Cap.5 California

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El estado de ánimo se aloja en el estómago, ya que ahí se produce y almacena el 90% de la serotonina, la "hormona de la felicidad".

Llenar tu estómago de comida en menos de dos minutos no parece ser buena idea y menos aun cuando interrumpes el proceso de digestión obligándolo a salir por medio de vómitos. Junmyeon se ha prometido no volver a caer en eso, y ya casi cumplirá un año de mantener esa promesa. Lo que no ha podido hacer es vencer ese cuadro de depresión que sufre desde que era un niño.

Junmyeon apenas ha despertado y ya se encuentra mojando la almohada con sus lágrimas. Esto no es nada nuevo para él, desde niño ha tenido que sufrir con escenas parecidas a estas, lo que ha hecho que su vida sea más complicada.

Lloraba cuando se despertaba y luego lloraba porque llegaba tarde a clases, en casa no se movía de su cama recordando lo mal que le había ido en la escuela y en las noches lloraba porque al día siguiente tenía que repetir todo de nuevo.

Al principio sus padres pensaron que lloraba todo el día con la única intención de hacer que regresen a Corea, pero la depresión no se trata solo de llorar todo el día. A Junmyeon empezaron a sucederle otras cosas. No quería salir de su cama por miedo a lo que podría encontrarse más allá de su zona de confort, le daba miedo estar rodeado de muchas personas, ya que en su cabeza cada una de ellas señalaba sus defectos y se burlaban de él, sin contar de los desórdenes alimenticios que tenía. Entonces Junmyeon se volvió muy callado y dejó de hablar de esto con sus padres.

Guardó para él su sufrimiento, ya que al igual ellos, la gran mayoría cree que una persona depresiva se vuelve así porque le falta y desea llamar la atención; si supieran que lo que más quieren es pasar desapercibidos para que nadie los note.

Realmente los únicos que padecen de esta enfermedad como Junmyeon podrían entender lo que se siente no ser entendidos.





-Hola Minho...

Junmyeon tardó en coger su teléfono al mismo tiempo que intentaba aclarar su garganta y sonaba su nariz con un pañuelo.

- ¿Eh? ¿Recién estas despertándote?

-Algo así. ¿Sucede algo?

-Levántate rápido y ve al aeropuerto de Incheon.

- Ya te dije que no iba a regresar aún...

-No, tonto. Ven a recogerme, acabo de llegar a Corea.


Junmyeon tomó un baño rápido y cambió su pijama en menos de cinco minutos, le tomó otros cinco llegar hasta abajo y tomar un taxi directo al aeropuerto. El solo hecho de poder volver a ver a Minho, había funcionado mejor que las dos pastillas que se había tomado esta mañana.

Apenas llegó, llamó a Minho para preguntarle sobre su ubicación. Mientras se adentraba al aeropuerto pudo ver a lo lejos a un joven más alto de lo normal que parecía algo desorientado; cargaba una maleta con una de sus manos y en la otra un vaso de café. Junmyeon se acercó sin hacer ruido, hasta que estuvo cerca y lo abrazó por la cintura, haciendo que el joven casi derramara el café que estaba en su boca.

- ¿Esa es manera de recibir a tu mejor amigo?

-Es porque estoy feliz de verte de nuevo.

Junmyeon sonrió y Minho no pudo resistirse a abrazarlo completamente, no importándole si dejaba la maleta en el suelo o que las personas a su alrededor los estuvieran mirando.

Wind and Water | SeHoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora