Zootopia: Legado Salvaje

Cap V

POV NICK

El helicóptero del DPZ empezó a descender a un lado de nosotros, el lugar se empezó a llenar de gente que iba pasando por la carretera, también llegaron como ocho cadenas televisivas para registrar lo sucedido.

Yo y Judy nos quedamos dentro del auto, le habíamos dejado ir a los hamsters. Creo que ninguno de los dos quería dar declaraciones al respecto, pero mi compañera estaba fijándose en otra cosa.

—Judy, tu... Tu pierna... —no se por qué tartamudeo. Aunque no era tan grave, tenía varias cortadas un poco profundas en la parte inferior de su pierna derecha. Sangraba.

—Nick, quiero salir de aquí, hay mucha gente en este lugar y me siento bastante abrumada, sólo quiero descansar. —me dice un poco agitada. La verdad es que yo también quiero irme de aquí, había sido una mañana bastante loca y todo sucedía demasiado rápido.

Enciendo la patrulla nuevamente y sin que la prensa logre bloquearnos, salimos directo al Departamento. El escuadrón del helicóptero de seguro se encargará de lo de la camioneta y todo eso.

(DPZ Principal - Enfermería - 9:56 AM)

POV JUDY

La enfermera de la comisaría me puso un vendaje alrededor de mi pierna para evitar una lesión mayor.

—Gracias.

—No hay problema Judy, pero procura cuidarte mejor. —dice con su actitud fresca.

—Hmm, lo intentaré. —le dije en forma de broma y salí de la habitación, afuera estaba sentado Nick mirando su celular.

—¿Mejor?

—Si, mejor.  —respondo y me siento en la silla a un lado de el, sólo miro hacia el techo y pego un suspiro.

—Vaya mañana, ¿no?- El zorro apaga su aparato y voltea a mirarme.

—Si, normalmente a esta hora estaríamos patrullando tranquilamente la ciudad, pero bueno, un poco de acción de vez en cuando no nos cae mal.

—Pues a tu pierna creó que si le cayó mal. —dice Nick y suelta pequeñas risas, yo también empiezo a soltar algunas.

Nos quedamos un rato en silencio, esos silencios incómodos de los que uno quiere escapar, pero yo no quería hacerlo. Por algún motivo me gustaba hablar con Nick, me sentía... Cómoda... Si, cómoda a su lado.

—Sabes, hace un momento en la patrulla te noté un poco alterado cuando viste que estaba herida.

—Bueno, no sería la primera vez que te lastímas así la pierna.

—Si pero esta vez no fue con un colmillo de un museo, sólo fueron unos arañasos, y esta vez te preocupaste aun más. —No se que buscaba que dijera el zorro, pero sólo quería seguir hablando con el.

—Judy, llevamos poco más de medio año siendo compañeros, y no sólo eso, somos amigos y pues... quiero que estés bien.

En ese momento no sabía que decir, jamás creí que unas palabras como esas fueran a salir de alguien como Nick Wilde.

—Emm... Nick... Yo...

—¡¡¡JUDY, NICK!!!- Una voz interrumpe lo que le iba a decir a mi compañero, era Benjamin. Iba corriendo por el pasillo del lado hasta que nos vio.

—Uff... Un momento. —dijo mientras respira agitado.

—¿Sucede algo Ben?- Le pregunta Nick.

—No.. No es nada grave, es sólo que se fueron para acá sin avisar y creí que estaban heridos.

—Tranquilo Ben, sólo fueron unos golpes, nada grave —digo para que se tranquilice un poco.

—Oh, perfecto. Entonces necesitó que vengan conmigo, hay que registrar a los criminales para mandarlos a prisión.

—¡¿Lograron que los sacaran del río?! —La verdad es que pensé que no sobrevivirían, la altura del puente de donde cayeron era de unos treinta metros más o menos.

—Si, desde el helicóptero los amarraron para traerlos hasta acá y luego extraditarlos a La Gorgona por robo agravado y secuestro, claro sin antes hacerles un juicio.

Nick y yo nos miramos a los ojos un poco sorprendidos y a la vez satisfechos, esos malditos se quedarían en prisión por un laaargo tiempo, al menos eso esperó.

Ben nos conduce a la sala de detención para hacer eso de las fotos con el letrero y la toma de huellas dactilares. Cuando llegamos apreciamos que eran cuatro animales en total.

Un Jabalí un poco enano llamado Luke.

Un Asno café llamado Chris.

Una hiena con un parche en el ojo izquierdo llamado Luis.

Y por último el Cheeta que casi me arranca la pierna, su nombre era Milton.

Todos se veían aún bastante empapados y agotados.

Ben y Nick proceden al registro de los datos en la computadora mientras que yo me encargó de escanear sus patas. Cada uno de ellos me daban una sensación de incomodidad y furia bastante extraña.

No me hablo con ninguno de ellos excepto ya a lo último, con Milton.
Cuando agarró sus patas para ponerlas en el escáner se acerca a mi oreja y me empieza a susurrar sin que mis dos amigos se percaten.

—Espero no haberte hecho tanto daño princesa. —dice con su voz de nuevo bastante fría y burlona.

—Yo soy la que espero no haberles hecho tanto daño a tí y a tus amigos, después de todo, no debió ser una caída tan suave. —digo para haber si se callaba de una vez.

—Eres bastante dura coneja, no me sorprende que seas tan popular en las prisiones de la región.

—A qué te refieres con eso... —le digo bastante confundida sin hacer contacto visual.

—No te descuides coneja, pues todo lo que conoces cambiará...—Me responde y se vá a la jaula donde se quedarían hasta nuevo aviso.

Sus palabras me dejaron... No se, inmóvil, atónita, intimidada, rara. Eran unas palabras que dejaban pensando a cualquiera.

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Baia baia, en que estará pensando este tipo?

Tal vez lo sepamos muy pronto... TAL VEZ 😈😈😈

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