Wind and Water | SeHo

Cap.27 Catarsis

Aquella noche después de buscar el hotel más cercano, alquilaron una habitación y se adentraron en ella sin ningún tipo de reparo. Casi al instante, ambos ya estaban quitándose la ropa mientras caminaban hacía donde se encontraba la cama lista para que ambos volvieran a tener sexo y fueran infieles una vez más.

Ji Woo había intentado muchas veces desde que conoció a Sehun, terminar con los encuentros clandestinos que ambos tenían a espaldas de su esposo, pero por más que lo intentara recaía una y otra vez ante los encantos de su joven amante.

Ella no negaba que la manera en la que funcionaba su relación era la equivocada, ella estaba casada y se suponía que debía serle fiel, y todas esas cosas que había memorizado para recitarlas el día que se casó frente al altar, pero Ji Woo era una persona muy solitaria que de vez en cuando solía ver a su esposo, que había aprendido tal vez por empatía a quererlo, aunque el amor que sentía por él no rozaba, ni se asemejaba al que sentía por Sehun. Además, estaba casi segura que su marido también la engañaba, así que eso disminuía en gran porcentaje la culpa que sentía.

Lo único que en realidad le aterraba, era que un día Sehun ya no quisiera seguir a su lado, que encontrara a alguien más que lo hiciera cambiar y que logre enamorarlo.

Ahora, aquel miedo se había incrementado desde que Sehun rechazara su dinero, el único medio por el cual él había aceptado ser solo para ella, ya no le importaba, y el temor de perderlo había ocasionado que esta noche volviera corriendo a sus brazos.

Después de aquella rápida sesión de sexo, ella ahora descansaba a un lado de la cama, mientras Sehun salía del baño luego de tirar a la basura los condones usados y una ducha rápida.

En otra ocasión Sehun se hubiera marchado, pero ahora necesitaba esperar a que Ji Woo despertara para que le entregara su parte del trato, así que decidió matar algo de tiempo entreteniéndose con lo que había en el living de la habitación.

Sehun caminó alrededor curioseando por los rincones hasta que decidió asomarse a la ventana, solo para constatar que nuevamente estaba nevando. Los copos eran arremolinados por el viento y se amontonaban en la cera formando pequeñas montañas blancas. Aquella misma nieve le trajo el recuerdo de alguien en especial, junto al gran peso del remordimiento que parecía recordarle lo mucho que lo extrañaba y lo poco que le merecía.

La culpa que aparecía luego del orgasmo era similar a la vulnerabilidad que sentía cuando llegaba a su departamento a enfrentarse a su soledad, y la pesadumbre de aquella habitación solo le hacía recordar la primera noche en que vio a alguien más hermoso que la nieve que caía.

Lo que parecía ser una tarde de cobranzas normal fuera de California, cambió de rumbo desde el instante en que Tao, Paul, Kai y Sehun, llegaron a un bar cerca de Gangnam a completar su misión de cobrar a unos clientes que habían solicitado un préstamo hace ya varios meses.

Aquellos clientes particularmente habían ido atrasando los pagos y como consecuencia, debían altos intereses que se negaban a pagar. La situación empezó a agravarse cuando al bar llegaron un grupo de matones, que funcionaban como guardaespaldas de los deudores y que se encargarían de eliminar a los cuatro si es que no decidían irse y olvidarse de la cuenta.

Ninguno de los mencionados tenía voluntad de irse sin antes haber recibido el dinero y como consecuencia a ello, muy pronto se vieron en medio de una balacera dentro del bar. La gente que se encontraba dentro, ajena a la pelea tuvo que escapar para salvar su vida, mientras que Tao y Paul subían a una motocicleta para perseguir al jefe del negocio que intentaba huir.