You •Rock Lee y Tú• ◀Naruto Shippuden▶ [EN EDICIÓN]

Capitulo 34: Naruto // Cuidaremos de Yasushi

Desperté, me removí en mi lugar observando con dulzura a Yasushi, aquel dormía tranquilamente. Lee estaba al otro lado, me abrazaba por la cintura y delicadamente se recostaba en mi espalda. Podía sentir su aroma de nuevo, suspiré y me volví a recostar.

Yasushi abrió sus preciosos ojos color avellana y me miró fijamente, lo besé en la frente y este me sonrió francamente. Aquel volvió a dormir, me voltee a ver a Lee y lo abracé muy fuerte, me recosté en su pecho y cerré los ojos. Sentí como me acariciaba el cabello, debí haberlo despertado cuando me acerqué a él. Me levanté, quedándonos frente a frente, solo nos mirábamos, con eso decíamos todo.

Una sonrisa traviesa se escapó de su rostro, lo besé con dulzura mientras nos sonrojábamos,  podía sentir el calor que provocaban nuestras mejillas. Nos separamos por falta de aire, aún a si lo hicimos lentamente mientras nos mirábamos ambos con ternura.

— Lee... no quiero perderte ¿Vale?... — hablé con franqueza mientras este me miraba extrañado y reía divertido. — ¿Qué es lo gracioso? — susurré para no despertar al pequeño mientras fruncía el ceño.

— Lo gracioso en esto es que... — lo escuché con atención. — Es que ese es mi temor más grande. — lo vi sorprendida. — Siempre pienso en que puedo perderte... 

— L-Lee... — susurré. — No vas a perderme. — sonreí.

— ________, tú eres para mi...

— ¡________, Lee, Yasushi, despierten! ¡De veras, les tengo una gran noti... — paró de hablar al vernos a los dos muy juntos. Yasu saltó de la cama bastante asustado.

— ¡Ay, Naruto! ¡¿Quién demonios te dejó entrar?! — chillé separándome completamente de Rock Lee y abrazando a Yasushi a fin de calmarlo un poco. El rubio se puso las manos a la cabeza sonriendo.

— Pues... esta vez si toqué la puerta, Tenten me dejó pasar... — dijo riéndose.

— ¡Maldición, Naruto! — musitó Lee incorporándose. — ¡Se refiere a que por qué rayos no llamaste a la puerta de MI habitación!.

— Bueno, bueno... — sonrió con energía. — No se enojen, lo siento ¡De veras!.

— Está bien... — hablé acercándome a él dándole golpecitos suaves en su cabeza, este sonrió y yo imité su acción. — Y-Ya que estás aquí... — bostecé. — ¿Nos acompañas a desayu...

— ¡Vaya, creí que jamás lo dirías, claro que sí! ¡Iré a prepararme, de veras! — chilló Naruto corriendo rápidamente hacia la cocina. Voltee a ver a Lee con una cara confundida, aquel se encogió de hombros y rió divertido. Yasushi quedó perdido en la conversación, para luego levantar la mirada y sonreírme.

— Bueno... — dije cargando al pequeño en brazos. — Vamos a desayunar. — les sonreí a ambos. Lee asintió y se levantó para caminar conmigo hacia la cocina, donde yacían esperando Tenten, Neji y por supuesto, Naruto, quien sonreía enérgicamente.

— Buenos días. — los saludé.

— B-Buenos... d-días... — habló en tono bajo un Yasushi tímido. Tenten nos sonrió y Neji esbozó una típica media sonrisa.

— Hola. — sonrió Lee.

— ¡Sientate a mi lado, Yasushi! — exclamó Naruto quien parecía bastante contento. El pequeño asintió y corrió a abrazar al rubio que imitó su acción, yo me quedé estupefacta como todos. Supongo que se llevan bien desde ayer.

Lee y yo cruzamos las piernas al sentarnos en las pequeñas almohadas del suelo.

— Y bien Naruto... ¿Qué es esa gran noticia que tenías que decirnos? Que al parecer es muy importante, tanto como para irrumpir en la habitación ¿Verdad? — hablé irónicamente mientras aquel sonreía nerviosamente.

— Bueno verás, ¡Conseguí que la abuela Tsunade aceptara que el equipo Kakashi y el equipo Gai tengan una misión juntos. Comenzaremos la próxima semana!

— P-Pero... — suspiré. — Me gustaría, Naruto, pero tengo que cuidar a Yasu.

— No... él se irá la siguiente semana. — se entristeció Lee y el pequeño bajó la cabeza.

— ¡¿Qué?! No, no, no, no, no puede irse tan rápido.

— Tampoco me gustaría que se fuera pero... si no se va para la próxima semana, el lugar donde lo cuidan no querrá aceptarlo de nuevo.

— ¿D-Donde lo cuidan, dices?... — hablé algo confundida. Entonces... ¿Yasu vive en algo parecido a un orfanato? ¿Por qué no lo cuidan sus padres?... — ¡Lee, tú puedes tenerlo! — exclamé con alegría. — Eres su hermano... — al pequeño le brillaron los ojos.

— No creo que tenga... la capacid...

— ¡Yo te apoyaré, lo cuidaremos juntos! Pero... por favor... no dejes que se valla. — hablé casi gritando mientras abrazaba a Yasushi fuertemente, sentí de repente una gota cayendo por mi mejilla. Estaba llorando... por un pequeño con el que me había encariñado demasiado rápido y por esa misma razón no lo dejaría ir.

— _-_________... — susurró mi nombre y me sonrió. — Esta bien. — agregó y Yasu y yo  corrimos a abrazarlo. Le di muchos besos en la mejilla y este sonrió.

— ¡Ay, que bueno que todo este bien! — rio Naruto. Todos en la habitación comenzamos a reir. Miré a Lee y este me sonrió.