Junmyeon y Kai caminaban por las extensas calles de Seúl mientras veían a los clubs prepararse para albergar a las personas que en busca de un poco de diversión abarrotaban la noche.
Kai arrastraba su motocicleta lentamente deseando alargar el tiempo que les quedaba antes de la inminente despedida, mientras Junmyeon caminaba a su lado prestando atención a las tiendas sin sospechar que por la mente de su acompañante ahora mismo se planteaba la posibilidad de ir caminando tomados de las manos.
La distancia que los separaba era menos de cincuenta centímetros, pero parecía multiplicarse cuando Kai comparaba sus sentimientos con los de Junmyeon.
¿Cuántas posibilidades tenía él cuando su corazón le pertenecía a otra persona? ¿Cómo podía seguir teniendo esperanzas cuando su amor no era correspondido? ¿Es que acaso Junmyeon nunca correspondería sus sentimientos? ¿O tal vez tenía una mínima posibilidad si es que llegara a declarar su amor?
Todas las preguntas que pasaban por su cabeza interrumpían las oportunidades de que Kai pudiera enamorarse de otra persona que no sea la que caminaba a su lado. Acostarse con hombres y mujeres no habían servido para que sus sentimientos se inclinaran hacia la posibilidad de elegir a alguien más, no habían bastado para distraer a su mente y que no lo imaginase junto a Junmyeon a veces recostados entre las mantas y otras haciendo el amor, pero en cambio, habían servido para valorar estos pequeños momentos que compartían guardando su amor y anhelando algo que no podía ser.
—¡Junmyeon! — gritó de repente al pasar por una dulcería que vendía un sinfín de caramelos. —Espérame un momento—dijo mientras estacionaba su motocicleta antes de entrar a la tienda.
Junmyeon decidió esperarlo fuera del establecimiento poniéndose de puntillas de vez en cuando para tratar de averiguar la razón por la cual Kai había decidido entrar tan repentinamente.
Pasaron pocos minutos para que Kai estuviera de regreso trayendo entre sus manos una pequeña y colorida bolsa que llevaba el logo de la tienda. Apenas estuvo nuevamente al lado de Junmyeon, sacó del interior de la bolsa un frasco de vidrio del tamaño de una taza pequeña, el cual además llevaba un lazo de cinta en la tapa como si estuviera listo para ser obsequiado, pero eso no era lo que había llamado más la atención de Junmyeon, sino el contenido del frasco, el cual estaba lleno de caramelos de distintas formas y colores.
—Son para ti.
—¿Para mí? —preguntó incrédulo.
—Claro. Antes de que tomes uno de tu frasco—refiriéndose a las pastillas—prueba con uno de estos.
Junmyeon entendía cuáles eran sus intenciones y aunque no tenía mucha confianza en que podrían funcionar, no pudo hacer más que sonreír en manera de agradecimiento—Gracias.
—No es nada. ¿Ahora qué hacemos?
—¿Eh? —contestó sorprendido— ¿No debes ir al club?
—¡Ahhhh! —suspiró resignado—¿Entonces nos despedimos aquí?
—Las obligaciones están antes que la diversión, así que ve a trabajar.
—Si no me queda de otra...
—Por cierto, Sehun tenía unos asuntos personales que atender así que por lo visto no irá hoy.
—Entiendo. En ese caso... estarás solo en el departamento, ¿Cierto?
—¿Cómo? —preguntó fingiendo sorpresa ocasionando la risa instantánea de Kai —¿No serás algún tipo de ladrón o algo parecido?
—No, no—se apresuró a decir. —Lo que trato de explicar es que...—se detuvo un instante pensando las palabras que debía escoger—si es que tú quieres; bueno, si tienes tiempo; no lo sé, podríamos ir a comer y a beber algo.
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Wind and Water | SeHo
FanfictionJunmyeon y Sehun han estado juntos desde que eran apenas unos bebés. Sin Sehun no existía Junmyeon y sin Junmyeon no existía Sehun. Eran mejores amigos y cada uno vivía para estar cerca del otro hasta que tuvieron que separarse cuando Junmyeon tuv...