Obligada a tu amor (Tom Hiddleston)

Capítulo 32

Aún era temprano a decir verdad, había llegado al hotel casi a las 5 de la mañana y entre tanto y tanto, eran pasado las 7. Gracias a la vida en la entrada del hotel tenían un reloj enorme indicando la hora ya que como no tenía celular, no tenía donde verificarla o sino, habría parecido una loca desesperada corriendo por las calles de una ciudad desconocida en búsqueda de una farmacia que ni sabía si existía cerca. Me devolví a la habitación un poco más calmada y solicité que me llevaran algo para desayunar, sentía como si el azúcar me hubiese bajado y eso no era bueno... nada bueno.
Estuve mirando por un rato la tarjeta que me había entregado John, dudaba en llamarlo o no, pero finalmente decidí no hacerlo. Es raro que alguien te llame cuando recién amanece para ir a una farmacia con urgencia y luego tener que volver igual de rápido ¿qué pensaría de mi? Así que mejor no, no lo haría.

Terminé de desayunar y me abrigué un poco ya que la mañana estaba un poco helada; ya iban a ser las 9. Volví a la recepción, esta vez mucho más calmada y salí a la calle, intenté ubicar algo a la distancia pero no lo conseguí, así que simplemente me dispuse a caminar.
Después de haber estado caminando por al menos 20 minutos encontré un centro comercial y fui a comprar el tan deseado test de embarazo y por supuesto un nuevo celular. Volví al hotel y por cada paso que daba más nerviosa me colocaba; subí a la habitación, cerré la puerta y lancé todas mis cosas al piso a excepción del test y corrí hasta el baño. Fueron los 3 minutos más largos de mi vida y por cualquier cosa decidí comprar al menos dos más, así que tenía que esperar a ver que decía cada uno; la alarma de mi celular sonó avisándome de que el tiempo había acabado y era hora de la verdad, agarré los tres test y los coloqué encima del lavamanos. Estuvo caminando un rato de un lado a otro, no me atrevía a mirar, pero si no lo hacía de una vez me quedaría sin uñas, me acerqué lentamente y los fui viendo uno por uno:

Positivo - Positivo - Negativo

Me agarré la cabeza con ambas manos y tiré de mi cabello, no podía estar ocurriendo esto ahora ¡no ahora! ¿quién va a querer trabajar con una bailarina embarazada? ¿por qué justo cuando me alejo de Tom? ¿qué va a ser de mi carrera, en la que tanto trabajé por triunfar? Esto no era bueno, en serio nada bueno. Me tranquilicé un poco y desde la puerta del baño vi el computador encima de mi cama, me senté en ella y abrí la pantalla, me conecté a Skype y esperé unos minutos a ver si Thomas se conectaba, lo necesitaba más que nunca. Pasaron 15 minutos hasta que estuvo en línea, así que lo llamé.

- ¡¿Andrea qué pasó? ¿Por qué me cortaste tan rápido? Me dejaste preocupado!

- Necesito hablar contigo Tom...

- ¿Estás bien?.- mis ojos se llenaron de lágrimas e inmediatamente miré al techo para evitar derramarlas.- ¿Qué sucedió?

- Necesito que vengas Tom, necesito que viajes hasta aquí.- mi voz era temblorosa.

- ¿Pero por qué? No sé si pueda ahora Andrea, en unas semanas tengo que ir y ahí podría verte.

- No Tom, te necesito ahora.

- ¿Que pasó?.- se notaba asustado; quizás que cosas pasaban por su mente.

- No quiero decirtelo por aquí...

- ¡Ya dímelo Andrea!.- levantó su tono de voz e hizo que me irritara.

- ¡Creo que estoy embarazada y el único posible candidato para ser el padre eres tú!.- se quedó paralizado, intentaba articular alguna palabra pero nada salía de su boca.

- ¿Cómo lo sabes?.- se notaba serio, más de lo normal.

- Me hice el test esta mañana, dos salieron positivos y el otro negativo. Comencé con mareos y un poco de nauseas apenas llegué al hotel.