Reglas De Sofía

CAPÍTULO 15 - Tacos a solas |Maratón 3/4

Tacos a solas | Maratón 3 / 4

-¿Qué hacemos aquí Mathew?- dije mientras trataba de quedar a la vista.

-Tienes el pie como una berenjena Soff, lo siento.

Ohh... claro que lo iba a sentir. Lo iba a sentir mucho.

Mi amigo empezó a caminar cargándome, sin dar explicaciones y yo le di un pequeño pellizco en el pecho.

-¡¡Sofia!!- Gritó mientras me bajaba de su espalda.

-Vamos Matt, mi pie no está tan mal.- mentí.

- Hace veinte minutos no podías ponerte de pie.- él tenía razón, pero no podía entrar en ese lugar.- no estaremos mucho tiempo Soff, es sólo una venda.

Bajé la cabeza, no pasaron ni dos segundos y Matt ya había agarrado mi barbilla y la había levantado para que lo mirara a los ojos.

-Yo estaré ahí Soff- dijo mientras acariciaba mi mejilla con su pulgar, yo le sonreí y nos preparamos para entrar.

~*~*~
-No es nada malo- dijo el doctor mientras revisaba mi pie- Fue un gran golpe, pero si usas una venda tal vez no te duela tanto.

El Dr. Stanley colocó un gel refrescante en mi pie y luego me puso una venda ajustada.

-No lo podrás apoyar por un tiempo. Preferiría que te quedaras en cama.

-Pero tenemos planes- me quejé.

-Soff lo dejamos para otro día- me respondió Matt apenado.

-¡No, no, no, no! Puedes caminar pero no apoyes el pie ¿Si?- explicó el doctor.

Mi amigo me cargó en su espalda nuevamente y nos fuimos. Una vez afuera del hospital noté que le pasaba algo así que decidí preguntarle.

-Oye Matt... ¿Qué ocurre?

-Nada Sofia.

-¡Hey!- dije tratando de animarlo.

-Emm... yo... lo siento.

¿Qué cominos está diciendo este chico?

-Mathew no es tu culpa. Yo tropecé y me doblé el tobillo, tú no tienes nada que ver.

Él suspiró y seguimos el camino en silencio. Cuando estuvimos en punto clave empezó a caminar para el otro lado.

-Emm.. Matt... Los tacos son por allí- dije señalando hacia atrás.

-No Soff, es mejor que vuelvas a tu casa. Ya oíste al médico.

¡¡No!! Ya me había llevado a el hospital sin mi aprobación, no lo haría otra vez.

-¡¡Mathew Benner, voy a comer ese taco contigo quieras o no!! Suéltame ahora.- Me zafé de su agarre, lo que hizo que cayera sobre mi pie y me doliera, pero no lo demostré y lo miré desafiante.

Me miró sorprendido y luego apenado. Se dio vuelta y siguió caminando solo, rumbo a mi casa o... a la suya. Yo no iba a darle el gusto y placer de seguirlo, así que a duras penas, empecé a caminar hacia los tacos.

~*~*~
Después de mucho esfuerzo, llegué al carrito de tacos. Miré hacia atrás y al no ver nada me dirigí hacia el vendedor.

-Un taco de carne asada, por favor.

Esperé diez minutos aproximadamente, el hombre hiso el taco y me lo entregó. Le pagué y caminé hasta nuestro lugar... NUESTRO. Me senté y empecé a comer lentamente.

Cuando terminé de saborear la deliciosa comida mexicana, me quise poner de pie. El primer intento fue vano, ya que traté de pararme comúnmente y olvidé mi pie herido. En el segundo intento me puse en cuatro patas y traté de ponerme de pie, pero al tratar de pararme se me enredaron los pies y caí al suelo.

-Bien Sofia, la tercera es la vencida.- dije para mis adentros.- Uno... dos... y... tr...- no terminé de decir eso y ya estaba de pie, pero no por mis méritos, si no porque alguien me había agarrado de las axilas para ayudar a pararme. Me dí vuelta con esperanzas de ver a Mathew, pero no, al girar mi cuerpo vi al rubio oxigenado mentiroso que era Charlie.

-¿Qué haces aquí Charlie?

-¿Tú que haces aquí?

-Vine a comer un taco y supongo que tú también.

-No, en realidad yo te vi aquí y luego te escuché hablando sola, lo cual me dio pena, entonces, me acerqué a ayudarte.

-¿Me estás espiando?

-No, yo sólo estaba caminando en busca de... una persona y te vi aquí ¿Qué te pasó en el pie?

-Nada, sólo me caí.

-¿Y Mathew?

Quisiera saberlo Charlie..

Esa pregunta me hirió demasiado, no quería demostrarlo así que no hice ninguna expresión en mi rostro.

-Emm.. Él... yo...no.. estaba... Mathew.

-¿Qué te pasa Sofia?

-Mathew no estaba conmigo

-¿No? No mientas, los vi muy cariñosos entrando al hospital Sofia.

-Me acompañó hasta el hospital y se fue ¿Si?

-Iban a comer juntos.

Rayos Charlie, ¿Cómo es que sabes todo lo que ocurre en el mundo?

-No

-Pruebalo

-Estoy sola.

-Porque te plantó.

-Adiós Charlie.- ese niño me ponía los pelos de punta siempre que hablábamos. Pero esta vez se comportó... ¿Celoso?