Reglas De Sofía

CAPÍTULO 51 - Yo invito [CAPÍTULO FINAL]

Yo invito [CAPÍTULO FINAL]

Leer la nota del final.

Terminé de arreglar mi alborotado cabello y bajé a buscar a Jos. Antes de descender al último escalón, mi amiga salió de la cocina vestida con una falda de mezclilla de tiro alto con varios botones y una remera mangas cortas blanca con unas grandes lineas negras, en los pies lucía unas sandalias del mismo color, en cuanto al cabello, lo había dejado suelto y había cruzado una fina trenza cocida de un lado a otro de su cabeza. Sonrió divertida.

-Cuando hicimos el trato de que te vestirías como quisieras, encerio pensé que bajarías en pijama y con un rodete despelotado- rió levemente.

-¿Y? ¿Qué tal estoy?- pregunté contoneando las caderas.

-Harás caer a mi primo de cu..

-¡Ya basta!- interrumpí sonrojándome.

Josephine me miraba pícara y cuando pensé que iba a decir algo más, mi hermana apareció para salvarme el día.

-Tienes plata en el cajón de la mesita de noche, ya está todo listo con la comida y bebidas, me llevaré todas las llaves, están todas las puertas cerradas menos la de entrada y la del fondo, si necesitan algo no duden en llamarme a mí o a papá, estaremos en el Starbucks, no volveremos hasta mañana a la tarde porque dormiremos en casa de Dorothy Miller ¿Se me olvida algo?

-¡Irte!- reí divertida.

Mi hermana se despidió de Jos y de mí y se fue junto a papá. La noche recién estaba comenzando.

-Yo decía que..

-¡Qué nada!- exclamé una vez más.

~*~*~
Había empezado a llegar la gente. Era imposible distinguir a alguien entre la multitud. Jos llevaba varias horas desaparecida, seguro andaba con algún chico por ahí. La música sonaba a todo volúmen, hasta ahora todo iba bien. Habían personas bailando, otro par en el patio y los demás eran marginados sociales que estaban sentados en alguna silla. Pertenezco al último grupo.

TIN TON

El timbre se esparció por la casa, hice lo mismo que las otras veces y corrí hacia la puerta esperando ver a esa mirada empalagosa, pero no, era sólo otro grupo de gente más y ninguno portaba la mirada que yo buscaba, ni siquiera la sonrisa o la cortina de dientes blancos.

TIN TON

El timbre, otra vez. Ya perdí las esperanzas, no espero que sea él. Para mi no sorpresa, no es él. Abro la puerta al grupo de personas, en su mayoría, desconocidas y los recibo con una sonrisa. Camino nuevamente hasta la silla en la cual estaba sentada hace rato y reviso mi celular.

Un WhatsApp de Mathew.

Matt
He tenido problemas, pronto llego.. No te enojes 🙏

Yo
No me enojo..

Suspiro cortamente y me levanto de la silla.

Si Mathew no llegará, vamos a divertirnos un rato.

Un chico que ni siquiera conozco me invita a bailar y, un poco dudosa, acepto. Bailamos un rato largo hasta que el timbre de la casa suena, me disculpo con mi acompañante y me dirijo hasta la puerta. Al abrir mi corazón da un vuelco de alegría y sonrio a más no poder.

-¡Viniste!- grito tras abalanzarme sobre Mathew para abrazarlo. Él corresponde al abrazo y me rodea por la cintura.

-Vendría aunque tú no quisieras- ríe divertido.