Cap.52 Anestesia

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   A diferencia de la primera vez en que el viento del otoño calaba hasta en el interior del callejón, en esta ocasión el bochornoso calor del verano acompañaba las interminables lágrimas de Junmyeon.

Recostado en una de las paredes del callejón maldecía el momento en que le había parecido buena idea entrar a ese lugar en octubre, pero de lo que más se arrepentía era haber tomado la estúpida decisión de regresar a Corea.

Lo peor de todo no era enterarse de que la persona que amaba le había sido infiel, lo más trágico de todo ello era que él había sospechado por muchos meses que algo así podría pasar. La verdad había estado frente a su cara todo este tiempo, pero él había decidido creerle a Sehun a cambio de no vivir el dolor por el que estaba pasando ahora.

—¡Maldito Sehun! —gritó en medio del llanto aprovechando que nadie podía escucharlo.

Odiarlo era considerablemente razonable en esos momentos, tenía todo el derecho de hacerlo al igual del no querer contestar ninguna de las tantas llamadas y mensajes insistentes que había recibido desde que salió del departamento. Valientemente había decidido no ver ninguno de los textos que Sehun le había escrito por si flaqueaba en su decisión y consideraba la opción de perdonarlo.

En medio de aquella soledad Junmyeon empezó a recordar la primera vez que se vieron en ese mismo lugar, la primera vez que se besaron y cuando empezó a gustarle aún sin saber que se trataba de la persona a la que estaba buscando. Había sido tan ingenuo y como un niño pequeño había sido impresionado por todo lo que Sehun significa: su seguridad, la ternura que a veces se le escapaba y lo apasionado que podía llegar a ser.

Ahora toda esa imagen parecía haberse desvanecido al imaginar a Sehun saltando de una cama a la otra mientras él esperaba a mitad de la noche a que llegara su turno. Qué fácil había sido para él mantenerlo contento con un poco de cariño y un buen puñado de mentiras, pero difícil haber tomado la decisión de dejarla.

Junmyeon se sintió miserable al ver a Sehun burlándose de su amor, comparando sus besos con los de ella y amándola más de lo que alguna vez podría amarlo. Ahora la confesión de su amor y aquel débil te amo no tenía ningún significado, al contrario, le dolía tanto que sentía querer arrancarse el corazón del pecho para que dejara de doler.

Eso era realmente lo que más deseaba, dejar de sentir, dejar de llorar y dejar de amarlo. Ojalá pudiera decidir no amarlo más y secarse las lágrimas, pero sabía bien que no podría lograrlo con tan solo desearlo. Por más que lo odiara ahora, sentía enojo consigo mismo por no poder eliminar aquellos sentimientos por él y por las cosas positivas que se negaba a recordar.

Junmyeon continuaba llorando amargamente en busca de un consuelo que fuera lo suficientemente bueno para tranquilizarlo, pero solo en aquel callejón no le quedó más que clavarse las uñas en sus brazos y golpear su cabeza contra la pared sin detenerse a pensar en el daño que se estaba ocasionando.

Estaba a punto de empezar, conocía aquel sentimiento tan bien que su cuerpo empezó a prepararse para sudar frío y su corazón a palpitar con mayor velocidad, como si latiera fuera de su pecho con dolor. Aquella sensación de ansiedad y nerviosismo solo era el inicio de una de sus tantas crisis antidepresivas, eso sumado a la falta de medicamento y síndrome de abstinencia estaba empezando a desencadenar una situación de desesperación y angustia que lo llevó a caer al suelo de rodillas al no poder sostenerse más.

Junmyeon intentó levantarse aguardando la esperanza de que alguien quisiera aceptar la receta de su medicamento, pero el fuerte vértigo que experimentó ocasionó un prolongado periodo de aturdimiento que le impidió levantarse.

El saber que se encontraba solo y que probablemente si le sucedía algo más grave nadie podría ayudarlo comenzó a generar mucho temor en él. Aún con la respiración agitada y el piso dándole vueltas sacó fuerzas para caminar apoyándose de la pared muy lentamente hasta llegar al inicio de esta.

Wind and Water | SeHoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora