No pude hacerlo, y simplemente lo abracé. Lo abracé con todas mis fuerzas, y él me correspondió.
-No sé qué es lo que te pase, pero sabes que soy tu amigo y acá me tenés para lo que sea. Tranquila que todo pasa.
Ya está, voy a verlo como un amigo y nada más.
-Gracias Pato. -le dije-.
-Mejor vamos a dormir, ¿dale?
-Respecto a eso, con vos al lado mío es imposible que duerma. Mejor voy con Melina.
-¿Por qué es imposible que duermas? -me preguntó-.
Creo que metí la pata, y hasta el fondo.
-No nada, es sólo qué...mejor voy con Melina.
No se me ocurrió ninguna excusa, pero él sólo sonrió. Creo que fuí demasiado obvia.
-Bueno anda, como quieras.
Tenía que insistirme, todo mal Patricio, todo mal. Me tomé la copa de vino y me quise ir directo hacia Melina, pero Pato me agarró del brazo.
-¿No me vas a saludar? -dijo con decepción-.
Sonreí y le dí un beso en la mejilla, pero él corrió la cara y se lo terminé dando en otro lado que no quería. Las ganas de seguir con el beso me podían, pero opté por alejarme y disculparme.
-Perdón, yo no quería, fue sin querer. -exclamé, sintiendo como la sangre se me subía a la mejillas-.
-No pasa nada, tampoco fue tan malo. Buenas noches. -sonrió, para después irse, dejandome con las palabras en la boca, el corazón en las manos, las famosas mariposas en el estómago y mis sentimientos a tope-.
Relamí mis labios, sintiendo los suyos otra vez. Fue un simple "pico", pero el mejor de mi vida, sin duda. ¿Cómo iba a dormir, después de eso? Fuí con Melina, para descansar con ella.
-Hey, haceme un lugar, no quiero dormir con Pato. -le dije-.
Ella se negó rotundamente.
-Afrontalo ____, no podés vivir escapandote de todo. Y deberías aprovechar las oportunidades, porque después te arrepentís como una boluda. Haceme caso.
Después de sus palabras, me dejó muy pensativa, pero al final le terminé dando la razón. No puedo vivir escapandome, ya fue, me arriesgo. Le agradecí y fuí a mi pieza. ¿Cómo voy a mirarlo después de ese pico? Decidí dejar de lado mis inseguridades, y lentamente abrí la puerta, pero él no estaba ahí. ¿Qué onda?
-¿Pato? -dije, rezando que me conteste-.
No me respondió nadie, decidí buscarlo por toda la casa y no estaba por ningún lado. Volví a mi habitación y seguía sin estar.
-Patito de mi vida, una vez que decidí no escapar de vos, ahora vos sos el que se escapa...-dije en voz alta-.
Me acosté en mi cama, bastante pensativa. Cerré los ojos y sentí que alguien tocaba mi mejilla, luego mis labios y por último jugar con mi cabello. Abrí los ojos, asustada, y ahí estaba él.
-¿Dónde te metiste, pedazo de boludo? Me asusté, no estabas en ningún lado.
-Estaba debajo de la cama che, hasta los pies se me veían. -dijo entre risas-.
Después me empecé a reír yo, hasta que me acordé que dije en voz alta algo que supuestamente él no estaría escuchando. Esta vez sí que metí la pata.
-¿Escuchaste algo que dije, no?
Él asintió con la cabeza.
-Bueno, olvida eso que dije, y vamos a dormir, ¿sí?
Sonrió y se acostó al lado mío. Intenté acostarme lo más lejos de él posible, pero no podía. Yo era como un metal y él era un imán, imposible que me despegue. Lo abracé y me acosté en su pecho, mientras me hacía caricias en el pelo. Podía escuchar su corazón, que raramente estaba acelerado. Ya estaba saliendo el Sol, así que decidimos dormirnos, de una vez. Y así fue, después de un largo y duro día, casi al instante, caímos en un profundo sueño.
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Tu locura [Pato Sardelli]
Fanfiction¿Qué harías si conoces a tu ídolo, luego de tanto tiempo esperando, pero las cosas no resultan como vos esperabas? El amor nunca es fácil, el amor al final del día siempre duele, y eso ____ lo tiene más que claro. Dicen que después de la tormenta sa...