- ¿Andreita? ¿corazón ya te levantaste.- la voz de mi padre se escuchó al otro lado de la puerta y no, no pensaba levantarme.- Andrea, por favor. Comportate como la adulta que eres.
- Por si aún no lo notas estoy haciendo una huelga. De aquí no me sacas.
- Bien, como quieras. En cualquier momento van a llegar y Thomas te va a ver así, toda desaliñada ¿no crees que sería mejor que te viera reluciente para sacarle envidia de lo que perdió?.- Touché, le había dado justo en el clavo.
- Tú ganas.- comencé a remover las sábanas de encima de mi cuerpo.
- Gracias.- el sonido de sus pasos fue disminuyendo.
Decidida a hacer lo que mi padre me dijo, me levanté para darme un baño y lavarme los dientes; para desayunar no había tiempo. Escogí colocarme unos jeans azul oscuro, una blusa rosado pastel junto a una polera blanca debajo para dejar la blusa desabrochada y unos botines color marrón, dejé mi cabello suelto y como siempre un poco de maquillaje suave.
Antes de bajar al primer piso de la casa revisé la hora en mi celular y ya eran la 1 en punto; deberían llegar en cualquier momento y tenía que prepararme psicológicamente.
Bajé a ayudar a preparar la mesa y a ordenar un poco el desorden que tenía mi padre en la sala de estar.- ¿Me traes las copas de la estantería Andrea?.- mi padre estaba colocando algunos platos y las servilletas.
- Okay.- estaba buscándolas cuando el timbre se escuchó por toda la casa.- ¡Papá, abre!
- Abre tú.- me guiñó un ojo mientras tomaba la bandeja con las copas. Me acomodé un poco la ropa e hice lo que mi pidió.
- Hank....- abrí los ojos por la sorpresa.- ¿Qué estás haciendo aquí?
- Anoche te fuiste y no me dijiste nada.- miré al suelo intentando buscar una excusa para que se fuera.
- Sí... no me sentía bien.- pasé la mano por mi cabello nerviosa.
- ¿Fue por mis padres verdad? Tienes que entender Andrea, ellos tienen razón al fin y al cabo.
- ¿Razón?.- lo miré indignada.- ¿Crees que tienen razón?
- En parte.- rodé los ojos y él al notarlo me tomó de los brazos.- Piénsalo un poco ¿qué harían juntos una bailarina con un doctor? No es una pareja muy normal.
- No puedo creer lo que estás diciendo Hank.
- Es la verdad Andrea, pero ellos jamás tuvieron la intención de ofenderte.
- No fue lo que demostraron, tampoco tú.
- Ya, Andy....- me tomó de la cintura y me acercó a mi cuerpo, su nariz rozó la mia.- No me agrada la idea de estar enojados.
- A mi tampoco, pero no voy a ignorar lo que sucedió.- intentó acercar sus labios a los mios pero corrí la cara para impedirlo. Sentí las puertas de un auto cerrarse, lo empujé un poco hacia atrás para alejarlo y él volteó a ver quien venía con el seño fruncido.
- Hola querida.- me dijo Diana, atrás suyo venía el resto de su familia.- Hank, no sabía que estarías aquí.
- Ni yo, pero ya se iba ¿cierto Hank?.- noté la mirada de Tom ensombrecida encima de mi.
- ¿Qué?.- me miró enojado, pero yo no iba a ceder ante su mirada, se rió con ironía y movió la cabeza de un lado a otro.- Bien, me voy.
- ¿No era buen momento? Lamento la interrupción con nuestra llegada.- acomodé mi cabello detrás de la oreja y un poco deprimida.
- No se disculpe, yo les debo una por la mala pasada. Pasen, mi padre está adentro.- Diana acarició mi rostro intentando calmarme y a medida que iban entrando las saludaba hasta que le tocó a Tom ingresar a la casa.
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Obligada a tu amor (Tom Hiddleston)
Fiksi Penggemar12 años luchando contra todos aquellos obstáculos por conseguir sus sueños. Andrea Castille tiene 24 años y toda su vida había soñado con ser una bailarina profesional y reconocida por todo el mundo. Hasta ahora no había conseguido muchos logros, pe...