Nunca te enamores | Maratón 2 / 4
Mi cara quedó con una sonrisa algo engreída y estúpida a la vez.
RING RING
¿¿Mathew otra vez?? Miré el teléfono y no, no era él, era otro de los mensajes que eran de "Número Desconocido ", me tenían harta.
Hola pequeña!! Si, yo otra vez. Te mensajeo para decirte que conseguimos boleto y dentro de dos semanas estaremos viajando, estoy muy feliz, ya no puedo esperar, explotaré de las ansias. Ya quiero verte de nuevo, quiero ver cuanto has crecido Sofi, debes estar hermosa mi pequeña. Te adoro princesa, ¿¿Lo recuerdas?? Te encantaba que te dijera así. Nos vemos en dos semanas mi niña. Adiós.
Un recuerdo vino a mi mente y mis ojos se humedecieron inconcientemente. A otra persona en el mundo llamada Sofia también le gustaba que la llamaran "princesa". Se que suena algo aniñado, pero para mi no lo es. Julie me decía así y sólo ella me podía llamar así, si otra persona me lo decía me enojaba, pero con ella no, mi hermana hacia que sonara especial y mágico.
Una lágrima resbaló por mi mejilla rápidamente y una torpe sonrisa se formó en mis labios, sequé mis ojos con el dorso de mi mano sin que mi sonrisa desapareciera y respiré profundamente. No quería recordar momentos como esos con tristeza, ya que formaban parte de mis pocos recuerdos con Julie.
TOC, TOC, TOC.
La puerta de mi cuarto estaba siendo golpeada con suavidad desde el otro lado.
-Emm.. pasa- dije con tono de pregunta. La puerta se abrió dejando a la vista la cabeza calva de mi papá. A continuación adentró su cuerpo y se dejó completamente al descubierto.
-Hola bebé, ¿Estás bien?- asentí con la cabeza levemente mientras levantaba mis pulgares a los costados de mi cara dejando salir una sonrisa exagerada - ¿Tienes hambre?
-No lo había pensado, pero si, si tengo hambre pa.
-¿Quieres comer?-Abrí los ojos con fuerza y dejé escapar una sonrisa maliciosa de mis labios, haciendo que me viera como una loca desquiciada.- Okay, termino de hacer la comida y subo a comer contigo.- Papá se acercó a mi y me besó en la frente, me miró fijamente a los ojos durante algunos segundos y luego se fue de la habitación sin decir nada.
Pasaron unos cuantos minutos y papá no volvía, el hambre que habitaba en mi estómago se iba agrandando de a poco y cuando ya tenia demasiado espacio libre ahí dentro llegó mi salvación con una bandeja de pizza y dos botellas de Coca Cola.
-¡La comida está lista!- exclamó mi papá sonriente.
-Pero por fin- dije de mala gana. Él se rió por lo bajo, dejó la pizza a mi lado y me entregó una de las botellitas de Coca Cola.
En menos de dos minutos, yo ya me había tomado media botella de Coca Cola y había comido tres rebanadas de la deliciosa comida que se encontraba a un costado.
-Despacio hija, te va a doler la panza.
-Si clagro, esgto estág deguisiosgo- dije con la boca llena de pizza. Tomé un trago de la bebida para pasar el almuerzo y respiré profundamente para recuperar el aire que me estaba faltando.
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Reglas De Sofía
Novela JuvenilSofia Menson tiene 12 años y un pasado que contar, no es la misma de su infancia pero tampoco es la que será en un futuro. "Soy el tipo de chica en el que nadie se fijaría" pero apareció él y lo cambió todo. Desde ese dia, Sofia vive a base de tres...