Capítulo 41

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- ¿Hola?.- contesté el celular media adormilada.

- ¿Aún dormías?.- era Hank.

- Hola, estoy bien. Gracias por preguntar.

- Hola ¿cómo estás?...

- Bien ¿qué sucede?

- ¿Sigues molesta?

- No lo sé ¿tú?

- No lo sé, pero no quiero seguir discutiendo amor.

- Ni yo...

- ¿Te veo hoy después de la presentación?

- Sí, claro.

- ¿Te molesta si llevo a mis padres?.- me quedé en silencio un momento pensando.

- No, está bien.

- Perfecto. Te veo allá hermosa.

- Adiós Hank.- no me atrevía a decirle "amor" o "te amo", lo había engañado...

No tenía ganas de levantarme aún, había llegado tan tarde a mi casa que sentía el peso de un elefante encima de mi cuerpo por las pocas horas dormidas.
Hoy tenía una presentación en el teatro a las 6 de la tarde, pero como siempre debía llegar por lo menos unas 2 horas antes para arreglarme con tiempo; miré la hora en mi teléfono y me di cuenta de que ya eran pasado las dos de la tarde, por lo que ni si auiera tendría tiempo para almorzar. Corrí a darme un baño y a vestirme, por suerte mi padre no se encontraba en la casa para interrogarme del porqué estaba dormida hasta tan tarde, pensé unoa segundos en llamar a Tom y contarle sobre mi presentación pero ¿era correcto hacerlo? De todos modos Diana iba a ir y era probable que ella le comentara algo. Agarré una de las manzanas que estaban en un canasto sobre el mesón de la cocina y una botella con agua del refrigerador, agarré mi bolso con todo lo necesario, las llaves de la casa y salí corriendo para alcanzar el taxi que se acercaba con rapidez.

Creo que eso era algo que no disfrutaba de mi trabajo, pasabas horas y horas cada día de la semana ensayando sin parar, tratando de perfecionar cada salto, giro o equilibro, todo debía ser perfecto en el ballet. Llegaba el día de la obra y con suerte podías comer, tenías que colocarte el vestuario, maquillarte y peinarte; las opciones que hay para comer o beber son mínimas, honestamente ni si quiera debería ir comiendo esta manzana en el camino ya que supuestamente me hincho y eso arruina el vestuario, mi comodidad y el como baile ¡pero jamás me he sentido de esa forma!. Son cosas inevitables que suceden en las presentaciones, es una rutina sin descanso.

Llegué al teatro y todos corrían de un lado a otro, el director estaba estresado como siempre, mis compañeros de baile se maquillaban o se vestían, estaban provando las luces y revisando la escenografía. La obra era "Sueño de una noche de verano" de William Shakespeare, es una obra donde se mezcla el amor, con lo cómico y seres mágicos.

Se supone que hay 4 principales en un inicio Hermia que está enamorada de Lisandro y se escapan de Atenas para poder casarse, Demetrio que era el prometido de Hermia (obligada a casarse con él por su padre) y va en búsqueda de Hermia al saber de su escape, y finalmente Elena, amiga de Hermia y enamorada de Demetrio, ella va en búsqueda de su amor cuando él busca a su prometida. Entre tanto y tanto, por un hechizo de amor todos terminan enamorados de las personas equivocadas y ahí continúa la trama; yo soy Hermia.
Es un ballet bastante entretenido de ver si se conoce la historia de fondo que lo hace nacer. Para quienes no lo hacen puede parecer aburrido o un disparate.

Las horas habían pasado y ya era momento de la presentación, el nerviosismo se sentía a flor de piel al igual que las ansias. El director nos dio unas pequeñas palabras de ánimo que siempre he creído que las dice más para él que para nosotros y dio comienzo a la primera escena.
La obra duraba alrededor de una hora, unos cuantos minutos menos o más, todo dependía de si salía con fluidez y lo fue. Para que una obra logre presentarse en el Aldwych Teathre tiene que estar a un paso de la perfección si es que no lo es ya, al fin y al cabo es uno de los teatros más importantes de Londres y acuden críticos reconocidos, en si, ellos definen el futuro que les vendrá a los bailarines y productores.

Obligada a tu amor (Tom Hiddleston)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora