Cap XXVII

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POV NICK

Un sonido relajante vuela a mi alrededor. Mi cuerpo está recostado sobre algo un poco duro pero cálido, sábanas, también tengo una sobre mi.
Poco a poco intento abrir los ojos, pero sólo logro percibir mi entorno con el miembro derecho, el izquierdo sólo me trae profunda oscuridad (sin mencionar que aún me duele mucho la cuenca). Al final sólo es un vendaje que tengo rodeando el hemisferio superior de mi cabeza, cubriendo también mi herida.

Logro sentarme sin causar tanto ruido y me doy cuenta en donde estoy. Es una cueva con un nivel bajo de humedad, estalactitas cortas y largas brotando de un alto techo ligeramente arqueado. Hay una hoguera a unos dos metros de mí y también noto al jefe Bogo recostado en otro lugar con vendas ensangrentadas rodeando todo su tronco. Almenos se sabe que está bien.

Por fin decido pararme a recorrer un poco el lugar. Varios metros adelante, después de recorrer un terreno irregular que hacia que me doliera las patas, me encuentro con la que parece ser la salida, aunque eso no me interesaba ahora. Veo a Judy sentada justo en la salida hacia un bosque únicamente iluminado por una luna llena, hablando con la que creo que es Briska. Sólo me hacerco un poco ya que la verdad no tengo ganas de hablar con ella, pero me agradaría escuchar su voz, la única que me calma.

POV JUDY

—Y dime, ¿De Dónde conoces este lugar? —le pregunto a la Cebra sin intentar causarle molestias después de lo que ocurrió nada más hace un par de horas.

—Fue en una excursión de la secundaria que vinimos a este bosque para alejarnos de la ciudad, después simplemente escapaba de casa hacia aquí por diversión —respondió. —. Ya hace varios años que no venía.

Esta cueva estaba ubicada en la mitad de una pequeña colina en una zona repleta de árboles, aún así, es una de las mejores vistas que he experimentado.
Briska me pasa una lata de soda de manzana que tenía guardado en un pack en la guantera de la camioneta. La cual dejamos en un camino de subida tras lo del puente.

Destapo la bebida y doy un gran sorbo refrescante. Pero al ver a la cebra, ella sólo intentaba abrir la lata, pero sus brazos temblaban, tenía la mirada baja y parecía que iba a llorar.

—Eh... emmm... ¿estas bien? —es lo único que logró decirle (no seas tonta coneja, por supuesto que no lo está).

—Yo... —responde intentando estar más calmada. —Yo sólo no tuve opción.

Intento consolarla, pero la verdad no sabía que decirle a alguien que acababa de asesinar a su amigo de la infancia. Después de que logra calmarse, me cuenta algo que había pasado entre ellos dos hace nada más de un par de días.
Briska narra que cuando estaban llendo a lo que sería el primer enfrentamiento contra el CLS se detuvieron un rato a descanzar, ella subió a una montaña para respirar mejor aire fresco en paz, paz que interrumpió Milton, que iba camino a sentarse a su lado.
Se la pasaron hablando un poco de su pasado, de como sus vidas fueron evolucionando durante sus caminos separados.

La cebra contaba los hechos con mucho sentimentalismo, cosa que al final del relato me hace preguntarle, que aunque pueda sonar atrevido, quería confirmarlo.

—¿Lo amabas?

Ella abre sus ojos como platos sin fijar la mirada en mi, pero luego relaja sus párpados y saca una pequeña sonrisa, cosa que no creí que volvería a hacer.

—Pues... Si, se podría decir que lo amaba, siempre me pareció admirable desde pequeño, y aunque fuera raro por la diferencia de especies, no me molestaba en lo absoluto. —responde antes de que esa minúscula sonrisa desapareciera nuevamente. Se gira y me agarra ambos hombros, mirándome como si se tratara de una emergencia.

—Judy —dice. —, escucha bien lo que te voy a decir. Si amas a alguien, sin importar de que raza sea, no dejes que nada ni nadie impida que ese sentimiento florezca, estoy segura que sabes de lo que hablo.

Simplemente se levanta y vuelve a entrar a la cueva. Me quedo pensativa, no se si pensando en la situación actual de Zootopia, o en lo que pasó con Milton, o en Nick.
Eso me recuerda, debo revisar cómo está el Búfalo y el zorro, espero que ya estén mejor.

Mientras entro, Nick me toma por sorpresa. Estaba sentado tras una variante en la pared.

—Qué tanto escuchaste.

—Lo suficiente para darme cuenta de que no debemos permitir que más animales sufran así.

POV NICK

Unos minutos más tarde Bogo despertó y de una nos pusimos a hablar sobre todo, prácticamente.
Estubimos repasando la extraña reacción de Los Aulladores en animales como paso en Milton, y verificamos el plan para poder llegar al cuartel secreto de Legado Salvaje de una vez por todas, sin detenerse.

De ahí en adelante sería a suerte del destino.

—Partimos en tres hora, descansen un poco —dije.

—¿Estan seguros? —pregunta Judy — No creo que estén en condiciones para lo que puede venir.

—Podemos con esto, Hopps —responde el jefe.

—Si, por el bien de Zootopia, no nos detendremos mas.

Todos asienten con firmeza. Colocamos nuestras patas al frente y las levantamos como símbolo de equipo. El equipo que salvara no sólo a una ciudad, sino al mundo.

Todo se define a partir de ahora...

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Zootopia: Legado SalvajeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora