Obligada a tu amor (Tom Hiddleston)

Capítulo 34

- ¡AHHH, TOM!.- un fuerte dolor en mi vientre me despertó en mitad de la noche.- ¡TOM, AHHH!.- la puerta de la habitación se abrió de golpe y Emma entró.

- ¿Andrea qué sucede?.- su rostro demostraba pánico por mis gritos.

- ¡ME DUELE MUCHO!.- le contesté en un sollozo con las lágrimas corriendo por mi rostro.- Ayúdame Emma, por favor.

- ¡MAMÁ, TOM!.- se levantó de la cama para ir a gritar por la puerta y volvió a mi lado.- Calma Andrea, ya pasará ¿dónde te duele? ¿que sientes?

- El vientre....- mi respiración ya estaba agitada.- Son cómo clavadas ¡AHHHHH!

- ¡¿Qué sucede?!.- Tom apareció por la puerta y al verme corrió a mi lado.- ¡¿Andrea que te pasa?!

- La niña Tom ¡AHH!.- le contesté entre lágrimas y entrecortado.- Nuestra niña...

- Dice que tiene clavadas en el vientre Tom.

- Tengo que llevarla a un hospital ¡ahora!.- Emma se fue corriendo a no sé donde, Diana y Sarah observaban con terror la escena, Tom se acercó a mi, me destapó y me tomó entre sus brazos.- Calma amor, calma.

- ¡Me duele mucho!.- el dolor era cada vez más fuerte y ya no era capaz de soportarlo.

- Resiste Andrea, por favor resiste.- me llevó en brazos por las escaleras hasta el auto donde Emma nos estaba esperando al volante; apenas subímos arrancó a toda velocidad.

Tom iba sentado a mi lado y aún me llevaba en sus brazos listo para bajarse, mis gritos de dolor aumentaban en volumen, sentía que me iba a morir y el miedo a perder a mi hija me hacía sentir aún peor. Nos demoramos la nada en llegar hasta la entrada a Urgencias del hospital y apenas el auto se detuvo, Tom abrió la puerta del auto y se bajó corriendo conmigo en brazos hasta la entrada.

- ¡Ayúdenme por favor!.- giraba mirando a todos lados.- ¡Es urgente!

Una enferma se acercó a verme e hizo una seña a uno de sus compañeros que luego apareció con una camilla, me colocaron sobre ella y partieron corriendo por el pasillo mientras decían cosas que no comprendía. Tom iba atrás de nosotros sin quitarme la vista de encima pero una de las enfermeras lo detuvo ya que no podía ingresar al lugar y en apenas un susurro pronuncié su nombre en un último suspiro de dolor.
Me llevaron hasta una sala de cirugías e ingresó un médico que sólo se le veían los ojos ya que llevaba cubierto su cabello y boca.

- Te vamos a colocar anestesia ¿okay? Todo va a salir bien.- me acercó una mascarilla y poco a poco mis ojos pesaban más de lo normal, pero antes de cerrarlos escuché unas últimas palabras dirigidas hacia mi.- Tienes que ser fuerte preciosa ¿entiendes? La mitad del trabajo depende de ti.- luego de eso no supe nada más de lo que ocurría.

Me costó mucho volver a abrir los ojos, era como si algo no me lo permitiera, pero poco a poco lo logré y me di cuenta de que estaba rodeada de paredes blancas. En mi brazo derecho tenía conectada una bolsa de suero y con la vista aún un poco difusa logré notar que las cortinas estaban cerradas, que enfrente de mi cama había una pequeña mesa alargada de madera y que a mi lado izquierdo estaba la puerta de entrada y cerca de mi cama un sillón donde Thomas estaba dormido. Lo quedé mirando un rato y con la poca fuerza que tenía estiré mi brazo para poder tocar su mano que estaba sobre la baranda de la cama, tan sólo con sentir mi tacto abrió sus ojos y me miró con preocupación.

- Despertaste amor.- tomó mi mano y la sostuvo con fuerza.- Iré por el médico ¿si?

Simplemente asentí y él se retiró, al rato después volvió con el doctor que supuse era el mismo al que sólo conocía por sus ojos, era un hombre canoso de ojos castaños y llevaba una bata blanca sobre su ropa.

- Soy el doctor Leuithan ¿Cómo te sientes Andrea?.- me preguntó al acercarse a la cama.

- No lo sé... ¿qué sucedió?.- noté que Thomas agachó la cabeza y que el médico suspiraba antes de hablar.

- Tuviste un aborto Andrea.- me quedé impactada y sentí como si mi respiración se acababa.- Estuviste a punto de morir, así que debimos realizar una operación para poder sacar a tu bebé de tu vientre. Lo lamento mucho.

- Pero....- intentaba comprender la idea, pero mi mente estaba nublada por la tristeza y la rabia.- Pero ¿cómo?

- Aún no estamos muy seguros de que pudo haber sido, pero creemos que se puede de tratar de alguna especie de droga.- Tom seguía a un lado del médico con la mirada fija en el suelo y noté que unas lágrimas caían de sus ojos.

- Yo no he consumido nada.- le dije con seguridad.

- Quizás alguien te hizo consumirla sin saberlo, pero hasta no obtener los resultados de los exámenes no te puedo asegurar nada.- tomó mi mano y me miró con compasión.- Ahora debes descansar, te vendré a ver más tarde.

- Gracias....- después de esto el médico se retiró y nuevamente quedamos los dos solos.

Ninguno hablaba, no podíamos hacerlo y tampoco podíamos mirarnos, sabía que si lo hacía el llanto que estaba reteniendo se iba a arrancar. Tom levantó la cabeza y suspiró profundo, se acarició el puente de la nariz y secó sus lágrimas; podía sentir su mirada fija en mi.

- No lo entiendo Andrea, de verdad que no.- su voz era temblorosa y eso hizo que me quebrara.- ¿Por qué nos ocurre esto? ¿qué hemos hecho mal?

- Me siento tan vacía Tom.- pasé mi mano por mi vientre para apreciar que realmente ya no la tenía.- Sólo faltaban 3 meses para poder verla y tenerla entre mis brazos. Ver sus ojitos recién abrirse, sentir sus manitos y sus pies tan pequeñitos, arrullarla para calmarla....- él también estaba quebrado y lloraba de pie al lado de mi cama.- Iba a tener tus ojos y su cabello sería como el mío, sólo que también iba a heredar tus rizos; iba a ser preciosa... ¿qué hice para que me la quitaran antes de tiempo? ¡¿qué?!

- Tú no hiciste nada mi amor.- se sentó a mi lado y me rodeó con sus brazos.- No hiciste nada...

- Yo sólo quería sostenerla, eso era todo... quería protegerla.- ambos nos ahogábamos en nuestros sollozos.- ¿Por qué no se salvó ella Tom y yo sí? Ella no merecía morir.

- Tú tampoco lo merecías... Hubiese muerto si las perdía a las dos, estaría más hundido de lo que estoy...

- No lo entiendo...

- Ni yo...