9. Emociones encontradas (a) divagando

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Aquella mañana, David estaba totalmente invadido por la idea que se le había ocurrido, necesitaba saber lo más pronto posible si se podía llevar a cabo.

La puerta de la Habitación Infinita estaba cerrada y Lori estaba allí. Desde afuera se escuchaba el sonido de muchos caballos y gritos de guerra. David creyó escuchar también algunos disparos.

Filideus, por su parte, se había encerrado en la alcoba más particular de toda la casa: un recinto al que solo podía accederse subiendo al ático, cuya puerta estaba hecha de lo que parecía oro y plata macizos, y el Señor mantenía cerrada por gruesas cadenas de color sangre.

Habían sido muy pocos los momentos en que David se quedaba completamente solo, pero esos momentos le servían para reflexionar. Se sentía feliz en ese lugar pero quería volver a ver a su familia.

Dentro de él, quizás muy dentro, había una extraña preocupación desde hacía unos días. Tenía que ver con el impulso del que Filideus le había hablado en la Torre Oscura del Sur: había intentado detectarlo dentro de sus emociones, adivinar cuándo entraba en funcionamiento y por qué razones, pero no había podido hallar ni el más sutil rastro.

¿Podría eso significar que en ese mismo momento estaba siendo manipulado? Era demasiado inquietante pensarlo...

Una puerta crujió. David esperó que Filideus entrara a la sala de estar, pero en su lugar llegó Lori.

—¡Tú tienes que ver esto! —exclamó emocionada. Estaba cubierta de tierra y cenizas—; acabo de encontrar algo que te gustará...

David se levantó de su silla, contagiado por la emoción de la chica, que le entregó un grueso libro de cuero negro cuyas esquinas estaban adornadas por pesados trozos de plata. En la portada se dibujaban las palabras del título en una caligrafía de aspecto antiguo y en mayúsculas. Su nombre era Ars Insomnia.

Lo abrió con ansias y se encontró con páginas amarillentas de texto distribuido en columnas e imágenes demostrativas. Algunas eran fotografías y otras eran dibujos magníficamente elaborados. Tenía la pinta de un libro académico escolar.

—Es Ars Insomnia. Es un grimorio muy antiguo. Contiene una explicación detallada de cada criatura tenebrosa que ha sido vista por uno de los Magos Blancos. Están clasificadas según la que se estima que es su categoría dentro de la jerarquía del Imperio Somnostigio —explicó Lori mientras se ponía de pie junto a David y pasaba varias páginas buscando algo en particular.

—¡Increíble! —exclamó David mientras Lori finalmente encontró la página que buscaba.

—Esos son los monstruos que te atacaron. Los ojos con el poder de la parálisis, ¿verdad? —preguntó Lori.

—¡Lo son! —saltó David, emocionado, y se dirigió rápidamente a la explicación del libro.

"Negates

Criatura tenebrosa clase C"

"Los Negates son criaturas tenebrosas cuyo poder reside en inhabilitar a sus oponentes. Su ojo es capaz de disparar rayos de energía paralizante basados en una impresión gracias a las ideas generadas impulsiva y automáticamente como resultado de tal ilusión tenebrosa.

Son vulnerables a los ataques directos y su hechizo paralizante puede ser combatido con voluntad. Son los causantes de la Parálisis del Sueño, las pesadillas en donde el sujeto carece de movilidad. En combinación con otras criaturas conforman muchos de los elementos más letales, importantes y útiles de todo el Imperio Somnostigio.

Sus variantes son infinitas."

Cuando terminó de leer el párrafo, se quedó perplejo.

—¡Este libro es fabuloso!

—Es genial, ¿verdad? Ya lo revisé todo y creo que habrá quedado registrado en la "Habitación Infinita". ¿Quieres que te lo preste?

—¡Por supuesto! ¡Me muero de curiosidad!

Koru llegó caminando por el pasillo y se puso de pie junto a los chicos. Estar cerca del ave producía una sensación cálida y fresca a la vez. David no terminaba de comprender qué clase de fuerza mística la rodeaba.

Pasados unos segundos, Lori saltó en su lugar y se marchó corriendo, no sin antes presentar una educada reverencia a Koru.

—¡Muchas gracias por el libro! —le gritó David, aunque estuvo seguro de que la chica no lo había escuchado. Hasta que ella regresó.

—De nada. Lo siento, debo volver a estudiar, ¡te veo al rato! —respondió ella rápidamente para girar sobre sus talones y emprender marcha de nuevo.

—¡Espera!

—¿Qué sucede?

—¿Qué está haciendo Filideus? —preguntó David—. ¿Sabes lo que hay en esa habitación?

—No lo sé, solo he entrado al Tabernáculo una vez y eso fue por equivocación —comentó Lori—. Pensé que fallecería de golpe. No volveré a entrar ahí.

—¿Tabernáculo?

—Sí, es esa habitación donde está mi señor Filideus en este momento. Esa habitación es un portal más que una habitación. Ya sabes, un día todos tendremos que atravesar esa puerta.

David pensó que quizás Lori se refería a la muerte.

¿Era posible que esa puerta condujera al más allá? Eso explicaría al menos el por qué Filideus la mantenía cerrada con cadenas... tal vez quería prevenir que alguien entrara allí y muriera por accidente.

El sonido de una ametralladora de helicóptero alcanzó los oídos de David mientras este caía hundido en el largo sofá de la sala, sosteniendo Ars Insomnia y pasando sus páginas ansiosamente.

Había muchas criaturas interesantes. Recordaba vagamente haber visto algunas en los cuadros de la Torre Oscura del Sur, pero no dejaban parecer salidas de algún cuento de terror que todavía no había leído.

No pudo evitar detenerse en la hoja en la que encontró una cara conocida: ¡Las sombras negras que habían aparecido apenas había llegado al Mundo de los Sueños!

"Sadokas

Criatura tenebrosa clase C"

"Los Sadokas son espíritus creadores de ilusiones que pueden manipular la mente de sus víctimas. A pesar de no de alto rango, están entre los Somnostigios más peligrosos debido a que hacen uso de la energía de su víctima al inducirla discretamente a conformar elementos en su propia contra. Usan la voluntad de sus víctimas, sacando a relucir sus inseguridades más profundas. No pueden crear ilusiones si ya han sido detectados a menos que el oponente esté dispuesto a permitirlo, pero alguien inmerso en una ilusión siempre lo estará. Aun así, son muy vulnerables y débiles en combate y si alguien fuera capaz de sobreponerse a sus propios miedos, probablemente conseguirá la victoria.

Son los responsables de la mayoría de las pesadillas humanas. Son los atacantes de primera línea y los soldados rasos del Imperio Somnostigio."

Había pasado más o menos media hora (era difícil saber cuánto tiempo pasaba si no había desayuno, almuerzo, cena, horas de sueño o programas de televisión) cuando Filideus salió de la habitación. Koru dormía plácidamente en un sillón justo frente a David; su estómago se inflaba y desinflaba al respirar y de cuando en cuando soltaba algún sonido entre sueños: era la criatura más adorable del mundo.

David se apresuró a abordar a Filideus para formular aquella pregunta que lo obsesionaba. El libro de Lori desapareció mágicamente de su mano.

—Señor —saludó David mientras le cercaba el paso para hablarle.

—¿Sí? —respondió este, deteniéndose justo frente a él.


los oniromantes: el navegante de las pesadillas Wattys2018Donde viven las historias. Descúbrelo ahora