR MAS DURO QUE SEA!!

              

DISFRUTEN DEL CAPITULO!! FELIZ RESTO DE SEMANA!! :)!

Había visto películas junto con salome y Damián en donde el campo y las zonas verdes eran parte de estas, pero no había estado un lugar con tanto verde, con tanta naturaleza, los jardines de la casa renaldi se quedaban pequeños y el aire puro que se respiraba era único, las montañas se podían ver unas mas cerca que otras, el sol estaba en todo su esplendor y las nubes hacían que el cielo pareciera un cuadro perfecto.

Caminaba detrás de anthony mientras me llevaba por un caminito que iba desde la puerta de la casa y bueno su paradero aun no lo conocía, el camino era de piedras, pasamos por un cerca, ya la había visto desde la ventana del cuarto, pero ahora se veía mas grande, había una especie de granero y en una esquina divise un caballo, un hermoso caballo.

- ese es lobo – dijo anthony señalando al hermoso caballo, su color era negro un negro azabache brillante, su cabello largo del mismo color, era una hermosa criatura. - ¿sabes montar?

La pregunta me tomo por sorpresa ya que yo estaba hipnotizada viendo como corría de un lado a otro el hermoso caballo, sacudí mi cabeza y voltee a verlo asimilando su pregunta – no que yo recuerde por ahora – le dije arrugando un poco la nariz, anthony sonrió ante mi gesto.

- bueno pues hoy cabalgaremos un poco, te mostrare el lugar – dijo y cogiendo mi mano rápidamente jalo de ella y corriendo me llevo hasta la esquina donde estaba lobo.

Solté su mano y la introduje rápidamente en la manga de mi saco para calmar un poco el temblor que había provocado su acto, anthony abrió la cerca de un lado y entro al lugar.

-es muy tranquilo – comenzó a decir mientras se acercaba a este, que agacho su cabeza y se dejo acariciar por anthony. - ¿ves? – dijo mientras sonreía como niño pequeño – Amelia ven – dijo mientras me miraba.

Entre lentamente al lugar y comencé a acercarme con cautela, no quería asustarlo – es hermoso – dije finalmente cuando la tenia cerca, levante mi mano y lo rose suavemente, este se acerco a mi y pase mi mano por su suave pero gruesa cabellera. – ¿porque se llama lobo? – pregunte con extrañeza.

- luego te contare, ¿vamos? – Pregunto este viéndome con emoción en su rostro, mordí mi labio con nerviosismo pero asentí, anthony sonrió y se subió al caballo que ya estaba ensillado – Dame tu mano – dijo ayudándome a subir.

- ¿eres buen jinete? – pregunte detrás de el con mis manos temblando.

- eso me han dicho, ya lo comprobaras, sujétate bien de mi – mordí mi labio fuertemente y respirando profundamente me sujete de el viendo hacia delante intentando no pensar en el poco espacio que había. -¿confías en mi?