Cap.36 Convivencia

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—¿Y bien?

—Aquí no hay nada con proteínas, ni vitaminas. ¿Cuántas cajas de chocolate bebes al día?

—Si estoy en casa, tal vez tres.

Junmyeon lo miró sorprendido. —¿Y las verduras y frutas?

—No suelo ir al supermercado.

—Eso es algo que debemos solucionar desde ahora. —dijo finalmente cerrando la

puerta del refrigerador.

—¿Deberíamos aprovechar para comer fuera?

El mayor pensó en que aquello no iba muy acorde a su idea de ahorrar, pero ver aquel entusiasmo en el rostro de Sehun era una de las cosas a las que no podía negarse. —Pero hoy será la última vez, luego debemos ahorrar dinero.

— ¿Por qué sueles preocuparte tanto por eso?

—Porque no soy el dueño de un club. Aunque pensándolo... ¿Debería abrir uno?

—¿Un club gay como California?

—Podría ser. Por la forma en la que vives, al parecer da muy buenos ingresos, ¿Cierto?

Si bien Junmyeon tenía algo de razón; todas las comodidades con la que Sehun vivía antes de la herencia, no eran precisamente solo por la ganancia del club, parte de ello también involucraba los trabajos extras que realizaba con Kai y lo que recibía por acostarse con mujeres.

—Ve a abrigarte, antes de que se te haga tarde. —dijo evadiendo el tema y dándole a la vez una palmada al trasero del mayor con total confianza, incluso tomándose el tiempo de apretarlo por unos breves segundos.

Junmyeon salió sonriendo de la cocina pensando en las cosas nutritivas con las que definitivamente debería llenar el refrigerador con las compras del supermercado. Sabía bien que a pesar de que Sehun podía cocinar decentemente, le daba mucha flojera hacerlo, por lo que generalmente solía comer fuera o prepararse algo rápido y no muy nutritivo en casa.

Una de las cosas más importantes por la que debes preocuparte al ser independiente es cuidar de tu propia alimentación y eso Junmyeon lo sabía muy bien, y por suerte, había llegado para equilibrar las cosas dentro del departamento.

Junmyeon decidió tomar un suéter que había quedado en el armario la primera vez que llegó para salir a la que ahora en adelante sería su nueva universidad a terminar de llenar algunas fichas de inscripción. En el momento en que terminó de acomodar su ropa frente al espejo el peculiar ringtone de la película Star Wars con el que su teléfono estaba configurado le avisaba que tenía una llamada.

En menos de diez segundos Junmyeon tomó su teléfono y con una de esas sonrisas que solían iluminarle el rostro contestó ansiando oír pronto la voz de su mejor amigo.

—¿Junmyeon?

—¡Minho! ¿Cómo estás?

—Pensando en el día en que cierto amigo se digne a llamarme.

—¿Enojado? —preguntó casi sabiendo que no lo estaba.

—Si lo estuviera no te llamaría. Solo estoy celoso.

—¿De quién? —dijo entre risas—¿De Sehun?

—Ese... ¿Cómo te ha ido con él?

—Bien. Hemos arreglado muchas cosas entre nosotros, creo que ahora nos entendemos mejor.

Wind and Water | SeHoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora