"Broken girl"

23.-¿Cuñada?.

"-Ojalá te mueras. -Susurro con odio y se alejo del espejo."

EMMA:

Nunca había visto a Sam tan perdido, era como si estuviera apreciando algo majestuoso e increíble, susurro un nombre pero no logré entenderlo...

-Sam...-Lo llamé.

-Sam...-Se escuchó la voz de una chica, su voz era tan débil, como si estuviera a punto de romper en llanto, una especie de llanto de alegría.

-Miranda...-Dijo Sam, como si el pronunciar su nombre fuera como alivio para él.

-¡SAM!. -Gritó ella pero no se movía de su lugar, estaba en una especie de shock.

-¿Emma?. -Dije yo intentando saber que carajo, parecía la clásica escena en dónde dos personas se reencuentran y quieren correr a abrazarse, lamentablemente yo me encontraba pegada a los casilleros justo a mitad de ambos.

-Emma, ella es...-Suspiro.

-Miranda, ya lo se...-Me voltee hacía ella. -Soy Emma. -No sabía quién era pero era uno de los dos nombres que habían dicho Sam y Ryan una vez, lo averiguaría todo de una vez por todas.

-Hola Emma. -Me saludó pero no dejaba de mirar a Sam.

-¿Sabes estoy aquí enfrente?. -Le dije fatigada.

-Lo siento...-Me miro. -¿Conoces a Ryan And...-Dejó de hablar, tampoco ella podía llamarlo por su primer apellido. -Perdón Collins?. -Seguía sin saber de dónde conocía a MI Ryan, pero tampoco me iba a quedar sin saberlo.

-Ja, qué si lo conoce... -Dijo Sam detrás de mi, voltee a verlo y lo fulmine con la mirada.

-¿Porque?. -Pregunté evadiendo su pregunta.

-Necesito hablar con él y me gustaría ver...-Levanté una ceja.

-¿Si puedo llevarte con él?. -Pregunté con sarcasmo pero ella al parecer no lo notó por que asintió, suspire. -De acuerdo.

Quedaban 10 minutos de clase así que decidimos ir a la cafetería a esperar a que los demás llegarán, Sam y Miranda no dejaban de mirarse como dos idiotas, "¿que se traen estos dos?", me preguntaba una y otra vez pero considerando que ni siquiera tenía puta idea de quién era ella, tampoco iba a saber eso.

Estábamos en la cafetería sentados en una mesa ubicada al final de esta, ellos platicaban de mil y un cosas mientras yo suspiraba y sentía una frustración creciendo en mi interior.

Toda la frustración se fue en cuánto Ryan entró a la cafetería, su mirada y la mía se conectaron y provocaron la misma sensación que la primera vez, en ese momento me pregunté, ¿cómo no amarlo?, ¿cómo no sentir un zoológico en el estómago al ver su sonrisa?, sonrió y yo hice lo mismo, miró detrás de mí, frunció el ceño y caminó rápidamente hacía nuestra mesa.

-Te dije que te alejaras de ella. -Dijo Ryan tomando a Sam de la camiseta.

-Tranquilo, "cuñadito". -Dijo Sam burlándose, fue extraño por que Mirada vio que Ryan tenía casi en el piso a Sam y se metió una papa a la boca.

Esperen...¿¡Cuñado!?.

-Ryan, ¿terminaste tu pequeño teatro?. -Dijo ella con un tono cansado de voz.

-Miranda no me tientes. -Dijo Ryan soltando a Sam.

-Mira Ryan, la cosa esta así, por lo que veo la castaña de cuerpo deslumbrante es tu novia... -Ryan asintió lentamente frunciendo el ceño. -Bueno, pues que bueno, Sam es mi novio así que haz favor de soltarlo. -Dijo Miranda con toda la calma del mundo.