Capítulo 30.

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Harry





 Un fuerte dolor atravesó mi cabeza y unas inmensas ganas de vomitar me atacaron de repente. Llevé una mano a mi cabeza y gemí de dolor al sentir el dolor incrementar, como si mi cabeza quisiese explotar.


 

Abrí mis ojos finalmente y la luz de una lámpara golpeo de lleno con mi rostro, haciendo que los cerrara nuevamente. Algo confuso, palpé el lugar donde estaba, sintiendo una superficie blanda debajo de mí. Abrí mis ojos de par en par con confusión y rápidamente todas las imágenes de lo que había ocurrido antes, me golpearon fuertemente.


Mis ojos se llenaron de lágrimas e inmediatamente empecé a llorar, mientras que miraba a todos lados. Estaba en una habitación de hospital, sobre una camilla, y mis manos se encontraban vendadas.


Me bajé de la camilla y busqué la puerta en seguida, mientras que intentaba abrirla. Esta estaba cerrada, como sospeche.


Me dejé caer al suelo, y con las manos en mi cabeza, empecé a sollozar suavemente, mientras que las imágenes volvían a atacarme y todos los sentimientos y las emociones volvían a mí, atormentándome y agujerando mi corazón con la misma intensidad, haciéndose difícil de soportar.


El sentimiento de preocupación y nerviosismo volvió a mí. Necesitaba saber que había pasado con Niall después de...eso.


Un suave empujón en mi espalda me hizo levantar la cabeza. Daisy se encontraba en el umbral de la puerta, mirando hacia abajo, con una cara de preocupación y unas ojeras espantosas debajo de sus ojos, los cuales estaban rojos e hinchados.



 
Me levanté del suelo rápidamente y no la dejé siquiera terminar de entrar a la habitación, ya que de inmediato la abracé con fuerza, tomándola por sorpresa.


 

Esta rodeó mi espalda con sus brazos y yo empecé a sollozar, con mi cabeza escondida en el hueco de su cuello, como solía hacer cuando éramos dos pequeños y yo llegaba a ella para contarle que mis padres me habían vuelto a dejar solo, como siempre pasa.


Esta lloró conmigo, mientras que trazaba dibujos imaginarios en mi espalda y me daba suaves y pequeños golpecitos en la cabeza, como hacia cuando era una niña. Sonreí con dulzura y apreté su camiseta, aferrándome a esta como si de eso dependiera mi vida.


Horas, minutos, segundos, no sé cuánto exactamente, pero sé que fue mucho lo que lloré en los brazos de Daisy mientras que esta me consolaba y me decía que todo estaba bien, que nada había pasado.



 
Yo no estaba lo suficientemente estable como para escuchar lo que me decía, hasta que rato después, la escuché.


 

-No llores más Harry, Niall está bien, está vivo... -Susurró esta con una pequeña sonrisa dibujada en su rostro. Yo la miré con incredulidad y algo de sorpresa.


-Pero...y-yo l-lo v-vi c-con m-mis p-propios o-ojos...él... -Mi voz se cortó y yo bajé la cabeza, mientras que dejaba derramar algunas lágrimas. Él se había ido, se había ido, yo lo vi –Él se f-fue... l-la m-maquina e-emitió u-un p-pitido...y... -Decir aquello hacia que el dolor incrementara más –No t-tenía signos v-vitales...Él s-se m-marchó... -Dejé escapar un sollozo y Daisy negó una y otra vez con la cabeza, mientras que me atrapaba en un fuerte y cálido abrazo.

Juego de venganzas -NarryDonde viven las historias. Descúbrelo ahora