Capitulo 22.

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    Comienzo a hiperventilar.

Él acaba de llamarme muñeca. Volvió a llamarme así después de tanto tiempo, me llama como solía hacerlo cuando estábamos juntos, haciendo énfasis en la manera en que nos conocimos: yo vestida como muñeca de trapo para una sesión de fotografía. Ahora está llamándome así de nuevo.

—¿Por qué estás llamándome así? —pregunto confundida.

Alex suspira, haciendo que mi piel se erice al sentir su aliento en mi mejilla.

—Porque nunca has dejado de serlo. Fui un maldito idiota al dejarte ir, no sé qué demonios estaba pasando por mi cabeza pero siempre has sido mi muñeca Amanda, nunca dejaste de serlo

Jadeo ante su confesión y mi corazón parece querer salirse de mi pecho.

—Alex... —no puedo terminar mis oraciones.

Sigo un poco sorprendida por lo que está sucediendo aquí.

—Realmente debo besarte ahora —dice suavemente.

Alzo un poco mi rostro en el momento justo en el que sus labios capturan los míos. Alex me toma de las caderas y me aprieta contra su cuerpo, abrazándome. Este no es para nada como los dos besos que nos dimos anteriormente, este es más lento, más apasionado y definitivamente está transmitiéndome una gran cantidad de emociones lo que solo me hace querer que nunca acabe, pero ambos necesitamos aire por lo que me separo de él unos segundos.

—Alex —jadeo cuando comienza a besarme la mandíbula.

—Yo necesito hacerte el amor justo ahora —dice en mi oído.

Aprieto sus hombros cuando escucho sus palabras, sorprendida. Alex se separa de mi cuello para mirarme a los ojos, rogándome porque diga que sí a su propuesta. Incapaz de hablar solo asiento levemente, antes de que él vuelva a besarme, esta vez con desesperación. Puedo sentir sus manos en mi espalda, bajando la cremallera de mi vestido. Desliza mi vestido por mis hombros al igual que los tirantes de mi sujetador. Con mi vestido revuelto en mi cintura, Alex pega su cuerpo al mío y continua besándome mientras nos movemos. Antes de que mi espalda toque la cama, me he deshecho de su camiseta.

Alex besa mis hombros y luego desciende hasta mi pecho, donde besa cada uno sobre el sujetador antes de besar mi estomago, y seguir descendiendo por mi cuerpo mientras saca mi vestido por mis piernas luego de haber quitado mis zapatos de tacón.

—Hay cosas que nunca cambian —murmura quitando mis medias—. Sigues usando ropa interior de diferente color

Muerdo mi labio para evitar sonreír.

Él sonríe y desliza mi ropa interior negra fuera de mi cuerpo y luego trepa por la cama hasta estar sobre mí y quita mi sujetador color crema.

—Pero me sigue encantando —musita admirando mi cuerpo desnudo—. Y estoy feliz de que tu periodo haya desaparecido

—No tenía planeado tener sexo este día —bromeo.

La sonrisa de Alex se borra.

—Amanda... muñeca —él sostiene su cuerpo con sus codos—. Dime por favor que nunca tuviste sexo con ese idiota

Suspiro al ver que se refiere a Fred y me siento tranquila de poder responderle un muy sincero no al ver su expresión de alivio. Por lo cual no decido decirle la manera en que Fred me fotografió.

—Es realmente bueno saber eso —asegura antes de besarme.

Alex flexiona su cadera contra mi entrepierna haciéndome gemir contra sus labios. Aun besándolo, me deshago de la ropa interior que está impidiendo que seamos uno solo. Ahora puedo sentir su miembro erecto rozar mi sexo sin nada de por medio. Y aunque lo que más deseo ahora es que seamos uno solo hay algo en mi cabeza que me hace ruido, que me grita que me detenga aunque mi cuerpo me pida otra cosa.

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