28. Sé quién me gusta

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Lena's POV:

La gamba fue directa a su camiseta; en un intento de disipar mi enfado. La verdad era que ni siquiera estaba enfadada por Ari, o no creía que tuviera porqué, pero en ese momento no me paré a pensar en ello.

No esperaba que nadie se hubiera dado cuenta de lo que acababa de pasar, hasta que escuché la risa de la pelirroja teñida frente a mí.

  - Woah, Pato, no me esperaba eso de ti. Esa ha sido muy buena, a mí no se me hubiera ocurrido —Una de sus manos se elevó en el aire, con la palma hacia mí, a la espera de que yo la chocara con la mía. Estuve tentada a hacerlo por un momento, cuando un subidón de adrenalina me recorrió el cuerpo, pero rápidamente me obligué a volver a la realidad.

Ari era mi amiga, y lo que yo acababa de hacer no estaba bien, ni siquiera tenía explicación. Carol, a mi lado, me miraba con los ojos muy abiertos, y no tardé en saber lo que estaba pensando. Yo no quería ser como Natalie y su séquito. No quería dedicarme a fastidiar a la gente y luego reírme de ella. Yo nunca había sido así.

Me mantuve con la cabeza gacha el resto de la comida; agradeciendo que Ari no se hubiera acercado a encararme y pedir explicaciones.

  - Lena —Carol me llamó en apenas un susurro, mientras yo arrastraba lo que quedaba en mi plato de un lado a otro varias veces. Al ver que no respondía, soltó un suspiro y prosiguió—. Oye, tener celos es normal. Es cierto que no está bien lo que has hecho, pero... a veces pasa. No eres como ellas. No lo has hecho para divertirte.

Su voz era dulce, tratando de transmitirme ánimos, aunque yo seguía sin sentirme bien. Sin embargo, cuando ella terminó de hablar levanté la cabeza con rapidez, creyendo haber escuchado mal.

  - ¿Celos?

  - Sí, ya sabes. Cuando a una persona le gusta otra, y le ve con...

  - ¡Yo no tengo celos! —Le corté, no podía creer que estuviera diciendo aquello—. León solo es un amigo —Traté de soltar una carcajada ante sus cejas alzadas que demostraban que no me creía; tratando de dejar claro que aquello era gracioso y para nada real, pero de mi garganta no salió sonido alguno—. Sé perfectamente quién me gusta.

Con cierta brusquedad, me giré hacia el chico de ojos hipnotizantes que todavía estaba a mi lado, y cogí el cuello de su camisa entre mis manos; tirando de él hacia mí. Mi idea era juntar mis labios con los suyos para así demostrar lo que había dicho, pero no fui capaz.

Me gustaba Águila, lo sabía. Por la forma en la que me miraba, me sonreía, y me trataba siempre. Pero me molestaba que Carol o cualquier otra persona me acusara de lo contrario. Solté la camisa que todavía sujetaba entre mis manos, y todo lo deprisa que me permitieron mis piernas, me puse en pie y salí de allí.

Como si no tuviera otros temas de los que preocuparme, ahora me acusaban de estar celosa. Já. Definitivamente era la tontería más grande que había oído. Sin saber muy bien qué hacer, me dirigí a mi habitación. Como casi todos los alumnos seguían en el comedor, pude disfrutar de un recorrido algo más largo hasta la puerta de mi cuarto. Todo seguía en orden allí dentro, y no había nada que tuviera que hacer antes de entrar a la siguiente clase. Aunque hasta que mi vista no se posó en mis bolsillos; donde había metido mi móvil anteriormente, no me acordé de que eso no era cierto. Todavía tenía que mandarle el vídeo a León. Durante unos segundos, me debati entre hacerlo ahora, y probablemente interrumpir su cita o esperar a hacerlo después.

Finalmente decidí que lo mejor sería mandarselo en ese momento, y así ya lo dejaría hecho. Busqué su número en mi agenda y pulsé el botón 'enviar' antes de lanzar mi móvil sobre la cama. Si interrumpía algo no sería mi culpa, él me había pedido que le mandara el archivo. Ahora ya no le debía nada. Me apoyé sobre el borde de la cama, fijando la mirada en mi mesilla y traté de concentrarme en otro asunto que fuera más importante; como el tema de las notas que aparecieron en mi habitación y la de Samantha. Era mi turno de investigar. Yo todavía guardaba la mía en uno de los cajones de mi mesilla.

En cuanto lo tuve entre mis manos lo releí varias veces, aunque no me daba ninguna pista nueva. Una lástima que estuviera escrita a ordenador.

Aunque lo volviera a leer varias veces seguía sin tener ninguna pista de quién podría ser, y sabía que sola no avanzaría. Lo mejor sería buscar a Carol, pedirle perdón por mi comportamiento anterior y concentrarnos en descubrir al anónimo tras las notas.

*****

  - Espera, ¿has dicho que está escrita a ordenador? —Carol me miró como si acabara de descubrir la solución al enigma—. ¿Sabes lo que eso significa?

Yo negué; no entendía a qué se debía la emoción que ahora reflejaba su rostro.

  - Significa que quien la escribió tiene que tener un ordenador y acceso a una impresora.

Mis ojos se abrieron de par en par al escucharle. ¡Por supuesto! No sé cómo no se nos ocurrió antes.

  - Ahora ya tenemos otra pista —Mi cabeza estaba dando vueltas a todo, y recopilando todo lo que sabíamos hasta entonces, en un intento de que no se nos escapara ningún detalle—. Y debe ser alguien que nos conozca, y que esté al día de las habitaciones de Samantha y la mía.

  - Y que estuviera despierto por la noche cuando nos reunimos la primera vez —Añadió, anotando todo con rápidos garabatos en una libreta, apoyada sobre su regazo.

  - ¿Cuáles son nuestras posibilidades, por ahora?

  - Bueno —Carol dejó el bolígrafo a un lado y levantó la hoja sobre nuestras cabezas—, yo no descartaría la opción de Natalie. Su padre es el director, y estoy segura de que ella tiene acceso a cualquier sala de esta escuela.

Yo asentí mientras le escuchaba, sopesando otras opciones que estuvieran en una situación parecida. Una persona pasó por mi cabeza después de Natalie, pero rápidamente deseché esa idea. Annie era demasiado buena como para hacer aquello, y era nuestra amiga. Que fuera hija del Sr. Sweater no significaba nada.

  - ¿Y qué hay de León? —Pregunté, recordando que Pingüina había asegurado que era él, aunque yo seguía negándome a pensar que aquello fuera cierto. León era buena persona, aunque se metiera en líos.

Ella me miró, y en seguida supe que la respuesta que venía a continuación no iba a gustarme.

  - Él es un buen candidato también. No sabemos a dónde va cada vez que deambula por los pasillos de la escuela, y perfectamente podría haber accedido a algún ordenador.

Aparté la mirada cuando una imagen demasiado clara de aquello me vino a la mente. Por supuesto que era posible que León estuviera detrás de las notas, aunque yo me negara a admitirlo.

  - De acuerdo. En ese caso... creo que deberíamos observarles de cerca; a los dos —Cerré los ojos durante unos segundos—. Quizá si entramos en su mundo encontremos alguna pista más.

  - Vale. Además, ahora gracias a tu... a Águila —Se corrigió rápidamente—, podemos estar más cerca de Natalie. Aunque me sigue poniendo los pelos de punta.

Yo ya no estaba segura de si sería peor estar junto a León o Delfín, teniendo en cuenta cómo estaban las cosas, por lo que simplemente asentí, manteniéndome algo seria.

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