Harry
Todos los que me observaban me preguntaban por mi rostro o mis golpes, estaba a punto de matar a la siguiente persona que lo hiciera en este día, y más ganas de matar a una persona en específico. Y sí, es Niall Horan, ese pendejo que ni siquiera está en la cafetería para molestarlo. ¿Por qué no está? ¿Dónde está? ¿Por qué me interesa lo que le pase? es tan absurdo, desde hace días no dejo de pensar en cualquier cosa que esté relacionada con ese puto chico. Está en mi maldita mente todo el puto tiempo y quiero sacarlo de allí sea como sea, pero no puedo. Solo puedo relajarme cuando golpeo o trato mal a alguien, y ese alguien que se ha convertido en mi acosado favorito no está, Tomlinson tampoco está, así que supongo que están juntos. ¿Qué harán los dos? es algo que me pregunto mucho, pero que me recrimino muchas veces. No debe importarme nada que tenga que ver con Niall, solo molestarlo.
-Harry, amor –Era Britanny, la chica con voz de pito, pero sí que era muy buena en la cama.
-¿Qué paso, preciosa? –Sonreí con picardía y Britanny se sonrojó. Otro día me hubiera parecido muy sexy, pero hoy, hoy solo no siento nada.
-Quería preguntarte algo –Sonrió y luego se sentó en la silla que estaba frente a mí. Michael, Luke y Daisy estaban comprando los almuerzos, así que me encontraba solo.
-Soy todo oídos –Le mostré una gran sonrisa. Metí una mano bajo la mesa hasta dar con la pierna de Britanny, esta se tensó al instante. Sonreí, estaba nerviosa –Dime lo que quieras hermosa –Empecé a masajear su pierna delicadamente, hacia círculos en esta. Britanny estaba sonrojada. Me entraron unas inmensas ganas de tener sexo con ella, ahí mismo en la mesa de la cafetería, sin importar que nos vieran. Nunca había estado en contra de la exhibición, y ser visto por todos no me daba ningún problema.
-Ha-rry n-nos es-tán vien-do –Titubeó. Esta miraba hacia todos lados preocupada, mientras que yo iba subiendo más y más hasta llegar a la tela de la corta falda que tenía.
-¿Desde cuándo te importa que te vean, cariño? –Esta sonrió nerviosa. Mi mano siguió viajando hasta internarse por debajo de la falda. Empecé a masajear su muslo... cuando.
-¡Volvimos, Harry! –Gritó Daisy. Britanny rápidamente se levantó de la mesa asustada y me miró preocupada.
-Que bien –Reí secamente. Me habían cortado la oportunidad de un maldito polvo.
-Bueno, creo que mejor me voy –Dijo Britanny apenada –Harry, cariño, después te llamo para preguntarte lo que te iba a preguntar –Asentí con la cabeza y esta se marchó como alma que lleva el diablo.
-¿Crees que no nos dimos cuenta, Harry? –Preguntó Luke con una ceja enarcada.
-¿Cuenta de qué? –Me encogí de hombros, fingiendo no saber.
-De que casi te la follas aquí en plena cafetería –Dijo con ironía.
-Si me la follo o no, no es tu puto problema –Respondí cortante.
-Ok, Ok hermano, tampoco estés a la defensiva –Dijo Luke con las manos en alto en señal de "Me rindo".
-¿Saben qué? ¡Ya me cabrearon, me largo, no estoy de humor! –Me levanté de mi silla furioso. Varias personas a mí alrededor se quedaron mirándome estupefactos, los miré amenazante y estos se giraron para seguir con sus putas vidas. Estaba enojado, parecía un idiota todo golpeado, y luego viene el clan de los estúpidos a arruinarme el polvo. Es que serán hijos de perra.
Caminé con furia hacia el baño, quizás allí haya más paz que en esa puta cafetería.
Cuando ya estuve en el baño, me eché agua en la cara. No sé por qué me encontraba tan tenso. Tal vez me faltaba sexo, debería de llamar a Britanny, quizás ella pueda saciar mi deseo sexual insatisfecho.
Mi celular empezó a vibrar en mi bolsillo, lo saqué de este y lo tomé en mis manos. Desbloqueé el patrón y miré que era lo que pasaba. Era una notificación en Instagram. Miré rápidamente de que se trataba y era alguien que había empezado a seguirme, su user decía "Nialler_Horan13". Me metí al perfil de esa persona y ¡Boom! ... era nada más y nada menos que el marica de Niall Horan. ¿Por qué verga me seguía?
Me dio curiosidad y revisé sus fotos. Solo encontré una foto que quizás no hubiera querido ver; era Niall, obviamente, pero este no se encontraba solo, estaba con un chico de cabello negro, ojos cafés y cuerpo musculoso, ambos se estaban besando, o más bien como cualquiera con ojos vería la imagen, se estaban devorando para ser más concretos. El chico tenía su lengua en mitad de la garganta de Niall, y no es por exagerar, si parece que estuvieran teniendo sexo con solo un beso. Miré luego a Niall, labios hinchados, mejillas sonrojadas, cabello alborotado, sus ojos más brillantes y azules. Sentí como una corriente eléctrica recorrió todo mi cuerpo hasta llegar a mi miembro. Me sobresalté rápidamente y me salí del Instagram de Niall. Fue extraño, sentí algo tan raro, algo que no quiero volver a repetir. Salí del baño hacia la cafetería, estaba un poco más relajado y eso era conveniente para quienes me rodean, porque nadie quiere estar a mi lado cuando estoy cabreado.
Sentí nuevamente mi celular vibrar en mi pantalón y maldije por lo bajo. Espero que no sea otra maldita notificación del pendejo de Niall. Saqué mi teléfono y en letras grandes aparecía "Mamá". Contesté.
-Hola, mamá –Me pareció totalmente extraño que mi madre me llamara directamente a mí. La última vez que hablamos fue hace 5 meses, y solo fue porque tenía gripe, y según mi mamá estaba "Preocupada" y quiso hablar conmigo. Aunque solo fueron 2 minutos porque tuvo que ir a una reunión muy importante, lo que siempre sucede con ella.
-Hola, Harry ¿Cómo estás, bebé? –Hice una mueca. No estoy acostumbrado a que mi madre me hable con cariño, siempre lo ha hecho Ana, y no me agrada que ella lo haga.
-Muy bien madre ¿Y tú? –Aunque suene cruel, en realidad no me importa como esté mi madre, es como si un desconocido estuviera llamando porque se ha equivocado de número.
-Muy bien, gracias amor –Fruncí el ceño. ¿Que quería? era mejor que me lo dijera de una vez, no estoy de buen humor.
-Madre, dime que quieres –Dije frío. No estaba de humor, vuelvo y lo recalco.
-Oh, hijo, solo quería saber cómo estabas ¿Acaso tu madre no puede llamarte y preguntar por ti? –Rodeé los ojos. Era tan cínica, como si en verdad le importara lo que me pasa, es una mentirosa.
-No madre, no puedes –Esta bufó.
-¿Otra vez con lo mismo? no empieces Harold –Odio que me llamen Harold, y más una persona que es más desconocida que cualquier otra.
-No me digas Harold ¿Ok? y mejor dime que es lo que quieres de una puta vez, como debes saber yo estudio, y estoy por entrar a una clase en dos minutos –Mi madre suspiró frustrada en la otra línea.
-Harry, no quiero pelear contigo ahora ¿Bien? solo quiero avisarte que en una semana estaremos en casa, y queremos que nos acompañes a una reunión importante –Reí irónico. Ya sabía que la llamada era solo por interés, nunca se interesan por mí ¿Porque lo harían de un día para otro? es absurdo.
-¡No iré a ningún lado, no puedes mandarme! –Mi madre bufó indignada. No era lo que buscaba en un principio, no busco pelear ahora, pero me saca de mis casillas.
-¡Sí que puedo, soy tu madre y tienes que obedecerme, irás a esa reunión y que no se hable más del asunto, adiós! –Gritó furiosa.
-No tienes derecho a hacerl... -Mi celular emitió un pitido, lo miré y mi madre ya había colgado. Era una hija de puta. Lancé mi celular contra la pared, este rebotó y cayó al suelo, haciéndose pedazos. Estaba furioso, ¿Cómo se atreve a llamarme así como así después de 5 meses y decirme que tengo que ir a una de sus putas reuniones? ¿Es que acaso no tiene vergüenza? tras ser una mala madre, ahora también quiere tener mando sobre mí, Uh, la odio. Miré mi celular que se encontraba hecho trizas en el suelo y me arrepentí enseguida de lo que había hecho, ahora tenía que comprar uno nuevo, y todo por culpa de mi madre. Es que si no hubiera llamado todo hubiese marchado bien.
Caminé hacia mi siguiente clase, entré en esta y me arrepentí de haberlo hecho; me hubiera saltado la clase. En una silla estaban Niall y Louis quienes hablaban animadamente; que asco. Más atrás estaban mis amigos, entré en el aula y la mirada de Niall de una vez viajó hacia donde yo me encontraba. Al verme su sonrisa cambió radicalmente y se convirtió en una mueca. Sonreí, me encantaba dañarle la felicidad, era, desde que llegó, mi pan de cada día.
-¿Dónde estabas, Harry? –Me dijo Michael una vez que llegué a mi puesto.
-En el baño ¿Es que acaso no puedo ir sin antes avisarte? –Respondí frío. Michael me miró asustado.
-Lo siento, hermano, solo preguntaba, como saliste como alma que llevaba el diablo de la cafetería –Me estresaba que me agobiaran. ¿Dónde estás? ¿Qué hacías? ¿Vas a salir?, ¿Es que acaso no tienen propia vida que deben estar interesados por la mía? creo que no.
-¡¡Buenos días, chicos!! –Entra el maestro de biología –Hoy iremos al laboratorio, así que andando –Todos nos levantamos de nuestros asientos y junto al profesor nos dirigimos hacia el laboratorio. Delante de mí pude ver a Niall y a Louis abrazados y riendo, era una escena tan ridícula y empalagosa que me dieron ganas de vomitar. Es estúpido verlos así todo el tiempo, la frustración y el puto ardor en el pecho incrementaron.
-¿Harry? –Me llama Daisy, volteo a verla furioso. No estoy de humor.
-¿Qué quieres? –Contesté cortante, esta frunció el ceño pero le restó importancia.
-¿Ya le pediste permiso a tus padres para ir a la fiesta? –Sonreí con lasciva. Era tan idiota muchas veces. Es como si no supiera que no tengo porqué decirles a mis padres que saldré, igualmente a ellos no les interesa.
-Daisy, eres tan ingenua –Esta frunció el ceño, confundida -¿En serio crees que le pediré permiso a mis padres para ir a una fiesta? –Bufé –Yo me mando solo ¿Ok? y cuando quiera ir a una fiesta voy y listo –Me encogí de hombros y caminé más rápido, dejando a Daisy detrás de mí y sin oportunidad de hablar.
Cuando llegamos al laboratorio todos se hicieron donde les dio la gana, siempre pasaba lo mismo.
El maestro entró detrás de nosotros y se posicionó en el centro del salón, nos miró a todos y frunció el ceño.
-¡Así no se acomodaran todos! –Gritó –Yo escogeré los grupos para el trabajo de hoy, y serán grupos de a dos –Todos los chicos se miraron entre sí con cara de "Tú, yo, haciendo el trabajo juntos, no se piénsalo".
-En esta bolsa tengo los nombres de todos ustedes, así que cada uno sacará un papel y en el dirá el nombre de su compañero –sonreí ampliamente. Quería que me tocara con Daisy.
Miré a mis amigos, estos estaban hablando entre ellos animadamente, luego miré hacia donde se encontraban Niall y Louis y vi que se estaban tomando una selfie; idiotas. Niall abrazaba a Louis por los hombros y le daba un beso en la mejilla mientras que ambos sonreían ampliamente y se tomaban la foto. Bufé frustrado. No sé por qué me cabreo por esa gilipolles, me vale mucha mierda lo que le pase al marica ese, eso lo tengo claro, pero no sé por qué siento que algo dentro de mí se remueve cada vez que lo veo muy acaramelado con cualquier pendejo, es como si quisiera ir donde está él y decirle que no puede hacer eso frente a mí porque me molesta, pero ¿Qué derecho tengo yo de hacerlo? ninguno, él es libre de hacer lo que se le venga en gana muy a mi pesar.
Niall sintió mi mirada y se giró, acto seguido, nuestras miradas se encontraron por varios segundos que parecieron eternos. Su mirada llameante, incluso enojada, mientras que yo lo miraba de la misma forma. Este me guiñó un ojo y me mandó un beso, picarón. Esa acción hizo que sintiera como un remolino en mi estómago, una sensación tan distinta y tan extraña que no supe identificar, me quedé atónito. Niall se rió de mi cara y se giró nuevamente para hablar con el marica de Tomlinson.
-Harry, es hora de que saques el papel –Desperté de mi ensoñación y miré al maestro de biología que me miraba sonriente. Fruncí el ceño.
-¿Ah? –Pregunté.
-Que debes sacar el papel de la bolsa para saber quién será tú compañero de trabajo –El maestro seguía sonriendo. Era uno de los que de verdad me caían bien, siempre sonriendo y alegre, casi nunca dejaba trabajo, y cuando lo hacía dejaba bastante plazo para la entrega. Me cae muy bien este tipo.
-Está bien –Suspiré. Metí mi mano en la bolsa y el maestro empezó a agitar esta con mi mano dentro.
-¿Listo? –Sonreí, siempre estaba listo.
-Sí–Saqué un papelito blanco de la bolsa, este estaba doblado. El maestro extendió su mano para que le entregara el papel que el leería, lo tomó en sus manos y los desdobló.
-Y tu compañero es... –Dijo con suspenso –¡¡NIALL HORAN!! –Gritó fuerte y duro.
-¿¡¡QUÉ!!? –Gritamos Niall y yo al unisono. No, esto no puede estar pasando, de todas las malditas personas que hay en este salón de clase, de todas, y justamente me tenía que tocar ese maricón. ¿Pero qué he hecho yo para merecer tal cosa? ¡Dios, esto es frustrante!
-No, él y yo no haremos grupo –Dijo Niall con el ceño fruncido –Jamás en mi vida me haré con este –Me señaló con desprecio. Lo miré incrédulo ¿Quién se creía? era yo quien debería estar enojado y él saltando como duende porque le tocó conmigo, es lo que todas desean y él tiene el puto privilegio.
-Jamás me haría con un marica como ese –Señalé a Niall de la misma forma en la que este me señalo a mí. Niall rodó los ojos – ¿No ve que no podemos soportarnos ni un segundo? –Dije enojado –Señor Thomson, por favor, cambienos –Casi supliqué, pero este se negó y se dirigió a su puesto, ignorándonos. Niall y yo nos miramos con desprecio y ambos corrimos hacia el escritorio del maestro.
-Por favor, maestro –Rogó Niall –Ambos no podemos estar juntos –El maestro despegó la mirada de su libro de ciencia y nos miró a ambos, divertido.
-Chicos, no me importan las diferencias que hayan entre ustedes dos, mi clase se respeta, y cuando yo digo algo así se hace ¿Ok? –Ambos negamos. No era posible, no podía hacerme con ese marica.
-Pero... -Iba a replicar pero el maestro me miró amenazante. Me callé y me dirigí a mi puesto a regañadientes, con Niall detrás de mí.
-Ok –Suspiró –Si vamos a hacer esto es mejor una tregua, al menos mientras hacemos el trabajo ¿Qué te parece? –Niall frente a mí hacia el intento de hacer una "Tregua" conmigo. Que equivocado estaba, yo no hago treguas con nadie, menos con él. Sonreí con ironía y enarqué una ceja.
-No creas que con parecer amable conmigo las cosas entre ambos cambiarán y dejaré de molestarte –Niall rodó los ojos, frustrado. Suspiró y retiró la mano que segundos antes había extendido para que la apretara.
-Eres un idiota –Dijo con fastidio y después caminó hacia donde se encontraba Louis. Miré a mi alrededor y todos tenían sus grupos, era el único que se encontraba solo, así que seguí a Niall.
-Niall, yo quería hacerme contigo –Dijo Louis, haciendo un puchero estúpido. Me encontraba detrás de ambos como un idiota, siendo ignorado por un par de maricas que hablaban de manera romántica y frustrante.
-Lo sé, Lou, yo también quería hacerme contigo, pero no se pudo -¿Lou? ¿Y ese nombre tan ridículo? ¿Por qué le dice Lou? me pone furioso, no sé por qué, pero me pone mal.
-Pero, Ni, te extrañare – ¿Ni? otro nombre estúpido, ¿Acaso estos dos se tratan como parejita de enamorados? ¡Oh Dios, es tan cursi! Odio lo cursi, y más en ellos dos, son dos malditos trozos de pastel que resultan serme empalagosos.
-Yo también te extrañaré, Lou, pero tienes que entender que no soy yo quien tomó la decisión, sabes muy bien que si fuera mi elección ya estaría aquí contigo, pero no te preocupes, nos veremos después de clase ¿Ok? –Louis asintió. Niall pasó la yema de sus dedos por la mejilla de Louis y este se sonrojó. Niall rió por lo bajo y con su mano alborotó el cabello de Louis juguetonamente. Louis se levanta de su asiento y le da un beso a Niall en la mejilla. Rodeé los ojos, era tan frustrante presenciar este tipo de escenas frente a mis ojos.
-Ok, nos vemos Niall –Louis se sentó nuevamente en su puesto -Te quiero –Dijo sonriente. ¡Ok, ya basta!
-¡Ya, mucho amor y ternura! ¿Podrían por favor dejar de actuar como idiotas? Y tú, marica... –Señalé a Niall –Deberías dejar de estar conquistando pendejos y venir conmigo a hacer el maldito trabajo o sino sacaremos una mala nota –Me sonó mas a reclamo que otra cosa. Niall enarcó una ceja y miró a Louis divertido, se giró nuevamente dándome la espalda. Era un hijo de puta ¿Cómo se atrevía a ignorarme? – ¿Sabes qué? ¡Si no quieres por las buenas pues será por las malas! –Lo tomé del brazo y lo jalé con fuerza hacia los asientos de atrás. Niall me miraba con el ceño fruncido y cierto enojo en su mirada. Me importa una mierda.
-¡Oye! ¿¡Que te pasa, idiota!? –Gritó enfurecido – ¿No ves que estaba hablando con Lou? –Lou, Lou... ese estúpido sobrenombre me caía como una patada en el orto.
-¡Me importa una mierda con quien estuvieras hablando, no perderé una nota por culpa de dos maricas con problemas hormonales! –No sé por qué estaba gritando, y mucho menos porque le prestaba tanta importancia al asunto.
-¿Estas celoso, Harry? –Niall enarcó una ceja divertido y se sentó en su asiento.
-¿Yo, celoso? Pff... –Bufé y me senté junto a él –Sigue soñando, marica –Rodeé los ojos. Miré a Niall y este me miraba burlón – ¿De qué te burlas, imbécil? –Este negó riendo y puso toda su atención a su cuaderno de apuntes.
Frente a mí se encontraban un montón de vasos de vidrio de diferentes tamaños. Niall tomó uno y hecho un líquido azul hasta la mitad del vaso, lo miró fijamente por 5 segundos y anotó algo en su cuaderno. Me quedé mirando todos sus movimientos, la manera en la que frunce sus cejas, la forma en la que acomoda de una y mil maneras aquel vaso de vidrio, como lo mira con determinación para luego anotar en su cuaderno. Pude ver varias pecas recorrer su cuello pálido y sentí ganas de delinear cada una de ellas con mí la yema de mis dedos y formar una figura. Sus ojos resaltaban mucho más por la luz que entraba por las ventanas del laboratorio, se veía hermoso.... ¡Espera! ¿¡Que!? No, no se ve hermoso, se ve horrible, y punto.
-¿Te has enamorado de mí, dios griego? –Niall me miraba divertido, había dejado su cuaderno y su lapicero en la mesa y ahora me miraba burlón.
-Ni en tus pesadillas, marica –Este rodó los ojos, sonriendo.
-Deja de estar mirándome y mejor ponte a trabajar –Me dijo serio.
-¿Qué debo hacer? –Pregunté. Y es que no entendía que era la mierda que Niall hacía con ese vaso de vidrio y el líquido azul.
-Observar –Dijo obvio.
-¿Qué se supone que observe? –Pregunté con una ceja enarcada.
-El vaso ¿o quieres observarme a mí otra vez? –Dijo con porte chulesca. Lo fulminé con la mirada.
-¿Qué tengo precisamente que observar? –No entendía ni una mierda de lo que me decía.
-Mira –Suspiró –Debes esperar a que el líquido azul que está ahí –Señaló el vaso. Me hablaba como si fuese un niño, odio eso –cambie a verde ¿Ok? –Asentí.
-¿solo eso? no es la gran cosa –Me encogí de hombros.
-Sí, ¿Qué esperabas? –Dijo desganado –Esto no es como golpear a la gente ¿Por qué se te da muy bien, no? –Me dijo burlón. Era un hijo de perra.
-¡Idiota! –Dije.
-¡Hijo de puta! –Dijo.
-¡Chupapollas! –Dije, ya empezaba a cabrearme.
-¡Y con mucho orgullo, pendejo! –Gritó.
-Serás marica... -Mis palabras se vieron interrumpidas por los fuertes gritos del maestro.
-¡Bueno chicos! –Gritó el maestro – ¿Qué es esto? deben aprender a llevarse bien, y me hacen el favor y respetan mi clase ¿¡Entendido!? –Ambos asentimos en silencio, Niall rodó los ojos y siguió apuntando en su cuaderno, mientras que yo observaba el bendito vaso.
*
-¿Y porque usamos esta bata...? –Iba a preguntar, pero un gruñido de Niall me lo impidió.
-¡¡Ya!! –Gritó Niall. Di un respingo por el susto – ¿¡Puedes callarte de una puta vez!? ¡Eres insoportable, joder! ¡Cállate! ¡Estoy haciendo un experimento aquí ¿¡OK!? Y necesito que por favor cierres la maldita boca! ¡Llevas media hora preguntando estupideces! ¿¡Por qué este vaso y no aquel!? ¿¡Por qué el color del líquido es azul y amarillo!? ¿¡Por qué debo observarlo!? ¿¡Y si se convierte en morado y no en verde!? ¿¡Acaso me oyes!? –Gritó, imitando mi voz hace unos instantes. Es un imbécil ¿Cómo se atreve a imitarme? Y mucho peor, a tratarme como un pendejo – ¡Dios, me tienes cansado! –Se pasó la mano por su cabellera rubia, frustrado – ¡Solo cállate, que quien hace el trabajo aquí soy yo, no tú! –Me fulminó con la mirada y puso toda su atención al maldito vaso. Lo miré mal, ¿Quién se cree para tratarme como lo hizo? ¿Y por qué lo dejo hacerlo?
Me levanté de mi asiento amenazante, Niall me miró con el ceño fruncido para luego ignorarme y volver al maldito experimento.
-¡Óyeme bien, maricón! –Lo tomé de la bata blanca y lo alcé en el aire, este forcejeaba para que lo soltara, pero no sería tan fácil – ¡A mí no me gritas, ni mucho menos me tratas como lo hiciste! ¿¡Qué crees!? ¿¡Que soy uno de tus putos amigos a los que puedes tratar como se te plazca!? –Reí irónico –No te equivoques Niall, no soy un pendejo ¿Ok? –Este sonrió divertido, como si lo que estuviera diciendo tuviera la mayor de las gracias.
-Para no ser un pendejo, actúas como uno –Me empujó con sus manos para que lo soltara, logrando que lo hiciera. Se acomodó la bata que tenía puesta y se sentó en su puesto a seguir escribiendo en su cuaderno -¿Qué? no te quedes ahí parado como idiota y ven aquí a observar el vaso, ya que eso es lo único que sabes hacer –Me miró con burla y volvió a poner toda su atención en el puto cuaderno. Apreté mis puños, no quería pelear ahora, porque si lo hacía me llevarían a coordinación y el maestro avisaría a mis padres, cosa que no me favorece si quiero ir a esa fiesta. Aunque ganas de darle su buena hostia a ese pendejo no me faltaban. Se creía mucho, ¿Acaso cree que me he olvidado de la venganza? No, no soy de los que olvidan, y claramente me vengaré muy bien de ese idiota. Nunca más le quedaran ganas de meterse conmigo otra vez.
Me senté junto a él nuevamente y este ni se inmutó, siguió escribiendo como si no existiera. Odio que me ignoren, y mucho más un marica como Niall, debo llamar su atención como sea.
-Oye, Niall ¿Qué se siente? –Este me miró con sus orbes azules, expectante.
-¿Que se siente qué? –Preguntó con cara de orto.
-¿Qué se siente que te den por el trasero? Porque he escuchado que por ahí es que tienen sexo ¿No? –Niall me miró estupefacto, estaba a punto de explotar en carcajadas. Era divertido molestarlo, me encantaba hacerlo enojar y ver como su mandíbula se tensa a punto de golpearme.
-¿Quieres saber que se siente? –Me miró con picardía –Bueno, si tú quieres –Se encogió de hombros –Se siente delicioso ¿Sabes? mucho mejor que el sexo de los heterosexuales. Me encanta que me den por el orto, que decirte Harry, la vida de Re-Pasiva es buena –Abrí mis ojos como platos y me quedé petrificado en mi lugar. ¿Cómo se atrevía a decirme eso y con tal descaro? Era como si estuviera contando una dulce historia. Sonreía con lasciva, y eso me cabreaba. Mi plan había salido al revés – ¿Acaso quieres intentarlo? –Me desconcerté por su pregunta.
-¿Qué dices? ¡Estás loco, imbécil! –Grité.
-Bueno, como preguntas –Me miró burlón. Es un idiota, y yo soy más idiota por preguntar estupideces que utilizaría en mi contra.
-¿Sabes qué? ¡Que te follen! –Grité enojado y me giré hacia otro lado.
-Gracias cariño, así será –Me giré nuevamente a verlo, incrédulo -¿Qué? me gustan los penes –Se carcajeó como loco y me ignoró nuevamente para seguir viendo ese estúpido experimento de mierda.
*
-¡Bueno chicos, la clase ha terminado! –Dijo el maestro, quien se paró en el centro del laboratorio para poder vernos a todos – ¡Para quienes no han terminado pueden juntarse en sus casas y terminarlo, en dos semanas quiero que esté listo por favor! –Miré a Niall, rogando a Dios que hubiéramos terminado el trabajo y no tener que verlo en casa. No sería algo muy cómodo tener a Niall en mi casa o ir yo a la suya.
-¡Oh, rayos! –Dijo Niall enojado –Esto debe ser una broma –Me asomé un poco para ver qué pasaba y pude ver como el líquido azul que antes observaba y que en ningún momento se volvió verde, estaba derramado por toda la mesa. Niall maldecía una y otra vez. Yo solo pude reír, se veía patético intentando recuperar algo que ya se encontraba goteando.
-¡Eres un idiota! –Dije riendo – ¿¡Cómo puedes ser tan imbécil, marica!? –Niall me fulminó con la mirada, se quitó la bata algo enojado y la lanzó al suelo bruscamente.
-¿¡Es que acaso no entiendes lo que pasa, pendejo!? –fruncí el ceño. ¿Qué pasaba? nada, solo un marica enojado, muy gracioso a decir verdad.
-¿Qué es lo que pasa? –Niall ríe irónico y me mira divertido.
-Mira, imbécil, ahora que el trabajo esta arruinado tenemos que volverlo a hacer ¿Y adivina dónde? –Mi sonrisa de hace unos segundos se borró de inmediato. Eso no podía pasar, Niall y yo en una misma habitación haciendo un puto trabajo por horas, no, no aguantaríamos ni media hora.
-No, debe haber una manera –Niall sonrió con burla y no entendía porqué. Era un estúpido.
-No hay manera ¿No ves que ya acabó la clase? –Me dijo obvio –así que en una semana en tu casa ¿Ok? –fruncí el ceño. No, claro que no, ese marica no entrará en mi casa ni porque sea el hijo del mismísimo presidente.
-Tú no... -Pero antes de que pudiera hablar, Niall ya iba caminando con actitud chulesca hasta donde su amigo el mariquita se encontraba.
Niall
Louis y yo nos encontrábamos caminando hacia la salida. Por fin había acabado la última hora, esa maldita hora de tortura que tuve con el idiota de Harry. ¿Por qué la vida es tan cruel conmigo? ¿Por qué de tantas personas que había, me tocó con el menos indicado? Quizás es una obra del destino... ¡Pues a la verga el destino que me quiere ver sufrir! gracias al cielo ya se acabó, pero lo peor es que debo ir a la casa del dios griego, ¡Oh Dios, esto es tan frustrante!
-¿Cómo te fue con Harry, Niall? –Sonreí con cansancio. Me pudo haber ido peor, aunque igualmente me fue de la mierda, así que para que mentir.
-De la mierda Louis, de la mierda –Louis sonrió, no una sonrisa burlona, sino una sonrisa cálida como de: "Te entiendo".
-Oh, lo siento Ni, en serio siento que te haya ido tan mal –sonreí. No era para tanto, Harry era pendejo, que se le podía hacer.
-No importa ya –Louis asintió y olvidamos el tema. Llegamos hasta la entrada y caminamos a una cafetería que según Louis quedaba cerca del instituto. Aún tenía que cumplirle a Louis, ya que le había dicho que le invitaría un batido, y así lo haré.
Llegamos a una bonita cafetería, por fuera tenía un montón de flores de diferentes colores y olores. Abrimos la puerta y al entrar un olor a menta y rosas inundo mis fosas nasales...Umm, delicioso. Louis y yo nos sentamos en una mesa en el fondo, rápidamente apareció una mesera con la carta en su mano y se posiciono junto a nosotros, lista para anotar nuestra orden.
-Bueno días, bienvenido a la cafetería "The Coffee" ¿En qué puedo servirles? –Era una muchacha alta y muy linda, ojos cafés y cabello rubio con rayos rosas. Era linda, claro que sí. Si fuera heterosexual seguramente estaría pidiéndole su número.
-Sí, claro –sonreí –Yo quiero un té y Lou... –Miré a Louis, esperando que este hablara y pidiera su orden.
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Juego de venganzas -Narry
FanficQuien iba a pensar que la vida de estos dos chicos se encontraría y que de juego en juego ambos terminarían enamorados. Niall Horan, chico abiertamente gay, temperamental, impulsivo y con un gran carácter, dispuesto a no dejarse de quien quiera pis...