Capítulo 16

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Capítulo cortito conector, ojalá les guste :)

Llegamos a la casa de Thomas y los nervios me invadieron de inmediato, pero apenas él tomó mi mano para dirigirme hacia la entrada me sentí un poco más relajada; no sé que tendría este hombre, pero cada vez que alguien está cerca de él puedo asegurar que se sienten seguros de inmediato. Tocó el timbre y la primera en abrir fue su madre, una mujer adorable y muy alegre, Thomas tenía su misma sonrisa.

- Thomas.- se abrazaron por un largo rato entre risas.

- ¿Recuerdas a Andrea Castille?.- Tom volvió a tomar mi mano.

- ¿Andrea Castille?.- su mirada sorprendida se desvió hacia mi.- ¿Tú eres Andrea Castille?

- Eso creo....- me reí un tanto nerviosa.

- ¡Pero mira que hermosa estás!.- se acercó a mi y me abrazó del mismo modo en que lo había hecho con su hijo.- Eres la viva imagen de tu madre querida.

- Gracias Diana.- le sonreí con un poco de nostalgia.

- Vengan, pasen.- la seguimos por el pequeño pasillo que llevaba hasta la sala de estar.- No los esperaba hasta dentro de unos días ¿qué sucedió?

- Tuvimos unos pequeños inconvenientes, luego te explico.- escuché unos pasos que venían corriendo desde el segundo piso y que ya venían bajando las escaleras.

- ¡Thomas!.- la imagen de Emma se hizo presente en el salón.

- ¡Emma!.- se abrazaron con fuerza y luego me miró a mi un poco más calmada.- Tú debes ser Andrea, es un gusto.

- Emma.- Tom la tomo de la cintura y le habló cerca del oído pero aún así, todos escuchamos.- Ya conoces a Andrea, iba conmigo en la escuela.

- Es la hija de Sussy Castille mi amor.- sus ojos se agrandaron y se posaron en mi, era la misma mirada que había tenido su madre.

- Wuo, estás muy cambiada.- se lanzó de sorpresa encima mío y se separó rápidamente.- Hace mucho que no te veía.

- Es un placer volver a verte Emma, estás mucho más grande a cómo te recordaba.

- ¿Y Sarah?.- le preguntó Tom a su madre.

- Estaba en el jardín hablando por teléfono, anda a verla.- Thomas me sonrió en señal de que lo siguiera y eso hice. Salimos al jardín, que era bastante grande, y ahí estaba Sarah con el celular en su mano. Apenas nos vió cortó su llamada y se acercó a nosotros.

- Tom.- lo abrazó con delicadeza y luego me miró de pies a cabeza analizando mi imagen.- Andrea ¿cierto?

- Sí....- su presencia me cohibía, ella siempre me había odiado cuando era compañera de su hermano.

- Que curiosa es la vida, tanto que se odiaban cuando niños y ahora están casados ¿por qué te lo tenías tan guardado Thomas?

- Sabes como son los periodistas, cualquier cosa extraña que vieran iban a empezar a hablar... quería tener una relación normal y un matrimonio sin cámaras por todas partes.- no se notó muy convencida con su respuesta.

- Bueno, felicidades.- su sonrisa se veía un poco sínica, en especial por el hecho de que su voz se escuchaba con desprecio.- Ahora si me disculpan estoy atendiendo unos asuntos.

- No te preocupes.- el gesto de Tom se veía rigido y cuando volteó a verme se enterneció.- ¿Llevamos las cosas a nuestra habitación mi amor?.- yo asentí y el me dio un beso corto en los labios; volvió a coger mi mano... ya se le estaba haciendo una costumbre hacer eso.- Vamos.

Volvimos a entrar y subimos las escaleras. Llegamos a la primera habitación que se encontraba a mano derecha. Era un cuarto bastante amplio y con una decoración sobria pero a la vez elegante, sin duda alguna era su habitación. Cogió la maleta que llevaba en mi mano y la metió dentro del armario con la suya. Me acerqué a la ventana a observar el paisaje que se tenía desde ahí y era realmente hermoso, Londres aunque estuviese completamente nublado se vería hermoso desde donde fuera.

- ¿Estás bien?.- se situó a mi lado para observar por la ventana.

- Sí.- le di una sonrisa leve.

- Disculpa a Sarah, no es una persona muy sociable cuando se trata de presentarle nuestras parejas.

- ¿Ya te había sucedido?

- Sí.- se rió nervioso.- Una vez y a Emma le debe haber pasado ya unas tres veces.

- Descuida, es normal en los hermanos mayores; no les gusta verlos sufrir.

- Contigo no podría sufrir.- acercó su mano a mi rostro y lo acarició.- No terminé de decirte lo que quería contarte en tu casa.- los nervios se me pusieron de puntas.- Sé que esto comenzó como un acuerdo que nos beneficiaría a los dos, pero yo ya no lo siento así.

- ¿Ah no?.- sentí como sus dedos iban bajando de mi rostro hasta el resto de mi cuerpo recorriendo mi silueta.

- No... no he logrado olvidarte Andrea, han pasado años pero sigues produciendo el mismo efecto en mi.- acercó su rostro al mío.- Sigo enamorado de ti.

Tomó mi rostro con su mano y acabó con la corta distancia que nos separaba. Muy en el fondo deseaba que esto sucediera, sentir sus labios, su respiración cerca de mi boca y su caricia; nos fundimos en un beso profundo que con cada segundo que pasaba se iba intensificando. Nos separamos un poco con la respiración acelerada y Thomas con una sonrisa en su rostro volvió a besarme.

- No tienes idea de cuánto deseaba hacer esto.- me reí nerviosa ante su comentario.

- Yo creo que sería mejor que bajemos antes de que empiecen a sospechar algo.

- Está bien.- me dió un beso corto en los labios pero que me dejó con deseo de más.

Desde ahora las cosas cambiarían entre nosotros, no sabría decir si las discusiones se acabarían ya que era algo tan nuestro que no sería capaz de confirmarlo, pero aún así el cambió ya había comenzado: nos sonreíamos más y nos notabamos un poco más unidos, algo real se podía notar entre nosotros aún cuando todo había comenzado como una mentira y en parte seguíamos viviendo en una.

Obligada a tu amor (Tom Hiddleston)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora