CAPÍTULO 19 - Moony

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Moony

Salí de la escuela y empecé a caminar rumbo a mi casa tratando de ignorar a Matt, pero fue inevitable cruzarme con él al llegar a mi casa.

-Sofia, ¿Estás enojada conmigo?

-No... ¿Por qué preguntas?

-No lo sé, vienes evitándome desde esta mañana.- es cierto que lo evité durante todo el día, pero no estaba enojada con él.

No le contesté, en vez de eso, dejé la cabeza gacha y pronuncié dos simples palabras en un suave susurro.

-Lo siento.

Después de eso, abrí la puerta de mi casa y me introduje en su interior. Sentí que un nudo se hacía en mi garganta e impedía el paso del aire, quería llorar, necesitaba llorar un buen rato, pero no lo hice. Reposé mi espalda en la puerta y di un gran suspiro, respuse mis fuerzas y subí las escaleras, ya un poco más rápido gracias a que ahora manejo mejor la venda y la herida, subí a mi cuarto y me encerré allí por un largo rato.

~*~*~
El estremecedor sonido de la puerta me despertó de mi sueño, supuse que era papá, esta mañana no lo había visto y cuando llegué tampoco, tal vez estaría llegando.

Bajé las escaleras a toda prisa, mi zapato se enredo en un escalón y caí rodando, todavía llevaba puesto el uniforme así que pueden imaginarme cayendo por las escaleras con pollera, cuando llegué al suelo, caí sentada en el piso y con el pelo todo alborotado.

Adelante mío estaba mi papá mirándome algo confundido, me levanté rápidamente y pude sentir como mi sangre volvía a su lugar.

-Emm.. hola pa- dije ahogando la voz entre pequeñas carcajadas.

-Hola.. ¿Estás bien?- respondió él uniéndose a mi risa.

-Si, creo que... - antes de que pudiera terminar la frase ya nos estábamos muriendo de risa.

Paramos cuando la panza nos empezó a doler de tanto reír, luego de eso mi papá me miró a los ojos con tristeza y preocupación.

-Debo... debo ir a trabajar, pero...toma- dijo poniendo en mis manos una enorme caja.

-Emm.. Gracias pa...

Mi papá no se fue de ahí sin antes darme un beso y repetirme sus labores, luego apoyé la caja en el piso para abrirla y al hacerlo me encontré con un oso de peluche gigante de color blanco que traía puesta una corbata beige a cuadros y en las patas tenía distintos tonos de marrón. En una mano tenía prendida una tarjeta, la cual despegué y empecé a leer.

Sofia:

Hija mía, hoy te hago este regalo como una pedida de disculpas. Tú sabes que en mi vida eres lo más importante y que te amo mas que a nada en este mundo, que no te lo repita seguido no significa que te haya dejado de querer.

Estás creciendo mucho y yo siento que envejezco con cada centímetro más tuyo. Mi pequeña, eres una niña excelente, se que mamá y Julie estarían tan orgullosas de ti, como lo estoy yo.

Este oso era de tu hermana, a ella le encantaba y supongo que a ti también te gustará. A partir de ahora, cada vez que necesites un abrazo y yo no pueda darme el gusto de hacerlo, pídele a Moony que lo haga por mi. Te amo pequeña.

Papá

Ese oso, a partir de ahora, era un tesoro para mí. Me eché encima de Moony y lo abracé muy fuerte. Un peluche de Julie...

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