You •Rock Lee y Tú• ◀Naruto Shippuden▶ [EN EDICIÓN]

Capitulo 19: [Parte 2] Lee... ayudame...

Todos se encontraban muy felices, en especial yo, tengo que admitirlo. Lee me hace sentir toda clase de cosas, toda clase de emociones, todo tipo de sentimientos.

Tenten se encontraba muy feliz al lado de Neji, cuando voltee a verla pude observar a aquella bastante alegre junto a un reno bastante tímido.

Naruto se encontraba coqueteando con Sakura, aunque ella solo se reía. Hinata estaba al otro lado de la habitación y se veía algo enfadada... ¿Es que Naruto trae a todas las chicas a sus pies? aunque tendría que sincerar, yo también estaría en esa situación y es que con ese traje de hombre de las nieves nadie puede resistir a reirse.

Reí ante aquel pensamiento mientras Lee me miraba extrañado.

«Debe ser porque te ríes sola»

— ¿De qué ríes? — me preguntó curioso. Yo solo sonreí.

— Nada... solo estaba pensando en Naruto... — aquel me hizo una mirada de fastidio. — ¡No de esa manera! — informé y él me volvió a sonreir. — Es que se ve realmente divertido con ese traje de hombre de las nieves. — hice una media sonrisa y Lee dio carcajadas sonoras.

Sakura se me acercó y sonrió divertida.

— ¡Felicidades, enserio! — me abrazó y bajo la cabeza en señal de saludo hacia Lee. Me separé de ella y le sonreí.

Salí a tomar aire, sin antes hechar un vistazo a Gai-Sensei, quien estaba bebiendo licor y bailando mientras gritaba “Soy el mejor” hacia Kakashi-Sensei. El recién nombrado lo miraba casi con terror y muchos reían, contándome a mi.

Voltee a ver a Lee quien continuaba hablando con Shikamaru y Chōji. Aquellos son bastante dulces aunque Shikamaru sería ayudaría si no diría que todo le parece un fastidio.

Rei y di media vuelta hacia la puerta pero la chica de ojos blancos, la  Hyuga.

— No, ___________, por favor no salgas.

— ¡Oh, Hinata! — la saludé. — ¿Ehh?... ¿Por qué no?

— Solo no, ¿Está bien?...

— Solo voy a tomar aire, no te preocupes...

— Oh, esta bien... — habló tímida.

Aquella se fue mirandome de vez en cuando. Me encogí de hombros y la seguí.

— ¡Hinata! — corrí hasta ella. — De veras que me da gusto que estés aquí. — la abracé. Aquella me sonrió con confianza y cada una nos fuimos por nuestro lado.

Sali a tomar un poco de aire fresco, la noche estaba realmente hermosa, la luna estaba llena y una ola de estrellas la adornaban al rededor.

Alguien me sostuvo por atrás y me tapó la boca, intenté gritar pero un trapo con un liquido me hacía cerrar de poco a poco los ojos.

— Lee... ayudame... — dije en mi cabeza antes de caer desmayada.