52. Planes.

32 3 0
                                    

  - Te ayudaremos —Se ofreció Ari, a pesar de que no teníamos ni idea de qué se trataba.

  - No podéis ayudarme.

  - ¿Por qué no?

  - Sabes que puedes contar con nosotras para lo que quieras, Carol —Traté de animarle.

  - No. Lo siento, chicas. Pero esto es un tema muy diferente. Es algo que debo hacer yo sola.

  - Pero también influye a nuestro posible futuro, ¿no es cierto?

  - Sí.

  - Genial. Eso suena muy creíble y de una persona en la que debería confiar —El sarcasmo fue notable en la voz de Samantha.

  - ¿Y a tí qué te pasa? ¿Por qué te comportas así? —Mi repentino comentario no sólo sorprendió a mis amigas, sino también a mí.— Carol está tratando de ayudarnos e informarnos de lo que ocurre, y parece que lo único que sabes hacer es criticar.

  - no me hables.

  - ¿Qué?

  - Me has oído —De forma infantil, Samantha se giró para no mirarme.

  - ¡Pues claro que te he oído, pero no tiene ningún sentido!

  - Entonces busca un diccionario —Se limitó a responder, con la mirada ahora puesta en sus uñas.

Yo me giré hacia Carol y Ari, sin entender nada de aquello. La última vez que había hablado con Samantha todo estaba aparentemente bien, y no recordaba haber hecho algo que pudiera haberle enfadado.
Ambas se encogieron de hombros.

  - Me rindo. Sigue con tu pataleta de niña pequeña. Cuando quieras hablar de forma razonable, ya sabes dónde está mi habitación.

  - ¿Qué te parece... nunca? —Esta vez sí que giró su cabeza hacia mí.

  - ¿Qué te parece a tí...? —Comencé a responder, pero Ari me dio un ligero apretón en el hombro para que me detuviera.

  - Basta, chicas.

  - Se suponía que esto debía unirnos. No pensé que acabaría así —Carol se veía realmente agotada.

  - No te preocupes. No ha sido culpa tuya. Muchas gracias por informarnos. Creo que... —La pelirroja pasó la mirada de Samantha a mí varias veces.— deberíamos irnos ya. Seguiremos hablando en la cena —Apartó la mano que todavía seguía en mi hombro para después ponerse en pie.

  - Está bien. Hasta la cena.

Samantha no tardó en marcharse de allí también, pero yo me quedé un rato más. No podía evitar preocuparme por mis amigas, aunque a veces me metiera donde no debía por ello.

  - Carol, ¿te encuentras bien?

Ella me mostró una casi creíble sonrisa y asintió. Parecía como si fuera un movimiento ensayado.
Con aquello me dejaba claro que no hablaría aunque yo insistiera. Me puse en pie.

  - Umm... otra cosa —Me atreví a añadir cuando estuve a la altura de la puerta.— La solución de la que has hablado antes... no es tan sencilla como has dicho, ¿cierto?

  - No.

  - ¿Y... lo harás?

Carol me miró a los ojos, y por primera vez vi en ellos miedo. Una palabra con la que nunca le habría definido a ella.

  - No lo sé. Lo siento.

  - No importa —Traté de restarle importancia, aunque desconocía por completo el asunto.— Habrá otras soluciones. Ya lo verás.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Aug 28, 2016 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Duck | PAUSADA |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora