Cap XXI

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POV NICK

Entre todos logramos crear unos sacos de dormir con lo que rescatamos de los asientos del auto, que aunque no fueran los que mejor lucen, almenos nos mantendrían abrigados por esta noche. También habíamos intentado tener contacto con alguien del ZPD, pero no fue posible. Estábamos solos en la espesura de este bosque, y como todo salió como nadie lo había imaginado, no sabíamos que hacer.

Agarro un par de ramas más para que la fogata siga activa, yo me quedo sentado en uno de los troncos pensativo mientras que Judy arrastra su saco mas cerca al fuego y entra en el, ambos notamos a Milton recostado sobre un gran pino, con la mirada fija hacia la oscura espesura del bosque.

POV JUDY

Enserio estaba agotada, necesitaba descansar mi mente y cuerpo para todo lo que podría ocurrir en las próximas horas, o días, en el peor de los casos semanas. Pero para eso todos debíamos reposar por ahora.

-Oye... Milton, ¿que... tanto piensas? -le pregunto para entablar una conversación, y si, por curiosidad.

-Supongo que ahora soy del bando de los buenos ¿no es así? -responde soltando unas pequeñas risas sarcásticas.

-De hecho -entra Nick a la conversación -, creo que siempre estuviste en el mismo lado.

-Piensa lo que quieras de mi Wilde.

Perfecto, ya que este Cheetah está dispuesto a hablar con nosotros, decido preguntarle una duda que espero que responda (además de entrar en otro tema en vez de un silencio incomodo).

-Y... dime Milton, Eartone mencionó algo curioso, como si ya se conocieran de hace tiempo. ¿Cúal es la relación que tienen,o tenían, Briska y tú con él?

Hasta Nick se asombra con lo que digo, pero al instante su cara pone un gesto de concentración, tal vez esperando también respuestas. Pasa un momento en silencio y luego decide hablar.

-¿En verdad quieres saber eso?

-No veo el por qué no lo podrías contar. -Remata Nick.

-Bien... ocurrió hace unos quince años. Briska, Harvey y yo habíamos vivido toda la vida en el orfanato Palermo, a las afueras de un pequeño pueblo llamado Tigtown. Los tres habíamos sido amigos desde que teníamos memoria, hacíamos todo juntos, a toda hora y en cualquier lugar. Si en un futuro nadie nos quisiera adoptar, no importaría, ya que nos apoyaríamos uno al otro...

Durante esa parte, Milton expresaba una pequeña sonrisa, tal vez de nostalgia por recordar algún buen momento de aquella época. Pero su expresión facial, y de seguro emocional, no demoró en cambiar.

-... Un día, una pareja de Búfalos entró por la puerta principal de la edificación. Recuerdo que yo y mis amigos estábamos en el cuarto de al lado almorzando junto a los otros críos, y siempre que llegaba una pareja interesada en adoptar, alguien tenía que ir a espiar sólo por interés, y lamentablemente me tocó a mí...

Mientras hacía una breve pausa en la historia, Nick se hacerca un poco a mi lado, de seguro tiene frío (a no ser... No, no es posible).

-Exactamente qué tenían que espiar - le pregunto.

-Pues de lo que nos interesaba. Qué clase de niño querían adoptar, quien sería el próximo en ir con una familia y tal vez vivir feliz para siempre y nunca más solo -responde exaltando denuevo una ligera alegría visual. -Okey, entonces yo me dirigí a la oficina de la señorita Hazel, una leona joven y humilde que era la encargada de todo el orfanato. Que yo recuerde, era una de las principales luchadoras en contra del racismo entre depredadores y presas. Me oculté tras la puerta para oír la conversación que ella tenía con la pareja, tardaron un buen rato charlando y charlando. Mis compañeros ya estaban en el patio de juegos cuando regresé corriendo para decir lo que pude obtener, todos ellos vinieron hacia mí en una avalancha. Es como si hubiera sido en ese momento el hermano mayor que trae regalos a casi doscientos pequeños animales, ni se lo imaginan.

Zootopia: Legado SalvajeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora