45. My fault?

106 5 3
                                    

Pingüina's POV:

La gymkana había comenzado. No sé porqué no caí antes en que no se trataba realmente de unos simples juegos. ¿Por qué en Unearhtly nada podía ser "normal"?
Miré a mis cuatro compañeros de equipo, analizándoles al detalle una vez más. Sin contar a Eli, con la que al menos había cruzado un par de frases anteriormente debido a que era amiga de Annie, no había visto a ninguno de los demás por allí hasta ahora. Pero como diría Ari... esta sería una buena ocasión para hacer amigos.

Eli, justo a mi derecha, me dedicó una gran sonrisa una vez que terminó de colocarse el peto de color verde chillón. Todos los del equipo lo llevábamos para así poder reconocernos y encontrarnos si alguno se quedaba atrás. Lo cual era una gran ayuda para mí, por supuesto.

  - ¿ESTÁIS LISTOS PARA GANAR, EQUIPO?

Ya estaba otra vez. Ni siquiera conocía su nombre y ya estaba comenzando a cogerle manía.

  - Ya veremos lo que pasa —Me encogí de hombros—, aunque dudo que ganemos.

  - Eres demasiado negativa —Respondió, lanzándome una no muy amigable mirada.

En los 10 minutos que llevábamos desde que habían nombrado a cada grupo, este chico no había dejado de gritar en un intento de dar ánimos al equipo. Solo que nadie le hacía demasiado caso.

  - Se llama ser realista —Acomodé los oscuros rizos que caían sobre mi peto, encogiéndome de hombros una vez más.

  - Más bien es ver una posible realidad, pero hay otras posibilidades —Arrebató.

  - Tú di lo que quieras, no vamos a ganar.

  - Eres realmente desagradable —Gruñó esta vez, y pude ver que estaba comenzando a molestarse. Una pena que no me importara en absoluto. Aún quedaban otro chico y otra chica en el equipo de los que me podía hacer amiga.

  - Venga, chicos, no discutáis. Ni siquiera hemos empezado la competición, y nosotros deberíamos estar del mismo lado —Eli se colocó a nuestro lado tratando de unirnos a su manera.

  - Bueno —Me limité a responder.

  - Qué sosa —Murmuró el desconocido en un tono bajo, aunque yo conseguí escucharle.

  - Te he oído. Y tú eres un pesado —Tiré del brazo de Eli en mi dirección, para después alejarnos de aquel chico. Una pena que fuera tan pelma e idiota, porque era bastante mono.

  - Atención, alumnos. Va a comenzar la primera fase de la gymkana.

La voz del subdirector llamó nuestra atención, y no tardé en centrar mi mirada en el recorrido por el que teníamos que correr al empezar. Ya nos habían explicado en qué consistía cada una de las fases de la gymkana, y se trataban básicamente de una serie de pruebas que debíamos realizar (en equipo, por desgracia) hasta llegar a la meta. Sólo que no todos los equipos teníamos estos ejercicios en el mismo orden, claro está.
Me posicioné paralela a los otros cuatro alumnos con el peto verde chillón y esperé a que Hugo diera la salida.

  - Vamos allá —Escuché un murmuro, que repetía una y otra vez lo mismo.

  - Que te calles —Bufé.

Y por suerte, me escuchó.
No tardé en dirigirle una mirada burlona al ver que de nuevo estaba enfadado, pero rápidamente mi mirada se desvió a algo unos metros por detrás del rubio.

La sirena de salida ya había sonado. Todos mis compañeros habían salido corriendo. Y yo... yo seguía en mi sitio. Mis piernas se negaban a moverse, y durante un rato mi cabeza desconectó de todo lo que me rodeaba.
Era él. El encapuchado. Estaba entre varios árboles, cubierto de nuevo por aquella capa azul marino que no dejaba ver nada de su rostro; ni siquiera su ropa. Aquel encapuchado, fuera quien fuera, me salvó el día del simulacro. Y ahora me estaba mirando. Y yo a él. Quizá hasta estuviera preparado para protegerme de nuevo. Ojalá pudiera saber quién era...

Duck | PAUSADA |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora