Capítulo 32

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*Narra ____*

Al día siguiente, después de hacer mi rutina diaria, bajé hasta la cocina, desganada y sin ánimos.

—¿_______...?— preguntó mi madre preocupada dejando el desayuno sobre la mesa.

—¿Si...?— contesté sin ánimo.

—¿Te sientes mal?

—No, es sólo que...— suspiré —Bruno no me hablado desde ayer por la tarde— bajé la mirada.

—¿Cómo?

—Pensé que podríamos pasar tiempo juntos después de la universidad, pero él me dijo que tenía que ir a un lugar y no me quería ahí.

—Seguro fue por problemas personales, hija— dijo tratando de animarme.

—Ni siquiera se despidió de mi...— bajé nuevamente la mirada.

—Habla hoy con él ¿vendrá por ti?— preguntó.

-No lo sé, no me a llamado y tampoco a enviado mensajes- dije tomando la taza de café.

—Tal vez hoy te explique lo que en verdad pasó. Tu tranquila, todo va a estar bien— sonrió.

«Todo va a estar bien»

—Si, eso espero— sonreí débilmente.

—Si no tomas el autobús ahora, llegarás tarde— me apresuró.

—Si, si, esta bien— tomé el ultimo sorbo de café y mi tostada —Comeré esto por el camino, gracias. Te quiero, adiós— me acerqué a mamá y le di un tierno beso en la mejilla.

—¡Suerte!— logré escuchar. Tomé el bolso y me apresuré en salir.

Luego de un no muy largo viaje, bajé del autobús y observé a Bruno en la entrada principal algo nervioso mientras pasaba una de sus manos por su nuca.

Apresuré mi paso hasta él antes de que pudiera notar mi presencia.

—Hola— dije ya estando cerca de él.

Bruno dejó de tocar su nuca para regalarme una de sus hermosas sonrisas.

—Pensé que te habías enojado conmigo— sus labios se fruncieron.

—¿Tengo que estarlo?— pregunté.

—Deberías. Soné algo brusco y cortante la última vez que hablamos— dijo apenado.

—Es verdad— miré el suelo.

—Lo siento. Es de eso que quiero hablar— tomó mi mano, haciendo que mi mirada se desviara hasta sus preciosos ojos —Ven conmigo.

Bruno me guió hasta el pequeño parque detrás de la escuela.

—Siéntate— ordenó mientras él también hacia lo mismo.

Tomé asiento algo confundida.

Apoyó sus codos sobre sus piernas juntado las manos y mirando al vacío.

Suspiró.

–_______, me voy en una semana— dijo sin mirarme.

«Malas noticias, nena»

Abrí los ojos aún mirando a Bruno. Él posó los suyos en los mios y sin decir más, tapé mi rostro con las manos apoyando mis codos sobre las piernas.

Lágrimas salieron disparatadas de mis ojos. No podía creer que se fuera tan pronto. No así.

Hubo un gran silencio donde sólo se escuchaban mis sollozos, hasta que sentí la mano de Bruno irse hasta un mechón de cabello que cubría un poco mi mano.

—Hey...—escuché su suave voz mientras ponía el mechón de cabello detrás de mi oreja —No llores, por favor, harás que me sienta culpable.

Descubrí mi rostro y miré a Bruno. Los ojos me pesaban y lágrimas aún caían de estos.

—Es demasiado pronto— dije entre sollozos.

—Lo sé, princesa, y lo siento. Lo siento mucho— dijo triste secando mis lágrimas.

Me acerqué más a Bruno y lo abracé muy fuerte. Él correspondió a mi abrazo mientras con una de sus manos acariciaba mi cabello.

Si que me haría falta. Demasiada falta.

—Es por eso que no tuve mucho tiempo de despedirme— explicó —Los pasajes a Hawaii se agotaban y este que conseguí era el último.

—¿Por qué no me quisiste ahí?— pregunté.

—Sabía que te pondrías de esta manera...— respondió —No me gusta verte llorar, _______— besó mi frente.

—No puedo evitarlo. No ahora— lo abracé aún más fuerte.

—Todavía tenemos una semana– sonrió con esperanza —Podemos hacer lo que queramos— me dio un beso corto.

Sonreí y me separé de él.

—Eso si— dije sonriente.

Bruno sonrió y me volvió a besar tiernamente.

—Vamos...— dijo levantándose de la banca —Aún estamos en este lugar— hizo una mueca de desagrado.

Reí por lo graciosos que se veía y me levanté también.

Juntamos nuestras manos y fuimos hasta el salón.

*Narra Jessica*

Observaba desde lejos a Peter y a la niñata tomados de las manos caminando por los pasillos.

Recuerdo cuando él y yo andábamos así. Cuando todo era como debía ser.

—¿Sigues espiándolos?— escuché a mi lado la risa burlona de Michael.

—Cállate engrendo— silencié —¿Cómo te va?

—¿Con qué? ¿Con ______?— preguntó.

Rodé los ojos y asentí obvia.

—No le he hablado aún.

—¿Y cuando piensas hacerlo?

—No lo sé— dijo sin mucha importancia.

—¡Esto tiene que funcionar, Adams. Y no estás colaborando!

—Si, si— respondió —Lo intentaré hoy.

—Eso espero— dije y me fui de allí.

Si Michael no me ayuda en esto, lo haré yo por mi cuenta. Esa será la única manera.

Peter será mio, él no tiene elección...

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¡Hoolies!

Este es el cap de ayer :/ se supone que lo subiría pero la laptop se reinicio y parece que no se logró publicar.

Pero ahí esta y espero que les guste :)

Cap nuevo al rato, nos vemos ahí ;)

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