Mírame

Capitulo 21.

    Mis manos sudan un poco a medida que el ascensor asciende, las seco en la falda de mi vestido asegurándome a mí misma de que nada malo puede pasar. Ella no puede despedirme en serio solo porque tuve una emergencia familiar, aunque técnicamente Elena no sea mi familia. Y aunque en este momento me gustaría estar con ella asegurándome de que está bien, Gloria me convenció de que debía venir al trabajo si no quería que Chelsea realmente me despidiera en serio.

Cuando las puertas del ascensor se abren en mi piso, lo primero que me encuentro es a Chelsea hablando con una chica morena, la cual está sentada en mi escritorio. Esta al verme le da un pequeño golpe en la rodilla a Chelsea para que se detenga. Cuando ella me mira, sacude la cabeza.

—Amanda —dice girándose hacia mí—, que sorpresa verte por aquí. Tu cheque de liquidación te lo dará recursos humanos, tu ya no tienes nada que ver conmigo

Mi ceño se frunce.

—¿Cheque de liquidación?

Chelsea blanquea los ojos.

—Como se nota que no has trabajado como toda persona normal —ella acomoda su cabello rojizo fuera de su hombro—. Ayer fue tu ultimo día, es por eso que se te da un cheque de liquidación por tus prestaciones laborales. Como tu tiempo acá es poco te lo tramitan de inmediato

—¿Pero como que ayer fue mi última día? ¿De qué estás hablando Chelsea?

Ella sonríe.

—¿Acaso lo olvidaste? Te dije que si no te presentabas a trabajar ayer quedarías despedida, y no viniste

—Te explique que tenía una emergencia familiar —replico—. No puedes defenderme solo por una falta

—Te necesitaba aquí, Amanda. Tenía una cita para hoy que debías posponer para la próxima semana. No lo hiciste así que debo reprogramar toda mi agenda —dice exasperada—. Mi tiempo es súper importante Amanda, por tu culpa lo estoy perdiendo así que no puedo seguir trabajando así

Mis manos se aprietan en puños.

—Todo esto es por Alex ¿cierto?

Ella mira sus uñas con desdén.

—Para nada querida, es para demostrarte que aquí la que manda soy yo

Me doy vuelta para salir de allí, detrás de mi oigo perfectamente su risa hasta que el elevador finalmente llega y entrando en él dejo de oírla.

Cuando estoy en la calle reparo en que estoy de nuevo como al principio, sin un empleo y esta vez pagando una renta. No fui en busca del cheque de liquidación por orgullo, pero ahora que lo pienso lo necesito, por lo menos para pagar los gastos hasta conseguir un nuevo empleo. Así sea el de una mesera.

Mi teléfono vibra dentro de mi bolso justo cuando estoy de regreso al edificio, antes de tomar el ascensor le contesto a Gloria.

—Te despidieron —exclama apenas contesto.

—¿Cómo lo sabes?

—¿Qué cómo lo sé? Trabajo en recursos humanos guapa, estoy viendo tu cheque de liquidación en este instante

Suspiro.

—Estoy volviendo por eso en este instante

—Puedo llevártelo a casa esta noche si lo deseas, así puedes mantener tu orgullo intacto

Aun por lo malo de la situación, río. Pero no por mucho tiempo.

—Gloria, ahora que estoy desempleada entendería si tu