11. Fracaso

251 22 3
                                    

Algunos alumnos más se colocaron formando otro círculo a nuestro alrededor, frente a nosotras. La profesora Helen iba dando indicaciones mientras caminaba de un lado a otro del gimnasio.

Dieron un paso, acercándose y sacaron sus espadas, que por suerte seguían siendo de plástico. Apenas había un metro de separación entre nosotros. Tres personas estaban delante de mí; mirándome fijamente. León estaba cerca, él apuntaba a Annie, a mi lado.

  - ¿Qué se supone que debemos hacer?

  - Defenderos - respondió indiferente Helen - Cuando cuente hasta 3 os atacaran y debéis hallar la forma de que ni os rocen.

  - Pero son muchos más - se quejó Carol.

  - ¡Oh! - respondió sarcástica - ¿Y qué creéis que pasaría en una batalla? ¿Que se pondrían en fila para luchar con vosotros?

Realmente no entendía qué tenía que ver una batalla con nuestras clases, pero Helen dió por terminada la conversación y empezó a contar.

  - Uno...

No, no, no. ¡No estaba lista!

  - Dos... Tres.

Rápidamente adelanté mi espada pero uno de ellos consiguió tirármela al suelo. Ya había perdido. Noté un pequeño pinchazo en el costado mientras mis adversarios gritaban anunciando su victoria.

Las demás aguantaron un poco más; al menos ellas tenían la posibilidad de usar la espada.

  - Veo que esto no se os da muy bien chicas. Para la próxima vez estar atentas a la clase - nos regañó Helen.

Recogí mi espada del suelo avergonzada por haber sido tan débil. Cerca de mí, León negó con la cabeza echándome en cara mi error. ¡Idiota! Ni que él lo hubiera hecho mucho mejor.

  - En unos días habrá un simulacro en el que tendréis que realizar el mismo ejercicio; - se dirigió a nosotras - espero que esa vez lo hagáis mejor.

Unas risitas nos rodearon pero Natalie y su cuadrilla no me importaban en ese momento. Quería estar preparada para el simulacro. Me esforzaría mucho y esa vez no fallaría. En lo que quedaba de clase presté más atención que de costumbre, e incluso hice algunas preguntas a la profesora para mejorar mi técnica.

  - Parece que te has tomado muy en serio esto, Pato. - asentí - Muy bien, así a lo mejor consigues compensar lo de antes - me felicitó Helen.

Ese era mi objetivo; me lo había propuesto hace unos días, pero me estaba costando.

Al subir a mi habitación para cambiarme de ropa me crucé con la persona que menos me apetecía ver junto a mi puerta; León, que estaba discutiendo con Samantha.

  - ¡Vete de aquí León!

  - ¿A qué has venido? - intervine - ¿A dejar otra notita de amenaza?

  - ¿De qué hablas?

  - Deja de hacerte el tonto, Sammy encontró tu nota esta mañana casualmente después de que tú te pasaras por aquí.

  - Sammy es Pingüina, ¿no?

  - Exacto - respondió ella mientras entraba a su cuarto.

  - ¿Sí? Pues dile a Pingüina que no invente cosas; yo no he sido. - levantó la voz para que pudiera oírle.

  - Y nos lo vamos a creer - respondió ella sarcástica.

  - Hacer lo que queráis.

Se alejó de nuevo enfadado. ¿Es que siempre era así? Me quité la camiseta y me puse una nueva ya en mi habitación. Aún quedaba mucho día y la clase me había dejado agotada. Miré mi horario y me alegró que la siguiente asignatura no fuera preparación física, sino mental. Tardé un rato en bajar al comedor esperando a Sammy.

  - Te ha costado. - dije cuando por fin salió de su habitación - ¿Te has arreglado para algún chico? - le di un pequeño codazo observado el precioso vestido que llevaba puesto.

  - Noo, que va - rió.

  - No sé porqué no me lo creo.

  - Está bien, me gusta un chico; pero no se lo digas a nadie.

  - ¿Quién es? ¿Cómo se llama? ¿Qué edad tiene? ¿Lo conocemos? ¿Has hablado alguna vez con él? ¿Va a nuestra clase?

  - No sé su nombre, y has hecho tantas preguntas que ya no me acuerdo - rió de nuevo.

  - Sí, puede que me haya emocionado un poquito.

  - Cuando le vea te diré quién es.

  - De acuerdo. ¿Y... desde cuando te gusta? - no pretendía ser cotilla, pero estaba tan colorada que no pude evitar hacerle preguntas.

  - No desde hace mucho, pero es que es tan mono... - suspiró.

En ese momento me sentí como si fuéramos amigas de toda la vida.

En parte sentía celos de Annie y Sammy por haber encontrado a una persona que les hiciera sentir así, pero no podría estar más contenta por ellas.

--------

Siento no haber podido subir estas últimas semanas, pero me quedé bloqueada en este capítulo y lo modifiqué un montón de veces >.<

No olvidéis dejar vuestros votos y comentarios. ¡Espero que os guste la novela! :3

Duck | PAUSADA |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora