Wind and Water | SeHo

Cap.3 Room #504

Posiblemente se sentía igual de nervioso que la primera vez que regresó a Corea. Esa sensación de vacío en el estómago y el golpeteo de su corazón contra su pecho era lo que evidenciaba su ansiedad cuando el avión aterrizó una vez más en aquel país. Tal vez aquellas sensaciones podían ser muy parecidas pero Junmyeon ahora era diferente y sabía cómo disimularlas muy bien.

El plantearse regresar a Corea no era algo que se le había ocurrido de la noche a la mañana. Lo había pensado mucho y lo había consultado tantas veces con Minho que ambos llegaron al acuerdo de que si un día volverían, sería únicamente cuando Junmyeon no tuviera ningún cuestionamiento y ese día había llegado.

Principalmente las razones de su regreso podrían resumirse en tres: volver a ver a JongIn y Ji Soo, ejercer su profesión en su país natal y encontrar a los culpables del ataque que recibió.

En estos tres años sus padres habían llevado el caso a distancia dejando a un abogado para que se encargara del asunto, sin embargo, nunca habían obtenido buenas noticias. Siempre solían recibir llamadas con las mismas excusas de parte de la policía, como que aún no habían encontrado las cámaras de seguridad, que era imposible saber la placa del auto y un sin fin de etc.

Junmyeon no había dejado de tener pesadillas sobre lo ocurrido y de vez en cuando se levantaba en la madrugada aterrorizado con la impresión de ser perseguido. Era algo que no podía borrar fácilmente de su memoria pero al menos estando en Corea quería encontrar la razón por la cual fue agredido tan cruelmente.

Ahora lo primero que debía hacer era buscar un departamento en cualquier otro distrito que no fuera Gangnam, ni que estuviera cerca de la zona de discotecas y mucho menos al maldito callejón donde había iniciado su infortunio.

Aquella tarde Junmyeon y Minho decidieron quedarse en un hotel cerca al aeropuerto, mientras almorzaban fueron buscando posibles opciones a la que sería su nueva casa y a la vez un trabajo atractivo al cual postularía cada uno por su cuenta.

Junmyeon en medio de terapias y la rehabilitación llegó a graduarse en Canadá y no en Corea como le hubiera gustado. Había planeado graduarse junto a Ji Soo pero debido a la situación tuvo que renunciar a esa opción y retrasarse dos años en hacerlo, no obstante, ya no se sentía tan deprimido por el tiempo perdido y celebraba los logros que su compañero de universidad había conseguido.

La tarde había transcurrido más rápido de lo esperado y ya empezaba a anochecer, Junmyeon quería tomarse un descanso así que sacó su celular con una sola idea en mente.

— ¿Acabamos de llegar y ya estás buscando a alguien que te dé por detrás? — bromeó Minho al verlo tan interesado en la pantalla. — ¿De quién habrás aprendido esas costumbres?

— ¿De quién será? —contestó Junmyeon mientras ponía el celular junto a su oído. —Pero no es lo que crees.

— ¿Ah, no? ¿Entonces?

— Solo espera...

— ¿Qué cosa? —Minho lo miró con expectativa en busca de alguna explicación a aquella repentina emoción que se dibujaba por completo en el rostro de Junmyeon. La respuesta no tardó en llegar en cuanto supo a quien había llamado.

— ¿Aló JongIn?

— ¡Junmyeon! ¿Cómo estás?

—Bastante bien. ¿Y tú?

—Ahora que puedo oírte me encuentro mucho mejor.

—JongIn...

—Dime.