CAPITULO 9 - RESULTADOS

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hola a todos otro viernes mas! que emocion!! me alegra que les este gustando la historia a los que han comentado y votado y espero que a los lectores fantasmas tambien les este gustando!

espero este capitulo les guste! es corto pero se vienen varios que son largos largos! gracias por leer una vez mas!

besos y disfruten la lectura! ^^


Me sentía más descansada que nunca. Jamás había dormido tan plácidamente, o por lo menos que lo recordara así. A pesar del dolor de mi brazo izquierdo, del sonido de las maquinas a las que estaba conectada e incrustaban el suero a mi cuerpo por mi mano derecha y a la  nada silenciosa entrada y salida de las curiosas enfermeras, estaba tranquila. Ya no había pesadillas tormentosas que rompieran mis sueños. Ni siquiera había sueños. 

Estire mis piernas lentamente, moví mi brazo derecho con cuidado de no sacarme el suero o desconectar algo, y abrí los ojos con lentitud.

 Seis pares de ojos me veían directamente. 

 Damián estaba sentado en el sofá  al lado izquierdo de la habitación, Salomé estaba en la misma posición del día anterior,  sentada en forma de indio, a mis pies, Dylan estaba en una silla  de ruedas al lado derecho de mi camilla, observándome, la enfermera estaba parada al otro lado, con una jeringa en la mano, un señor bastante elegante estaba parado junto a otro un poco más informal, mirándome detenidamente;  ambos junto al marco de la puerta.  cabe mencionar que Era una escena bastante intimidante, no solo por la jeringa que sostenía la enfermera que miraba con desprecio a Salomé, si no por los señores elegantes que me observaban junto con todos los demás. Y sí, también por el hecho de que media docena de personas me habían visto dormir.

   -Buenos días- dijo Dylan. Lo volteé a ver, para encontrarlo sonriendo. Supe de inmediato que, en ese momento estaba pensando lo mismo que yo: esto no había sido un sueño, Habíamos despertado y nada había cambiado, La verdad seguía siendo verdad y la ficción un simple cuento. Ante el pensamiento, le devolví la sonrisa, El agregó: cumpliste tu promesa- cogió mi mano con suavidad, la apretó y la volvió a depositar sobre el colchón de la cama. 

-Sí, si lo hice- dije, sin borrar mi sonrisa y volteé a ver a los demás: Damián estaba mirando mi mano, boquiabierto, al igual que sus ojos, y Salomé imitaba la acción.

   -Mía, quiero presentarte al abogado de la familia, el señor Samuel de la Torre. El se encargará de todo lo que tenga que ver con la prueba de sangre, los papeles y de informarle a nuestro padre- mi estómago dio un abrupto vértigo ante la palabra. Asentí. Dylan señaló a otro señor, menos informal-. Y él es el detective Miguel, el que ya había contratado anteriormente y me ayudaba con las fotos que te comenté ayer. Señores, ella es mi hermana, Amelia. 

-Mucho gusto señorita, es un gusto poder volver a verla después de tantos años – dijo el abogado y dio un asentimiento con su cabeza,  lo cual me hizo entender que Dylan ya le había puesto al tanto de mi fobia al contacto, y por lo que dijo entendí que él me conocía desde mucho antes.

-Señorita Amelia, es un gusto conocerla – dijo el investigador, elevando las comisuras de sus labios. 

 - Es un gusto – dije con un asentimiento. Me inquietaba saber que ellos sabían más de mi vida que yo misma.   

   -Por favor, proceda señorita – habló el abogado, mirando a la enfermera.

   -Te voy a sacar un poco de sangre ¿vale? , pero no te muevas – dijo la enfermera mientras rodeaba la cama y se hacía a mi lado. Dylan se corrió un poco en su silla de ruedas para darle permiso.

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