Capítulo 12

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Se viene un poco hot este capítulo, así que ya saben a las que no les gusta esto o les molesta, no lo lean jeje.

Mientras almorzábamos Chris llamó a Tom para invitarnos a una fiesta en su casa, así que apenas terminamos tuvimos que partir de inmediato a arreglarnos antes de que se nos hiciera tarde ya que nos pidió estar ahí a las 8, y tomando en cuenta de que iban a ser las 4, dos personas, un baño y un hombre que se demoraba más que yo en arreglarse, nos tomaría tiempo.
Cuando llegamos a la casa me di cuenta de que había dejado mi celular encima de la mesa de la sala de estar, me puse a ver si tenía algún mensaje y sí, lo tenía. Louis me llamó unas 7 veces y tenía dos mensajes de voz de su parte.

- "Hola Andrea, quería decirte que me encantó verte la otra noche y me preguntaba si te gustaría volver a repetirlo, podríamos salir a comer, a caminar o simplemente ir al cine. Espero que estés bien y hablamos para ponernos de acuerdo... te amo".

- " Olvidaba decirte que se te quedó tu chaqueta en mi auto aquella noche y te la vine a dejar pero la señora Campbell me dijo que ya no vivías ahí ¿dónde estás Andrea?".

No quería devolverle la llamada, mucho menos enviarle un mensaje ¿a caso no veía las noticias o leía alguna revista? Es bastante complicado llamar al hombre que amaste con toda tu alma, tu primer amor, que se arrepiente y está luchando contra cielo, mar y tierra por recuperarte, y decirle que estás viviendo con el chico que odiabas y del cual tanto le hablaste ¡ah y claro! Que estás casada con él... difícil de explicar y de comprender, así que la mejor opción era simplemente evitar a Louis y continuar dejándolo enterrado en el pasado, porque eso era, mi pasado.

Mientras me arreglaba había decidido en usar un vestido amarillo pastel que tenía guardado desde hace años y que jamás había usado en mi vida, lo tenía encima de la cama para poder verlo mejor y la idea de usarlo no me convencía mucho, estaba segura de que la fiesta en la casa de Chris no sería una simple reunión de amigos, ya me había dado cuenta que la gente con dinero solía hacer grandes fiestas, masivas paraser exacta. Aún estaba en la disputa por decidir que usar cuando Thomas golpeó la puerta de la habitación.

- ¿Puedo pasar?.- yo seguía envuelta en mi toalla y no tenía nada cerca para ponerme encima.

- Eh... no lo sé, aún no me cambio y no sé.

- Te tengo una sorpresa, quizás te sirva para decidirte ¿puedo pasar?.- le abrí la puerta y él me dio una mirada de pies a cabeza lo más disimulado posible. Llevaba una bolsa en su mano izquierda y dos copas en su mano derecha.

- ¿Por qué estás bebiendo?.- le indiqué ambas copas y él me entregó una.

- Sólo han sido unos dos vasos, no me pidas que abandone algo de la noche a la mañana y este último quería compartirlo contigo.- chocamos las copas y ambos nos tomamos de un sólo trago el alcohol, no estaba tan fuerte después de todo.

- Y bien... ¿Qué sorpresa?.- me extendió la bolsa que llevaba en una de sus manos y de inmediato la abrí.- ¿Es una broma cierto?

- No, me gustaba como te quedaba el otro día y a ti igual, así que te lo compré.- era el vestido negro con escote en la espalda, es decir, el hermoso vestido negro con escote en la espalda.

- No puedo aceptarlo, demasiado dinero.- le estiré de vuelta la bolsa y él la recibió, pero sacó el vestido de adentro y lo colocó sobre la cama.

- Colócatelo y ahí vemos si te lo quedas o no.- eso fue lo último que me dijo y cerró la puerta tras él.

Finalmente me lo coloqué, me encantaba ese vestido y me encantaba como me quedaba, así que apenas me lo coloqué terminé de arreglar mi cabello y mi maquillaje. Salí del cuarto y Tom estaba esperándome en el sillón de la sala de estar para poder irnos, me observó durante unos segundos y sin decir nada agarró su chaqueta y salió, por lo que tuve que ir tras él antes de que le dijese al chofer que se marchara sin mi. Nuestros viajes en auto nunca eran muy entretenidos, lo único que hacíamos era escuchar la radio y cada uno mirar hacia su lado.
Llegamos a la casa de Chris y habían millones de autos estacionados en la calle (bueno, no millones pero si eran muchos) y al entrar comprobé que todos los dueños de los autos estaban ahí dentro. Nos costó encontrar a Chris entre la multitud de gente, pero al vernos se notó lo alegre que estaba y de inmediato me agarró del brazo, arrastrándome hasta el garage con los ojos cerrados.

Obligada a tu amor (Tom Hiddleston)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora