AGRIDULCE

CAPITULO 12- VISITA, TOUR Y MUCHA INFORMACION

HOLA!!

a todos y todas! bueno hoy usbo un capitulo mas ya que mañana no tendre mucho tiempo!!! espero en serio en serio que les guste!! comenten ! voten! si quieren lo importante es que lean!! :) 

besos!

Abrí mis ojos lentamente, y la luz del sol relucía en toda la habitación. No recordaba cómo había llegado a mi habitación, quite las cobijas  y me levanté de la cama lentamente. Era la segunda noche que dormía tan bien, a pesar de tener el brazo lastimado y de todo lo que estaba pasando en mi vida.

Abrí lentamente la pequeña ventana de mi cuarto, que daba hacia un parqueadero de camiones, pero el cielo era tan hermoso esta mañana y todas las mañanas que no importaba lo feo que fuera ese parqueadero, el cielo lo embellecía todo, la brisa fresca entró por la ventana y hizo que mi cabello danzara con esta, cerré los ojos disfrutando del viento, y respiré profundamente.

Mi vida estaba tomando un camino que jamás imaginé, ahora tenía cinco hermanos, y tenía un padre, o eso era lo que parecía, ya que se notaba que era un hombre demasiado frío y ajeno a los sentimientos o las acciones de la gente que lo rodeaba, aun así creo que escondía muchos sentimientos. Se notaba que era alguien que tenia un gran muro que no lo dejaba sacar quien realmente era.

 También tenía una nana por lo que había podido ver por la forma en la que ella se refirió a mí, y como me veía, sabia que habíamos tenido una buena relación, se veía una mujer con un gran corazón así como aquellas que llevan su maternidad a flor de piel con todo aquel que la necesite.

No podía huir de mi pasado, siempre intenté hacerlo, pero éste terminó alcanzándome a mí, todo era demasiado confuso aun, todo era lleno de preguntas, estaba feliz de tener una familia, un poco disfuncional, si, pero al final era una familia

Aun así, no quería alejarme de Damián y Salomé. Ellos siempre habían sido mi familia, siempre habían estado conmigo, pero debía ser conciente de que debía darle una oportunidad a mi familia, ellos no habían tenido la culpa de lo que había pasado, debía de darles y darme la oportunidad que ahora nos daba Dios de recuperar todo este tiempo perdido.

Me bañé y me alisté con unos leggins negros y una blusa larga color blanco, con demasiada dificultad por el yeso, pero al final después de enredarme con mi propia blusa y golpearme contra la cama porque la blusa no me dejaba ver, conseguí vestirme y me coloqué unas botas con cordones por delante, me pasé un cepillo por el cabello con mi brazo bueno y luego me lo acomodé con la mano, tal y como me gustaba.

-Buenos días- dije entrando en la cocina. Salomé, que estaba en la estufa preparando algo, volteó a verme y me sonrió.

- Buenas noches guapa, madrugaste hoy ¿no? – dijo con su tan usual ironía marcada. 

Le saqué la lengua y abrí la nevera para sacar un poco de agua

- ¿y Damián? – pregunté, buscándolo con la mirada

- Entrenando, ¿cómo amaneciste? – preguntó mientras servia algo en un plato.

- No lo sé aun, creo que todo es un sueño y que en cualquier momento me voy a despertar y estaré en la clínica y me dirán que estaba en un coma y todo lo que viví fue un largo y ambiguo sueño – le dije recibiéndole el plato que tenia unos muy apetitosos huevos con jamón. 

- Ah, pero amanecimos muy dramáticas hoy – me dijo, soltando una carcajada, que me contagio.

-¿Como llegué hasta mi cuarto? No recuerdo nada...- dije comiendo un poco 

- Tu hermoso hermano con esos ojos que te dejan sin habla, te cogió en brazos y te trajo hasta tu cuarto, te arropó y luego nos agradeció a mí y  a Damián por siempre cuidarte.