Esta es la segunda temporada de: "Una estúpida suicida más".
Emma Anderson, una jóven que tuvo que enterarse de su pasado y descubrir que todo había sido mentira, su vida fue marcada por este suceso.
Sus esperanzas, sueños e ilusiones cada vez se r...
Sábado por la mañana, un día soleado y con nubes perfectamente distribuidas, nervios y sonrisas por todos lados, emoción y terror.
Un objetivo en común, Emma y Ryan debían ser esposos al final del día.
Comencemos por el principio.
Ryan, se levantó con la sonrisa más grande que un hombre puede tener jamás, él mismo se decía que era el mejor día de su vida.
Entro a la ducha y dejo que todos sus músculos se destensaran por un momento y el estrés se fuera con él paso del agua caliente cayendo por su piel, su bien torneada piel, se dedicó un momento a si mismo en el baño, se relajó y escuchó música, después, con la emoción más elevada que el temor enrolló una toalla alredor de sus caderas y salió del baño, sacó su caro smoking del closet y comenzó por ponerse ropa interior, después, el pantalón y se quedó un momento sin camisa para poder ponerse desodorante, término de vestirse y se veía jodidamente guapo, como un modelo de revista, solo que con una sonrisa aún más bella.
Una vez listo, se lavó los dientes y peino su cabello de un modo que lo hacia verse más guapo que nunca.
Entonces tomó su teléfono.
Llamó a Ashton.
-Hey... -Dijo la voz al otro lado de la línea. -¿Listo?. -Ryan sonrió internamente.
-¿Puedes venir por mi?. -Dijo Ryan con la voz un poco temblorosa y sonriendo como idiota, sabiendo que Ashton no podía verlo.
-Claro... -Dijo Ashton soltando una carcajada. -voy para allá.
Ryan, desayuno algo rápido (aún con él smoking), algo que Emma le reconocía era que el podía estar comiendo cualquier cosa y en ningún momento se ensuciaba, y no por que comiera como princesa, no, si no por que tenia demasiado tacto al hacerlo que se veia atractivo y lo ayudaba a no mancharse nunca. (Emma no corría con la misma suerte).
Sin embargo tuvo que lavarse los dientes de nuevo, un error lo comete cualquiera.
Emma, por su parte, desayunó con la pijama puesta, se duchó largamente para después enredarse una toalla en el cuerpo y otra en él cabello.
Se lavó los dientes, y comenzó a maquillarse.
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