Capítulo 28

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Hola! Antes que empiecen a leer el nuevo capítulo quería darles las gracias a todos quienes han seguido mi novela desde el inicio, ya saben cuánto aprecio cada voto y comentario, ustedes me dan ánimo para seguir escribiendo <3 y realmente se los agradezco. Que estén bien y disfruten el capítulo 28 ^^.

- ¿Hola?.- agarré rápidamente mi celular que vibraba encima de la mesita de noche.

- ¿Te desperté?

- No, no Luke, descuida.- me giré para ver que Tom siguiera durmiendo y lo hacía.- ¿Qué sucede?

- Ayer estuve haciendo los trámites con respecto a tu traslado y bueno, tienes que estar allá en tres días a más tardar.

- ¿3 días?.- no sabía que hacer, ni que pensar, miraba nerviosa a Tom.- ¿No crees que es excesivamente pronto Luke?

- Me dijiste que antes mejor ¿no? Pues tienes tres días.

- Sí, pero yo pensaba en una o dos semanas más Luke. Estamos hablando sobre dejar Los Ángeles, alejarme de todo y todos a quienes he conocido.

- Ya está hecho Andrea. Tú lo pediste y yo lo hice, no puedo cambiarlo.

- Está bien, te tengo que colgar...

- Hasta luego.- la llamada se cortó y volví a acomodarme en la cama.

Me quedé por unos minutos mirando a Tom, se veía tan tranquilo, tan relajado, tuve todo el deseo de acariciar su cabello que estaba un poco más largo de lo normal pero me contuve, suspiré y me di un pequeño regaño en mi mente por querer jugarme sucio. Decidí levantarme antes de que se despertara y al llegar a la cocina pude ver con mayor claridad el desastre que era: platos sucios amontonados esperando a ser lavados, un montón de vasos apilados encima del mueble, cajas vacías tiradas por otro lado, botellas de alcohol a medio consumir y cerca del lavaplatos seguían las marcas de sangre de Tom; había pensado en prepararme algo de café pero mejor lo ayudaba a ordenar un poco, la casa estaba así por mi huida de este lugar.

Ya eran pasado las 9 de la mañana cuando estaba terminando de guardar algunas cosas en las estanterías y botar otras en el basurero cuando la voz de Tom a mi espalda me sorprendió.

- ¿Entonces es cierto?.- volteé a verlo y él estaba apoyado en el marco de la puerta con los brazos cruzados.- ¿Te vas a Nueva York?

- ¿Cómo lo sabes?

- Luke me lo comentó la otra vez, creía que ya habías hablado conmigo.

- Me propuso la idea cuando volviste de Londres, no iba a interrumpir un buen momento con una mala noticia.

- No es una mala noticia Andrea. No todos tienen la oportunidad de aparecer en una serie y tener tu propia academia de baile.

- Sí... pero no sé actuar Tom.- me quedó mirando en silencio por unos segundos y me sonrió.

- Les encantarás.

- ¿Cómo está tu mano?.- se miró el vendaje que llevaba antes de responderme.

- Supongo que bien, espero que tu talento de enfermera haya surgido efecto.

- Oh lo hará, creeme.- ambos nos reímos; se sentía tan bien volver a reír junto a él.

- Andrea.- se acercó hasta mi acortando toda la distancia que estaba entre nosotros.- ¿Podemos hablar?

- No creo que sea buena idea Thomas, las cosas ya sucedieron y no creo que esté bien seguir removiendo la herida.

- Está bien....- se volvió a alejar con la mirada un poco perdida y el ceño fruncido, su tono cambió a uno completamente frio y duro.- Deja tus llaves encima de la mesa que está en la entrada antes de irte.

Obligada a tu amor (Tom Hiddleston)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora