CAPÍTULO 33 - En busca de la "Vida perfecta"

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En busca de la "Vida perfecta"

Eran las cinco de la mañana y yo todavía no podía dormirme, en mi cabeza rodaba la cara pálida de mi madre en el ataúd y las palabras que yo y mi familia habíamos dicho.

Nunca tuve a mi mamá a mi lado, pero en ese momento la necesitaba más que nunca. Por alguna razón mi conciencia había desaparecido, no había dicho nada desde que la noticia de mi mamá había llegado a mis oídos, ya casi sentía como si no estuviera ahí adentro.

Me levanté de la cama de un salto y ataqué mi armario. Saqué un jean largo y una musculosa blanca suelta que decía Just Me en grandes letras negras, en los pies me puse mis Vans, también blancas, y el pelo lo anudé en una trenza. Agarré mi celular y lo metí en el bolsillo trasero del pantalón, saqué una hoja de una pequeña libreta y escribí lo siguiente:

JULIE:

Saldré un rato, por favor no me busquen. Volveré pronto, dile a papá que me llevaste a la casa de Jos para distraerme un poco. Necesito pensar. Te quiero.

Sofia

Pegué la nota en el celular de Julie y me dispuse a salir de casa. Bajé las escaleras a toda prisa y salí por la puerta con mucho cuidado de no despertar a nadie.

Empecé a caminar sin rumbo alguno por el medio de la calle, suspiré profundamente y seguí mi lento y silencioso camino.

En medio de la soledad y el frío de la noche se escuchaba la música de lo que parecía ser una fiesta, el olor a alcohol llegaba hasta donde me encontraba yo así que supuse que no seria una fiesta de "Niños". Ignorando esos ruidos se podían oír mis silenciosos pasos, que no parecían nada silenciosos en ese momento. Fruncí el ceño.

En verdad estaba haciendo demasiado ruido. Esperen un segundo... Una sola persona no puede estar haciendo tanto ruido con unas zapatillas con las que estás casi descalza.

Frené de golpe, los pasos se seguían escuchando. Me di vuelta y no muy a lo lejos pude ver el inconfundible rostro de Matt. Él empezó a trotar un poco para llegar hasta mi.

-¿Estás consciente de que son las cinco de la mañana?- murmuró al llegar a mi costado.

-¿Me lo dices tú?

Pude sentir como se reía pero muy por lo bajo.

Nuestro camino siguió silencioso por el momento, sólo por el momento hasta que a mi amigo se le ocurrió la peor idea de mundo.

-Siento lo de tu madre Menson, yo...

-No, no importa. No tienes que decir que "lo sientes" y darme ese tonto sermón inventado que hace la gente. Tú no lo sientes, no tienes por qué sentirlo, yo lo siento, mi hermana lo siente, mi papá... Tú no Mathew.

Él dejó la cabeza gacha y no articuló otra palabra por un largo, en verdad muy largo, rato.

No quería que decir lo que pensé en un momento dejara esta situación etiquetada como "El silencio incómodo" que aparece en la mayoría de nuestras conversaciones, así que empecé a hablar.

-Dime Benner ¿Qué haces vagando por las calles a las cinco de la mañana?

-Como verás... - suspiro dramático- Mis padres ya no tienen horario de sobra para discutir, y despertar a sus dos hijos menores de edad con sus gritos a esta hora ya no les preocupa. En verdad, ya hace dos noches que no duermo por sus absurdas "Peleas de adultos"- explicó haciendo comillas con los dedos.- ¿Y tú?

-¿Yo qué?

-¿Qué haces vagando por las calles a las cinco de la mañana, eh?

-Bien... Un insomnio no es excusa para hoy, no quiero incomodarte, ni que me digas "LO SIENTO", no, no lo hagas. Tengo una madre muerta y en verdad muchas ganas dormir no tengo ¿Acaso tu dormirías?- Negó con la cabeza - Bien... Ando por las calles en busca de "La vida perfecta" que siempre soñé junto a ella y mi hermana, tener a toda mi familia reunida era mi único sueño y ahora... Simplemente es un sueño más. Uno entre un millón en el mundo.- suspiré con desgano.

Para tener doce años, despiertas muy rápido a tu divagante conciencia

Volviste traidora...

Wow... ¿Tú dices?

Eso creo.

-Sofia...- dijo Matt alejándome de mis pensamientos. Lo miré perdida y luego me uní al tema nuevamente.- Yo... Yo buscaba la vida perfecta al llegar aquí otra vez... Pero... luego de verte, de estar contigo, de reírnos juntos, descubrí que no existía esa "Vida perfecta" que yo estaba buscando, no, no me mires así porque lo que te estoy diciendo es algo serio - Yo lo estaba mirando como "Ya me perdí", pero en realidad no me había perdido de nada, entendía perfectamente cada palabra de lo que estaba diciendo- ¡No busques la vida perfecta Sofia! No la encontrarás... La vida perfecta no existe... pero los momentos perfectos si, y son los que tu y yo compartimos cada día, para mi es cada vez que hay armonía en mi casa y para ti debe ser cada vez que hablas con tu hermana o con tu papá. No desperdicies esta imperfecta vida buscando lo que nunca encontrarás, vive los momentos perfectos y tansfórmalos en un archivo de tu "Mala vida" para mejorarla.- él sonrió mirándome a los ojos. Yo me paré en seco y dejé la cabeza gacha.

-Mathew... En verdad te quiero.

-Yo más cerebrito.

Después de eso nos fundimos en un profundo y cálido abrazo. De un momento a otro, todo el frío que mi cuerpo contenía se pasó y por poco que empecé a sentir calor.

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