Wind and Water | SeHo

Cap.53 Sobreponiéndose al dolor

Aquella tarde Junmyeon había perdido dos de tres rondas en Yan Ken Po contra Sehun y como castigo le tocaba hacerse cargo del almuerzo. Un poco infantil como solían designar las labores del hogar, pero ellos lograban entenderse a su manera, al menos en ese ámbito. Por ello, sin rechistar Junmyeon tuvo que abandonar la cálida cama y los brazos de Sehun para ir a la cocina en busca de algo decente que pudiera cocinar.

Junmyeon decidió optar por algo sin complicaciones y terminó cocinando algo de pasta y salsa. Antes de que la preparación estuviera lista Sehun se acercó a la cocina y sospechosamente se sentó en una de las sillas que acompañaba la mesita solo para observar a Junmyeon.

El peculiar silencio de Sehun había despertado la curiosidad del mayor, pues raras veces solía estar tan quieto, incluso lo había regañado en ocasiones por su exceso de energía, pero en aquel momento en el que podía sentir sus ojos clavados en su espalda deseaba que dijera cualquier cosa para que terminara con su nerviosismo.

—¿Deseas algo?

—Aún no...—respondió sin importancia.

—Ya casi está listo. —Al darse cuenta de que no contestaba decidió continuar. —Me estás poniendo los pelos de punta. Habla, muévete, haz algo.

Sehun lo miró extrañado por el repentino comportamiento. —¿Qué?

—Nada, olvídalo. —dijo apagando la hormilla de la cocina. —Te toca poner la mesa...

Mientras Junmyeon intentaba verificar el sabor de la comida logró escuchar el sonido de la silla siendo arrastrada y antes de que pudiera comprobar la razón detrás de ello Sehun ya lo había aprisionado con sus brazos por la cintura haciendo que la cuchara que llevaba un poco de salsa cayera al suelo.

—Como sé que no te gusta que te interrumpa mientras estás concentrado he esperado a que terminaras—susurró en su oreja con aquella voz ronca que lograba ponerle los pelos de punta incluso mucho más que anteriormente.

—¿Por eso has estado tan tranquilo?

—Así es...

—¿Y para qué?

—Para hacer esto...—contestó lamiendo su cuello y juntando su erección al trasero del mayor.

—¿Te has vuelto loco? —aunque su voz parecía regañarlo su cuerpo no ponía resistencia, de hecho, ya se había rendido a los besos y a la presión que Sehun hacía en su parte baja.

—Siempre lo estoy por ti.

Junmyeon cerró los ojos fuertemente dejándose guiar hasta la pequeña mesa en donde fue alzado por Sehun obligándolo a sentarse sobre la superficie mientras abría las piernas y el menor se colocaba en medio de ellas.

Sehun arrancó fuertes gemidos a Junmyeon mientras sus manos se paseaban por debajo de la ropa acariciando sus pezones y repartiendo besos húmedos por la piel desnuda de su cuello antes de que en medio de esa euforia un poco de razón volviera al mayor.

—La comida se va a enfriar...

—No importa.

—Pero... la mesa es muy pequeña...

—No importa—continuó besándolo hasta que sintió que su erección no podía esperar más.

Sus besos pararon solo para volver a cargar a Junmyeon, voltearlo y hacer que su cara quedara frente a la mesa. El trasero del mayor se encontraba a la misma altura de la pelvis de Sehun esperando ansiosamente a ser penetrado.