CAPÍTULO 30 - Creo que me enamoré

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Creo que me enamoré

Estaba por revelar por primera vez mi más profundo secreto.

-Julie... yo... creo que... Creo que me enamoré.- Ella se tapó la boca con las dos manos y abrió los ojos lo más que pudo.

-Dime cómo es él, ¿Dónde lo conociste? ¿Es alto? ¿Es rubio? ¿Tiene rulos? ¿Te pidió ser su novia? ¿Ya se besaron? Espera... ¿Ya diste tu primer beso jovencita?

-El es castaño y tiene ojos miel. Lo conocí en la fiesta de bienvenida de su familia. Si, es alto. No es rubio. No tiene rulos. No. No y no. En realidad yo no se si él siente algo por mi Juliette.

-¿Te dijo piropos?

-¿Que una vez me haya dicho linda y me diga que me quiere son piropos?

-¡¡Él está enamorado de ti!!

DIN DON.

-Voy a abrir la puerta, ya vengo- le dije a mi hermana. Bajé las escaleras pensando en lo que le había dicho: CREO QUE ESTOY ENAMORADA.

Abrí la puerta y vi la deslumbrante y blanca cortina de dientes de Matt.

-Hola...-dijo el rascándose la nuca.- ¿Quieres venir a dar una vuelta?- miré hacia arriba y luego lo miré a él.

-Lo siento, mi hermana está aquí.

-¿No era que tu hermana se había...

-¿Muerto? Si. Eso creí, pero resulta que no.

-Cool...- dijo él.

-Si, algo así.

-Okay. Ya me voy Soff, te quiero cerebrito.

-Yo más.- él sonrió pícaro y entrecerró los ojos.

-Si me quisieras vendrías conmigo.- hice cara de disgusto y lo miré desafiante.

-Pasa, voy a ver algo.- Mathew se adentró en mi casa y fue directo al sillón- esperame un segundo ¿Si?- mi amigo levantó los dos dedos pulgares.

Subí las escaleras corriendo y me fui directo a mi habitación. Cuando abrí la puerta, me encontré con mi hermana acostada en mi cama sacándose selfies. Sonreí divertida y luego toqué la puerta de mi habitación, ella se sobresaltó y se levantó de un salto pero al verme se empezó a reír.

-¿Quién era?- preguntó sentándose en la cama.

-Mathew, me venía a buscar para ir a dar una vuelta.

-Bueno vete.

-¿Encerio?

-Si. Adiós. Fuchi, vete.- Salí de mi cuarto emocionada, pero luego entré nuevamente con una gran sonrisa.

-Gracias, hermana.- ella guiñó un ojo divertida y me hizo señas con la mano para que me fuera.- Adiós.

~*~*~
Estábamos caminando por el centro comercial lenta y silenciosamente, por el momento. Ya estaba oscureciendo y la hora de cenar se acercaba cada vez más.

-¿Quieres comer una pizza?- Miré sonriente a mi amigo y asentí con la cabeza.- es mi comida favorita, luego siguen los tacos.

-También es mi comida favorita.

-Wow... genial.

-Lo se.

Caminamos otro rato en silencio, sólo que esta vez era un silencio incómodo y no uno de esos tiernos. Llegamos a una de las pizerias más grandes del centro y nos sentamos allí.

-¿Roquefort y paleta?

-Roquefort y paleta.- respondí sonriente. El mesero vino, tomó nuestra orden y luego se fue.

-Ahora... Cuéntame lo de tu hermana viva que estaba muerta y no se que más.

Me rio por lo bajo.

-Emm... después del incendio, ellas creyeron que yo y mi papá nos habíamos muerto y luego de este tiempo ella vio mi Facebook con fotos mías de chiquita y yo y ella, entonces averiguó de mí y aquí está.

-¿Y tu mamá?

-Julie ya vive sola, mi mamá llega pasado mañana.- él asintió con la cabeza.

-Supongo que Julie es tu hermana.

-Sip- después de eso vino el mesero con una enorme, y por lo que se veía, deliciosa bandeja de pizza, la dejó en la mesa, Matt le pagó y se fue.

Comimos en completo silencio. La pizza estaba dividida en ocho, yo comí tres y Mathew cuatro, el pedazo que sobró lo dividimos a la mitad y mientras él me pasaba mi parte correspondiente, nuestras manos se rozaron, fue una sensación inigualable...

¡Iugh! ¡Te pones cursi cuando estas con este chico!

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