AGRIDULCE

CAPITULO 5 - LA REALIDAD GOLPEA FUERTEMENTE

hola a todos un viernes mas! me pone muy contenta! ver que leen y que les gusta lo que leen gracias por sus votos y comentarios! espero este capitulo les guste! :) es uno de mis favoritos!

disfruten de la lectura!

besos! ^^

Después de limpiar toda la sala y recoger todo el desorden causado por todos, Salomé y yo decidimos ir a hacer algo de comida, ya que todos teníamos bastante hambre.

Mientras Salomé terminaba de servir en los platos, yo me dirigí a la nevera. Iba sacar la gaseosa fría para servirla en los vasos,  pero me detuve al escuchar mi nombre proveniente de la otra habitación. Así que, con cuidado de que Salomé, quien tarareaba una canción en inglés, no me viera, me hice detrás de la pared para oír mejor.

-¿Qué es lo que pasó con Ami para que se comporte así? , No entiendo porque ni con ustedes se acerca, no saluda ni se despide de beso, no se acerca a nadie de esa forma, no tiene contacto físico con nadie, ¿qué fue lo que la hizo ser así?- preguntaba con un poco de desesperación, y preocupación en su voz, Dylan

-Está bien, te voy a contar la historia, pero esto es algo privado, Dylan, si hablas te mato. Es un tema delicado para Ami ¿Está bien?- dijo Damián, seriamente.

-Está bien- Dylan dijo y calló. Pronto,   comencé a escuchar lo que ya sabía de mi vida hasta ahora, pero vista por los ojos de Damián.

-Conocí a Ami el día que ella llegó al orfanato. La traían en brazos, desmayada y herida. Los supervisores nos dijeron que le habían tenido que inyectar un calmante, y que la habían encontrado en una casa a las afueras de la ciudad, donde había unas pocas viviendas. Al parecer, los llantos de una niña habían alterado a los vecinos, y ellos habían decido hablar a los policías. Cuando ellos llegaron, intentaron cogerla para preguntarle qué pasaba, pero ella reaccionaba de la misma manera en la que siempre reacciona cuando alguien intenta tocarla. Así que nos les quedó de otra más que aplicarle un calmante.

-Los maestros nos dijeron que no la molestáramos- siguió diciendo Damián-. Estuvo aislada algunos meses en el orfanato, después de su llegada. Solo se le veía que entraban en su cuarto. El psicólogo nos decía que Amelia no hablaba, ni siquiera pronunciaba un monosílabo. Una vez, una maestra, la mejor de todas y la más querida,  entró al lugar donde ella estaba para llevarle la comida. Logró hacerla hablar a pocas frases y contestaciones, y poco a poco, con la ayuda del psicólogo y la ayuda de la maestra, mejoró. Decía que era una niña inteligente, pero que resistía el contacto visual o físico con la gente, no se sabe que habrá sucedido antes de encontrarla pero sus heridas y su forma de reaccionar en el momento que la encontraron no mostraban nada bueno.

-Un día,  mientras yo estaba en el parque, ella llegó,  se subió al columpio que estaba a mi lado, y me preguntó por mi nombre. Yo, un poco sorprendido, le dije mi nombre. Era obvio que quería actuar normal, como si no supiera sobre todos los comentarios sobre ella, así que pregunté por su nombre. Me dijo que se llamaba Amelia, y que al parecer, era de lo único que se acordaba de su vida pasada. Pronto, congeniamos con facilidad y nos volvimos buenos amigos, Jugábamos todo el tiempo, luego se sumo Salomé y también nos hicimos amigos con ella después de que Salomé la defendió una vez de un grupo de chicos que la querían molestar. A partir de ahí, nos volvimos inseparables.

-Pero durante todo este tiempo que la he conocido, no se ha podido acercar a ninguna persona. Algunas veces, ni siquiera un roce: ella entra en crisis de inmediato. Ha mejora mucho. Antes, con un simple roce, no solo entraba en crisis, si no se podía a gritar y lloraba inconsolablemente como si la hubieran golpeado o algo así. Ahora lo controla mejor, o por lo menos eso pienso yo. Lo único bueno es, que ninguno de esos viejos en el orfanato logró sus propósitos, ya que nunca se dejó poner un dedo encima... No recuerda nada, yo si lo hago, por ejemplo. Lo único que tiene es una R en forme de dije, y...