Estoy acostada sobre mi espalda, con Alex dormido sobre mí, aunque sinceramente es solo la mitad de su cuerpo. Su cabeza descansa entre mis pechos y si brazo y pierna izquierda rodean mi cuerpo. Acaricio su cabello mientras su lenta respiración cae sobre uno de mis pezones. Contrario a lo que se creería no está asfixiándome, y aunque es bastante pesado, me siento bastante cómoda de esta manera. Desde que él se durmió después de que hiciéramos el amor yo no he podido dormir nada, por lo que me he limitado a acariciar su cabello, creo que fue la razón principal por la que se durmió.
Mientras él duerme no he podido dejar de pensar en todo lo que ha estado pasando desde que lo conocí. Mi vida cambió drásticamente en varias locaciones, desde dejar el modelaje para vivir una vida siendo sólo una esposa, querer tener hijos tan pronto porque no me sentía cómoda pasando los días sola en ese departamento esperando a que Alex llegase. Nuestro divorcio, yo saliendo con alguien más que resulta ser un psicópata y que ahora está amenazando al amor de mi vida. Porque quizás me sentí aburrida, y vacía con mi vida siendo solo un ama de casa, pero mi amor por Alex nunca disminuyó. Probablemente sea lo único verdadero y sólido que existe en mi vida, que alguien ahora venga a amenazar eso me perturba en niveles muy alto.
Debe existir una manera de detener a Red cuanto antes. A pesar de que Alex me aseguró antes de quedarse dormido que ya Collins había comenzado a tramitar la denuncia en su contra seguía asustada. Si él llevaba días sin ir a su departamento y al trabajo, ¿dónde estaba?, ¿podrían encontrarlo a tiempo?
Miro a Alex con su cara relajada, sus labios entreabiertos, exudando una tranquilidad y para que no se observa en su rostro mientras está despierto, y todo porque está tan asustado como yo. Lo sé, aunque no lo diga, yo lo sé, lo conozco mejor de lo que él cree. Y es por eso justamente por lo que observándolo aquí, ahora, en nuestra pequeña burbuja, no puedo evitar pensar en que mi vida acabaría si algo le sucediese. Ya está claro que no puedo vivir sin él a mi lado.
No si lo arrebatan de mi vida.
Puedo sentir mis ojos llenándose de lágrimas al imaginar que eso llegue a pasar y un nudo se forma en mi garganta. Muerdo mi labio para evitar sollozar.
No puedo permitir que Fred se salga con la suya, no puedo.
—Muñeca —susurra Alex.
Abro mis ojos para verlo con ojos soñolientos.
—Hola —susurro sonriendo.
Alex se acomoda sobre mí para estar a la altura de mi rostro. Su ceño se frunce mientras acaricia mi mejilla y mira confundido su dedo.
—¿Por qué estás llorando? —pregunta.
Llevo mi mano a mi mejilla y siento el rastro de una lágrima que él debió quitar, probablemente debió deslizarse fuera de mi ojo y no lo noté.
—No es nada cariño. Lo siento si te desperté
—Muñeca, te conozco mejor que nadie. Sé que no vas a llorar sólo por nada
Suspiro sin dejar de mirarlo. Ambos nos conocemos demasiado bien el uno al otro como para mentirnos.
—No pude dejar de pensar en que no podría vivir si alguien te arrebata de mi lado —enredo mis dedos en su cabello—. Te necesito más de lo que alguna vez necesité algo
—Yo también te necesito de esa forma, pero nadie va a alejarme de ti muñeca. No lo permitiría, tendría que estar muerto para eso
—Precisamente es lo que me preocupa
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Mírame
RomanceDespués de su divorcio, Amanda Thorne se ve obligada a vivir con su suegra por una temporada. Dejó todo atrás, inclusive su carrera de modelo por su esposo que, tras un año de matrimonio decidió divorciarse. Dejándola sola, sin un hogar y sin un em...