—Estoy tan contenta de que hayas aceptado venir —exclama Nina después de que Abraham me la ha presentado.
Es una mujer bastante guapa. Rubia, y alta. Extrovertida hasta el punto de abrazarme apenas me vio llegar al restaurante del brazo de Alex.
—Cuando Abraham me dijo que si vendría fue como si me dijeran que Miss América estaría frente a mí —continúa ella—. No puedo creer que por fin te conozca
—No es para tanto —digo sintiéndome cohibida de pronto.
—¿Por qué no se sientan ustedes dos y hablan tranquilamente? —propone Abraham.
—Oh, Dios que tonta. Por supuesto, Amanda siéntate —me pide Nina.
Ambas nos sentamos una frente a la otra y Alex y Abraham quedan a nuestros lados, uno frente al otro. Abraham extiende su mano para tomar la de Nina y ésta le regala una sonrisa radiante, lo que de inmediato me hace pensar que, no importa la gran diferencia de edad ella realmente lo ama.
—Me tome la molestia de elegir por ustedes —dice Abraham—. Mariscos, para todos
—Me encantan los mariscos —asegura Alex.
—A mí también —digo sonriendo.
Nina chilla.
—Esto es tan emocionante, tenemos algo en común
Me río por su entusiasmo. Creo que ella y Gloria se llevarían de maravilla.
—¿Vino blanco? —propone Alex entre risas.
Abraham asiente y el mesero que antes había llegado mientras Nina y yo reíamos toma la orden.
—Me ha dicho Abraham que no sabes si aceptar la oferta de trabajo —dice Nina dejando de reír—, me da mucha pena oír eso
—Es algo que considerar tomando en cuenta lo poco que sé del mundo editor —le explico sinceramente.
—Yo tampoco sé nada al respecto —exclama ella—, pero sé sobre moda y tú también. Lo noté apenas entraste al restaurante —ella me guiña un ojo—. Esos zapatos están para morirse
Me río sin poder evitarlo.
—Tengo fe en ella —señala Abraham apretando la mamo de Nina—, y si ella dice que tu puedes con eso, también creo en ti
—¿Pero no es necesario saber más que sólo combinar unos zapatos con un bolso? —pregunto.
—Oh, sí, pero se eso se encargará alguien más. Yo sólo tomaré unas cuantas decisiones y necesitaré de opinión para ello —explica Nina.
—Tu trabajo sería muy parecido al de un staff de consultores —añade Alex—, o es lo que a mí me parece
—Por favor, di que si —pide Nina haciendo un mohín que seguramente a practicado y le ha sacado millones de dólares a Abraham del bolsillo.
—Dijiste que lo pensarías —me recuerda Abraham.
—Sí, eso dije, pero hace dos días —le recuerdo—. ¿No debería tomar más en serio ésta decisión?
En ese momento llega nuestra comida y todos hacemos silencio mientras acomodan todo sobre la mesa y llenan nuestras copas de vino.
—Yo puedo tomarla por ti —exclama Nina cuando estamos solos de nuevo.
Ladeo mi cabeza, intentando no reír. Parece una niña.
—Creo que lo harías genial —susurra Alex antes de tomar un sorbo de su vino.
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Mírame
RomanceDespués de su divorcio, Amanda Thorne se ve obligada a vivir con su suegra por una temporada. Dejó todo atrás, inclusive su carrera de modelo por su esposo que, tras un año de matrimonio decidió divorciarse. Dejándola sola, sin un hogar y sin un em...