Capítulo 42: El gran Cuty

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-Bueno, antes de que empecemos con la charla, hago un cafecito que es mi especialidad. -interrumpió Guido, caminando hacia la cocina-.

-Uh rubio, vos con el café, si después no duermo no te quejes. -me reí, contagiandole la risa a Gastón-.

Mientras Guido se fue a hacer café, en la habitación reinaba silencio.

-Gracias por venir Faustino. -susurré-.

Él me palmo la espalda, en señal de que no me preocupe por agradecer. Amo poder confiar en él, tener a alguien con quien contar. Luego de unos minutos, apareció el rubio con tres tazas de café, que la verdad me hacía falta. Mi cuerpo necesitaba cafeína. Volvió a su asiento y le dio a cada uno una taza.

-Bueno, ahora sí. -rompió el silencio Gastón-.

Tomé un sorbo de mi café y me dispuse a hablar yo primero.

-Mira Gastón, esto que te vamos a contar muere acá. -lo miré serio y él simplemente asintió con la cabeza-. Resulta que en la fiesta esa, me puse bastante borracha, o eso creo yo. No me acuerdo muy bien, pero sí hay una imágen en mi cabeza de nosotros dos en un auto.

-Respecto a eso, te pusiste en pedo y yo te lleve hasta la casa de Guido en su auto. Me quedé con vos hasta que prácticamente te caías dormida, así que no sé cuál es el problema. ¿El beso? No hay problema por eso, yo ya...

-Para, ¿de qué beso estás hablando Gas? -fruncí el ceño-.

-Ah, ¿no te acordas? Bueno, no importa, mejor así.

-Decime. -insisti-.

La verdad es que quería saber de qué beso me estaba hablando. No me acordaba de absolutamente nada, pero ya se me ocurre qué puede llegar a ser. Y espero equivocarme.

-Me besaste. Y bastante intenso fue ese beso, pero yo obviamente me alejé. -dijo seriamente-. No me iba a aprovechar de vos, y sumandole que sos la ex novia de mi hermano mucho menos.

-¿Me estás cargando? Es increíble, cuando uno se pone en pedo es capaz de cualquier cosa. Perdoname Gasti, sabes que yo no quise causarte esa incomodidad. Me siento alta Jessica 2.0. -agarre mi cabeza en mis manos, aún sin creer que fui capaz de hacer eso-.

Guido sólo se limitaba a abrir los ojos sorprendido y mirar de un lado a otro, sin expresar palabra alguna.

-No pasa nada ___, quedate tranqui, fue sólo un beso. Bueno, volviendo al tema, seguime contando.

-Ah sí. -aclaré mi garganta-. Cuando vos te fuiste, yo me estaba haciendo la dormida, o no sé qué es lo que estaba tratando de hacer en ese momento, pero estaba despierta y con ganas de más joda. Resulta que prendi la música, agarre como tres botellas de alcohol que tenía Guido en su casa, y no me acuerdo de mucho más. Sonaba bajos instintos cuando sentí que alguien me agarraba de la cintura...

-Sigo yo, ¿sí? -me dijo Guido-.

Asenti con la cabeza y miré de reojo a Gastón, que se veía bastante estupefacto.

-Bueno, era yo. No sé cómo llegué ahí pero era yo el que la estaba abrazando. Y bueno, sabes que cuando escucho bajos instintos me dan ganas de ponerla y...

-¿Tuvieron...? -preguntó Gastón sin creerlo-.

-Sí, tuvimos. -dijimos ambos al unísono-.

-Ustedes son dos boludos importantes. -nos retó Cuty-.

-Se viene el sermón...

-Mejor callate rubia, me estoy absteniendo de cagarlos a puteadas. -frunció el ceño el mayor-.

-Gastón tiene razón. -lo miré a Guido-.

-Bue che, volviendo al tema, me siento una basura de hermano.

-Y yo me siento una trola, con los dos hermanitos de mi ex me metí. Encima son mis ídolos, mi gran banda de rock.

-Los dos estaban inconscientes, no se culpen. No estuvo bien lo que hicieron, pero no hay nada que no pueda solucionarse. Simplemente estaban en pedo y son cosas que pasan. Lo importante es saber vivir con eso y no echarse la culpa día a día. Sepan perdonarse. Ahora sí, no vayan a hacerlo sobrios porque ahí es otro tema. -explicó Faustino con tranquilidad-.

-Bueno gracias che, sos de oro. -me levanté a abrazarlo-.

-No hay de qué, para eso estoy, para apoyarlos. -sonrió, causando que se le achinen aún más los ojos-.

Nos quedamos un rato hablando de boludeces como solemos hacer para aliviar un poco el ambiente, hasta que Gastón tenía que irse porque había recibido una llamada importante.

-Gracias por todo Cuty. -le di un beso en la mejilla-.

-Chau, cuidense. -sonrió, para después abandonar el lugar-.

Suspiré y me dejé caer en el sillón. Armido se acercó a mí y se sentó a mi lado. Abrió la boca para decir algo, pero parece que se arrepintió.

-Te dije que iba a ser mejor hablarlo a todo esto. -lo miré a los ojos-.

-Sí, tenías razón, nos sacamos un peso de encima.

Iba a decirle algo, hasta que sonó mi celular. Me estiré hasta poder agarrarlo y me fije qué era. Un mensaje, y de nadie más ni nadie menos que...

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Les dejo la 'intriga' jajaja, gracias por leer! Agradecería mucho que dejen sus comentarios y votos para saber qué les parece y toda la gilada. Bueno, gracias por todo!

Tu locura [Pato Sardelli]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora