Capítulo 31

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Fue un vuelo largo y silencioso, no deseaba escuchar música porque la música me hace pensar y era lo que menos necesitaba. Cuando el piloto aviso por los parlantes que abrocháramos nuestros cinturones porque estábamos por aterrizar me decidí a partir bien, al fin y al cabo era una ciudad nueva con nuevos proyectos y nuevas personas... si quería que las cosas ocurrieran de manera correcta, debía partir con el pie derecho y el estar lamentándome porque Thomas no había ido a rescatarme de esta locura , significaba que era el momento de cometerla.

Caminé a buscar mi equipaje y salí pensando en quién sería el tal John del cual Luke me había hablado. Apenas logré divisar a la distancia un letrero que decía "Srta. Hiddleston"... ¡uhh! Me dolió hasta el alma; era un hombre relativamente alto, cabello castaño, ojos color pardo, llevaba un traje color negro con una corbata roja y tenía alrededor de unos 47 años o algo así, ya que sobre 50 era imposible. Me acerqué hasta él con una sonrisa en el rostro y él fijo la vista en mi.

- ¿Es usted la señorita Hiddleston?.- me paré frente a él y le sonreí.

- Así es y usted debe ser John.

- Así es y es un placer conocerla señorita.- extendió sus manos hacia mis maletas.- ¿Me permite ayudarla con su equipaje?

- Claro.- le entregué una de las maletas y el bolso de mano, yo me quedé con la otra.

- Venga conmigo.- salimos del aeropuerto hacia el estacionamiento y se detuvo frente a un auto negro no muy grande, guardó las cosas en la parte trasera y me abrió la puerta.

Se escuchaba el sonido de los motores de los autos, los ruidos de construcciones cercanas, se podían observar enormes edificios, parques amplios y llenos de naturaleza. Estaba realmente sorprendida por el paisaje, siempre he creído que cada lugar es hermoso a su manera y Nueva York era un lugar precioso. John me miró por el retrovisor y lo escuché reir por lo bajo.

- ¿Es primera vez que visita la ciudad?

- Sí.- parecía una niña pequeña en excursión.

- Con el tiempo se dará cuenta de que Nueva York es una ciudad caótica pero mágica.

- Eso espero.- le sonreí por última vez y volví a profundizar en cada rincón que podía observar.

Llegamos a las afueras de un gran hotel que quedaba frente al Central Park: el Ritz-Carlton. Era un edificio de gran altura pintado en un color que parecía la mezcla entre un café y un grid haciendo que luciera completamente elegante; era precioso. Me bajé del auto y John volvió a ayudarme con el equipaje hasta entregárselo a una de las personas que trabajaban en el hotel, me pasó un papel con su número para que lo llamara cuando lo necesitara y se retiró. Me acerqué hasta el recepcionista y comencé a hablarle.

- Hola.- le sonreí y el hombre me quedó mirando de inmediato.- Tengo una reservación.

- ¿A nombre de quién?.- me quedé pálida, no sabía si estaba a mi nombre o al de Luke ¡no recordaba el apellido de Luke!

- Disculpe pero la verdad es que no sé si estará a nombre de mi agente o mío.

- Deme su identificación.- lo busqué en mi bolso y se lo otorgué, estuvo unos minutos tecleando en el computador.- ¿Andrea Hiddleston?

- Sí....- no estaba acostumbrada a que me llamaran de esa forma, yo seguía siendo Castille al fin y al cabo.- La misma.

- Un placer señorita Hiddleston.- le hizo una seña al hombre que aún tenía mi equipaje para que se acercara.- Lleve el equipaje de la señorita a la souite del décimo piso.

- Enseguida señor.- el hombre agarró las cosas y se retiró.

- Aquí tiene.- el recepcionista me entregó una tarjeta plateada.- En caso de pérdida me lo notifica y solucionamos el problema de manera directa. Que disfrute su estadía señorita Hiddleston.

Obligada a tu amor (Tom Hiddleston)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora